Salmos 68 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 36 versitos |
1 Del maestro de coro. De David. Salmo. Canto.
2 ¡Se alza Dios! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de él.
3 Tú los disipas como se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así desaparecen los impíos ante Dios.
4 Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante de Dios y se llenan de alegría.
5 ¡Canten a Dios, entonen un himno a su Nombre! ¡Ábranle paso al que cabalga sobre las nubes! Su Nombre es "el Señor": ¡griten de alegría en su presencia!
6 Dios en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas:
7 él instala en un hogar a los solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos, mientras los rebeldes habitan en un lugar desolado.
8 Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto,
9 tembló la tierra y el cielo dejó caer su lluvia, delante de Dios -el del Sinaí-, delante de Dios, el Dios de Israel.
10 Tú derramaste una lluvia generosa, Señor: tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste;
11 allí es estableció tu familia, y tú, Señor, la afianzarás por tu bondad para con el pobre.
12 El Señor pronuncia una palabra y una legión de mensajeros anuncia la noticia:
13 "Huyen los reyes, huyen con sus ejércitos, y te repartes como botín los adornos de un palacio.
14 ¡No se queden recostados entre los rebaños! Las alas de la Paloma están recubiertas de plata, y su plumaje, de oro resplandeciente"
15 Cuando el Todopoderoso dispersó a los reyes, caía la nieve sobre el Monte Umbrío.
16 ¡Montañas divinas, montañas de Basán, montañas escarpadas, montañas de Basán!
17 ¿Por qué miran con envidia, montañas escarpadas, a la Montaña que Dios prefirió como Morada? ¡Allí el Señor habitará para siempre!
18 Los carros de guerra de Dios son dos miríadas de escuadrones relucientes; ¡el Señor está en medio de ellos, el Sinaí está en el Santuario!
19 Subiste a la altura llevando cautivos, recogiste dones entre los hombres -incluso entre los rebeldes- cuando te estableciste allí, Señor Dios.
20 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación! El carga con nosotros día tras día;
21 él es el Dios que nos salva y nos hace escapar de la muerte.
22 Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, el cráneo de los que se obstinan en sus delitos.
23 Dice el Señor: "Los traeré de Basan, los traeré desde los abismos del mar,
24 para que hundas tus pies en la sangre del enemigo y la lengua de tus perros también tenga su parte".
25 Ya apareció tu cortejo, Señor, el cortejo de mi Rey y mi Dios hacia el Santuario:
26 los cantores van al frente, los músicos, detrás; las jóvenes, en medio, van tocando el tamboril.
27 ¡Bendigan al Señor en medio de la asamblea! ¡Bendigan al Señor desde la fuente de Israel!
28 Allí Benjamín, el más pequeño, abre la marcha con los príncipes de Judá, vestidos de brocado, y con los príncipes de Zabulón y los príncipes de Neftalí.
29 Tu Dios ha desplegado tu poder: ¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
30 A causa de tu Templo, que está en Jerusalén, los reyes te presentarán tributo.
31 Reprime a la Fiera de los juncos, al tropel de los toros y terneros: que esos pueblos se rindan a tus pies, trayendo lingotes de oro. El Señor dispersó a los pueblos guerreros;
32 telas preciosas llegan de Egipto y Etiopía, con sus propias manos, presenta sus dones a Dios.
33 ¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno a Dios,
34 al que cabalga por el cielo, por el cielo antiquísimo! El hace oír su voz poderosa,
35 ¡reconozcan el poder de Dios! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes.
36 Tú eres temible, oh Dios, desde tus santuarios. El Dios de Israel concede a su pueblo el poder y la fuerza. ¡Bendito sea Dios!

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Introducción a Salmos


LOS DEMÁS ESCRITOS

Vengan, hijos, escuchen:
voy a enseñarles el temor del Señor.

¿Quién es el hombre que ama la vida
y desea gozar de días felices?
Guarda tu lengua del mal,
y tus labios de palabras mentirosas.
Apártate del mal y practica el bien,
busca la paz y sigue tras ella.

Psa_34:12-15


Nosotros encontramos el consuelo
en los Libros santos
que están en nuestras manos.
1Ma_12:9


Todo escriba convertido en discípulo
del Reino de los Cielos
se parece a un dueño de casa
que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo.
Mat_13:52


LOS DEMÁS ESCRITOS

Después de la LEY y los PROFETAS, la Biblia hebrea presenta una tercera colección de Libros, que no forman un conjunto homogéneo. Por eso no han recibido un título característico, sino que se los llamó simplemente LOS DEMÁS ESCRITOS. Entre ellos ocupa un lugar de preeminencia el libro de los Salmos. De allí que el Nuevo Testamento, siguiendo una costumbre judía, designe a estas tres partes de la Biblia como "la Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos" ( Luk_24:44 ).
Además de estos "Escritos", hay otros Libros que los judíos de Palestina no incluyeron en el canon de las Escrituras, pero que fueron admitidos por los judíos residentes en Alejandría de Egipto. Estos Libros, redactados originariamente en griego o traducidos a esa lengua, fueron incorporados a la versión llamada de los "Setenta", que era la Biblia usada por las comunidades judías dispersas en el mundo grecorromano y por los cristianos de habla griega. Como en los primeros siglos del Cristianismo se suscitaron ciertas dudas sobre el carácter inspirado de estos Libros, se los llamó "deuterocanónicos", es decir, incluidos en el canon de los Libros Sagrados en un "segundo" momento. Actualmente, los cristianos que siguen la reforma protestante, lo mismo que el Judaísmo, sólo admiten el canon fijado por los rabinos de Palestina hacia el año 90 d. C. La Iglesia Católica, en cambio, también reconoce como inspirados los Libros "deuterocanónicos".
El grupo más representativo de estos Escritos es el de los Libros llamados "sapienciales", a saber, Job, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría, aunque el género sapiencial también se encuentra en varios Salmos y en otros Libros de carácter didáctico, como los de Tobías y Baruc. Este género se remonta a los orígenes de Israel, pero se desarrolló especialmente después del exilio, cuando se extinguió el profetismo y los "maestros de sabiduría" se convirtieron en los guías espirituales del Pueblo judío.


Los escritos sapienciales

La literatura sapiencial no es exclusiva de Israel, sino que constituye un fenómeno ampliamente difundido en todo el Antiguo Oriente. La misma Biblia menciona a "los sabios de las naciones" ( Jer_10:7 ) y alude en particular a la sabiduría de Asiria ( Isa_10:13 ), de Babilonia ( Isa_47:10 ; Jer_50:35 ) y de Fenicia ( Eze_28:3-5 ). Especialmente célebres eran los sabios de Arabia y de Edóm, y Job lo mismo que sus tres amigos son presentados como habitantes de aquellas regiones ( Job_1:1 ; Job_2:11 ). No menos renombrada era la sabiduría de Egipto, de donde procede un conjunto notable de escritos sapienciales, cuyos orígenes se remontan al 2800 a. C.
El rasgo más característico de la "sabiduría" oriental es su carácter eminentemente práctico. El sabio observa y escucha, está atento a la compleja trama de la vida y a las reacciones de los hombres. Él sabe que en la infinita variedad de los acontecimientos es posible descubrir un "orden" que es preciso conocer para actuar con éxito en la vida. La sabiduría es el arte de gobernarse a sí mismo, la capacidad de distinguir lo útil y ventajoso de lo nocivo y perjudicial. Las fuentes de ese conocimiento práctico son la inteligencia, la experiencia y la reflexión.
De este fondo cultural común a muchos pueblos del Antiguo Oriente se benefició también Israel. El movimiento sapiencial tomó un gran impulso en tiempos de Salomón, cuando el afianzamiento de la institución monárquica exigía la adecuada formación de las clases dirigentes del reino y la organización del personal administrativo. De allí que la tradición bíblica considere a aquel célebre rey como el prototipo del "sabio" ( 1Ki_5:10 ) y le atribuya prácticamente todos los escritos sapienciales del Antiguo Testamento.
Pero Israel no recibió pasivamente aquella herencia cultural, sino que le imprimió su sello propio. La sabiduría que brota de la experiencia se convirtió gradualmente en una sabiduría religiosa, fundada en el "temor del Señor" y orientada hacia él. Así, el "humanismo" de la sabiduría oriental adquirió un contenido nuevo, que se acentúa sobre todo en los escritos más recientes, como son el prólogo al libro de los Proverbios, el Eclesiástico y la Sabiduría. Al destacar el origen divino de la Sabiduría, los "sabios" de Israel descubrieron nuevos horizontes, que los llevaron a poner de relieve la misteriosa trascendencia de esa Sabiduría y la incapacidad del hombre para penetrar en ella (Jb. 28).
Más aún, varios poemas contenidos en estos Libros "personifican" a la Sabiduría divina, presentándola como alguien que toma la palabra para exponer sus prerrogativas y su inagotable riqueza ( Pro_8:22-31 ). Ella se identifica a sí misma con la Palabra creadora de Dios (Ecli. 24. 3) y con la Ley revelada a Israel (Ecli. 24. 23; Bar. 3. 9 - 4. 4). Esta personificación poética de la Sabiduría preparaba la revelación del misterio de Cristo, Palabra de Dios hecha carne ( Joh_1:14 ) y Sabiduría de Dios manifestada plenamente a los hombres ( 1Co_1:24 ).


SALMOS


La formación del Salterio

La palabra "Salmo" proviene de un verbo griego que significa "tocar un instrumento de cuerdas", y se utilizó originariamente para designar los cantos acompañados por ese instrumento. Este último se llamaba "Salterio", pero más tarde el nombre perdió su significación original y comenzó a ser empleado como sinónimo de LIBRO DE LOS SALMOS.
El Antiguo Testamento contiene numerosos textos poéticos con características similares a las de los Salmos. El célebre Canto de Moisés ( Exo_15:1-18 ), el himno de victoria entonado por Débora y Barac (Jc. 5), la elegía de David por la muerte de Saúl y Jonatán ( 2Sa_1:17-27 ) y la lamentación de Jonás ( Jon_2:3-10 ), son algunos de los muchos ejemplos que se podrían citar. Pero el tesoro de la lírica cultual y religiosa de Israel se encuentra fundamentalmente en el Salterio.
Una tradición judía -que luego tuvo amplia difusión en la Iglesia- atribuye a David la mayor parte de los Salmos. Esta atribución se funda en el testimonio de los Libros históricos del Antiguo Testamento, que aluden repetidamente al genio musical y poético de David ( 1Sa_16:16-19 , 1Sa_16:23 ; 2Sa_1:17-27 ; 2Sa_23:1 ). Sin embargo, las múltiples situaciones individuales y nacionales reflejadas en los Salmos, su variedad de estilos y géneros literarios, como asimismo su íntima vinculación con la vida litúrgica de Israel, impiden afirmar que el Salterio sea la obra de un solo autor o el producto de una sola época. Por otra parte, dicha tradición comenzó a formarse mucho después del exilio babilónico, es decir, en un momento en que era frecuente entre los judíos poner bajo el nombre de una gran personalidad todos los escritos pertenecientes a un mismo género. Así, por ejemplo, toda la legislación contenida en el Pentateuco se atribuyó a Moisés, mientras que Salomón fue considerado el autor de toda la literatura sapiencial.
En realidad, el Salterio es el Libro de oración que los israelitas fueron componiendo a lo largo de varios siglos para dialogar con su Dios. A través de ciento cincuenta poemas religiosos, ese Pueblo fue expresando sus experiencias y las aspiraciones más profundas de su alma: sus luchas y sus esperanzas, sus triunfos y sus fracasos, su adoración y su acción de gracias, sus rebeldías y sus arrepentimientos y, sobre todo, la súplica ardiente que brota de la enfermedad, la pobreza, el destierro, la injusticia y de todas las demás miserias del hombre.
Al comienzo de la mayoría de los Salmos se encuentran inscripciones o "títulos", con indicaciones de carácter musical, poético, litúrgico o histórico, cuyo significado es muchas veces oscuro. Estos títulos no provienen de los autores de cada Salmo, sino que fueron agregados por los cantores del Templo de Jerusalén, a medida que los diversos poemas eran agrupados en colecciones.

Los géneros literarios de los Salmos

En el texto hebreo del Antiguo Testamento, los Salmos son designados con una expresión que significa "Cantos de Alabanza". Esta designación se adapta muy bien a un grupo de Salmos, pero resulta menos adecuada cuando se la aplica a todo el conjunto, ya que el Salterio incluye -además de los "Himnos" o "Cantos de Alabanza"otros tipos de oración, en especial, las "Súplicas" y los "Cantos de Acción de gracias".
Los "Himnos" expresan la actitud de adoración del creyente frente a la grandeza y la bondad de Dios. En este grupo se distinguen, por su tema especial, los "Cantos de Sión" y los "Himnos a la realeza del Señor". Las "Súplicas" responden a la necesidad de apelar confiadamente a la misericordia divina en los momentos de necesidad, y se pueden distinguir dos tipos diversos: las súplicas "colectivas" y las "individuales". Los "Cantos de Acción de gracias" son una expresión de reconocimiento por la ayuda recibida del Señor, y también ellos se dividen en "colectivos" e "individuales". La característica distintiva de estos Salmos es el relato de los sufrimientos padecidos por el salmista y la solemne proclamación de los beneficios alcanzados.
A estos tres géneros se añaden otros grupos de salmos que presentan características especiales, sea de forma o de contenido. A ellos pertenecen, por ejemplo, los Salmos "sapienciales" y los "reales". Estos últimos cobraron una especial importancia cuando fue depuesto el último de los reyes davídicos. "Releídos" en sentido mesiánico, se descubrió en ellos un anuncio profético del día en que el Señor devolvería su antiguo esplendor a la dinastía davídica y establecería un Reino más perfecto aún que el de David. Dentro de dicha perspectiva mesiánica, el Nuevo Testamento aplicó esto Salmos a Jesucristo, el Mesías, "nacido de la estirpe de David según la carne" ( Rom_1:3 ). Además, existen otras formas de Salmos, llamadas "mixtas" o "irregulares" porque en ellas se mezclan diversos géneros.

Los Salmos imprecatorios

Una dificultad particular es la que presentan las "imprecaciones" del Salterio, con sus violentos deseos de venganza y sus expresiones de odio contra los "enemigos". Para situar esas imprecaciones en su contexto adecuado, conviene tener en cuenta, aunque sea muy someramente, quiénes son los "enemigos" a los que se alude en los Salmos.
Unas veces, las imprecaciones están dirigidas contra los "enemigos" de Israel, es decir, contra los responsables de graves desgracias nacionales, incluso -como en los casos de Asiria y de Babilonia- de la destrucción de los Reinos de Israel y de Judá ( 2Ki_17:5-6 ; 2Ki_25:8-21 ). El orgullo nacional y la convicción de que los enemigos de Israel eran los enemigos de Dios, hacen más explicables algunas expresiones, como las de los salmos 79. 12; 137. 7-9. Por otra parte, estas imprecaciones reproducen fórmulas más o menos estereotipadas, propias del lenguaje guerrero de la época.
Otras veces, los "enemigos" son todos aquellos que tenían al salmista por un pecador y veían en sus sufrimientos un castigo de Dios, debido a la perspectiva de retribución puramente terrena propia del Antiguo Testamento. Para esa mentalidad, todo sufrimiento era una consecuencia del pecado, y los que lo padecían estaban "abandonados de Dios". Consciente de su inocencia, el salmista apela al Señor para que "confunda" a sus enemigos. Sólo así se manifestaría la justicia de Dios y la inocencia de los justos, y no se podría dudar de la protección que el Señor concede a sus amigos. Finalmente, en otras ocasiones, los "enemigos" son los que persiguen y oprimen a los pobres y a los débiles. En esos casos, las imprecaciones -incluso las más violentas- revelan un ansia incontenible de justicia y un legítimo anhelo de liberación que nunca pierden actualidad.

El uso cristiano del Salterio

Los primeros cristianos hicieron del Salterio su "Libro de oración" por excelencia, si bien lo "releyeron" con un nuevo espíritu, a la luz del Misterio Pascual. Este hecho resulta particularmente significativo, si se tiene en cuenta que todos los otros elementos cultuales de la ANTIGUA ALIANZA -el Templo, el sacerdocio y los sacrificios- quedaron abolidos por Cristo, el verdadero Templo, el Sumo Sacerdote y la única Víctima agradable a Dios.
Al conservar el uso de los Salmos, los primeros cristianos no hicieron más que seguir el ejemplo de Cristo. Los Salmos, en efecto, animaron su constante diálogo con el Padre. Un salmo expresa el sentido de su misión, en el momento de venir a este mundo ( Psa_40:8-9 , citado en Heb_10:9 ). En sus peregrinaciones a Jerusalén, antes de iniciar su ministerio público, Jesús cantó los Salmos graduales ( Luk_2:41-42 ). En la última Cena, entonó los Salmos que recitaban los judíos al celebrar la Cena pascual ( Mat_26:30 ). Y en la Cruz, él recurrió una vez más al Salterio para expresar su dolor y su abandono confiado en las manos del Padre ( Mat_27:46 ; Luk_23:46 ; Joh_19:28 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Salmos 68,1-35

2. Ver Num_10:35.

5. "Al que cabalga sobre las nubes": este era uno de los títulos que los cananeos daban a Baal, el dios de las tormentas y de las lluvias fecundantes. Al establecerse en Canaán, los israelitas no dudaron en designar al Señor con ese mismo título. Así expresaban, de una manera muy concreta, que las lluvias y la fertilidad de los campos dependen del Señor, y no de Baal o de cualquier otro dios.

7. "Con felicidad", literalmente, "por medio de hábiles parteras", según el sentido de la palabra hebrea original, tal como se ha podido establecer recientemente. Con sus manos expertas, las parteras ayudan al "feliz" nacimiento de los "cautivos", es decir, de los hijos encerrados en el vientre de las mujeres consideradas estériles. El contexto favorece esta traducción, porque en él se presenta al Señor como protector de los "huérfanos", de las "viudas" y de sus fieles privados de hogar y de hijos (vs. 6-7). Ver 113. 9.

8-11. Estos versículos evocan concisamente la gesta liberadora del Señor: El Éxodo de Egipto, la teofanía del Sinaí y los milagros obrados en el desierto. Ver 18. 8-16; 50. 3; 77. 17-19; 97. 3-5; Jue_5:4-5.

12-14. Estas estrofas -como casi todas las de este Salmo- contienen muchos pasajes oscuros, y consiguientemente la traducciòn es bastante conjetural. "Las alas de la Paloma..." (v. 14): según la interpretación corriente, esta expresión alude a las riquezas del enemigo, simbolizadas en una pieza de orfebrería hecha de metal precioso. Sin embargo, algunos indicios parecen indicar que la "Paloma" es Israel, y que las alas "recubiertas de plata" aluden a la victoria del pueblo que logrará apoderarse de un "botín" muy valioso (v. 13). Ver 74. 19.

15. "El Todopoderoso": esta es la traducción tradicional del nombre divino "El Saddai", cuyo significado se explica en la nota de Gen_17:1.

"El Monte Umbrío" es sin duda una colina cubierta de bosques, pero se ignora dónde está situado. La alusión a la "nieve" indica probablemente que cuando el Señor combate en favor de su Pueblo, todos los elementos de la naturaleza se asocian a él. Ver Job_38:22-23.

16-17. La pregunta dirigida a las "montañas de Basán" destaca con rasgos muy expresivos la supremacía del monte Sión, que fue el lugar elegido por el Señor para establecer su Morada en la tierra. Ver 48. 3; 132. 13.

18. "¡El Sinaí está en el Santuario!": esta audaz afirmación parece indicar que los antiguos privilegios del Sinaí -"la Montaña de Dios" ( Exo_3:1)- han pasado al monte Sión y a su Santuario.

19. "La altura" no es el cielo sino la fortaleza de Sión, donde estaba ubicada la ciudad jebusea, que resistió a la invasión de los israelitas hasta los tiempos de David ( 2Sa_5:6-10).

San Pablo cita este versículo para referirse a la Ascensión de Cristo ( Efe_4:8-10).

27. "La fuente de Israel" es sin duda la fuente de Guijón, que ocupaba un puesto importante en la vida religiosa de Jerusalén ( 1Re_1:33-40). No es inverosímil que de allí partiera la procesión que servía de marco litúrgico a este Salmo.

28. "Vestidos de brocado": esta traducción no pasa de ser una conjetura. Es probable que el texto esté mal conservado, y que falten algunas palabras.

31. "La Fiera de los juncos" es Egipto, representado por el cocodrilo o el hipopótamo, que vivían entre los juncos del Nilo. Ver Eze_29:3; Job_40:15.

32. "Telas preciosas": aunque la palabra hebrea correspondiente se traduce habitualmente por "magnates", hay serias razones para preferir esta traducción.

36. "Tus santuarios": esta expresión indica que el Salmo fue compuesto antes de la centralización del culto en el Templo de Jerusalén (Deut. 12), cuando todavía estaba permitido celebrar dicho culto en los santuarios tradicionales de Israel ( Gen_12:6; Gen_28:19; 1Sa_1:3).