Exodo  2 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 25 versitos |
1 Un hombre de la familia de Leví se casó con la hija de un levita.
2 La mujer concibió y dio a luz un hijo; y viendo que era muy hermoso, lo mantuvo escondido durante tres meses.
3 Cuando ya no pudo ocultarlo más tiempo, tomó una cesta de papiro y la impermeabilizó con betún y pez. Después puso en ella al niño y la dejó entre los juncos, a orillas del Nilo.
4 Pero la hermana del niño se quedó a una cierta distancia, para ver qué le sucedería.
5 La hija del Faraón bajó al Nilo para bañarse, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera. Al ver la cesta en medio de los juncos, mandó a su esclava que fuera a recogerla.
6 La abrió, y vio al niño que estaba llorando; y llena de compasión, exclamó: "Seguramente es un niño de los hebreos".
7 Entonces la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: "Quieres que vaya a buscarte entre las hebreas una nodriza para que te lo críe"?
8 "Sí", le respondió la hija del Faraón. La jovencita fue a llamar a la madre del niño,
9 y la hija del Faraón le dijo: "Llévate a este niño y críamelo; yo te lo voy a retribuir". La mujer lo tomó consigo y lo crió;
10 y cuando el niño creció, lo entregó a la hija del Faraón, que lo trató como a un hijo y le puso el nombre de Moisés, diciendo: "Sí, yo lo saqué de las aguas".
11 Siendo ya un hombre, Moisés salió en cierta ocasión a visitar a sus hermanos, y observó los penosos trabajos a que estaban sometidos. También vio que un egipcio maltrataba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
12 Entonces dirigió una mirada a su alrededor, y como no divisó a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
13 Al día siguiente regresó y encontró a dos hebreos que se estaban pelando. "¿Por qué golpeas a tu compañero?" Preguntó el agresor.
14 Pero este le respondió: "¿Quién te ha constituido jefe o árbitro nuestro? ¿Acaso piensas matarme como mataste al egipcio?". Moisés sintió temor y pensó: "Por lo visto, el asunto ha trascendido".
15 En efecto, el Faraón se enteró de lo sucedido, y buscó a Moisés para matarlo. Pero este huyó del Faraón, y llegó al país de Madián. Allí se sentó junto a un pozo.
16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas. Ellas fueron a sacar agua para llenar los bebederos y dar de beber al rebaño de su padre.
17 De pronto llegaron unos pastores y las echaron. Moisés, poniéndose de pie, salió en defensa de ellas y dio de beber a sus ovejas.
18 Cuando llegaron al lugar donde estaba Reuel, su padre, este les preguntó: ¿Por qué hoy han vuelto tan pronto?".
19 "Un hombre, un egipcio, le explicaron ellas, nos libró de los pastores, nos sacó agua, y hasta dio de beber al rebaño".
20 "¿Dónde está ese hombre?", preguntó él a sus hijas. "¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer".
21 Moisés accedió a quedarse en casa de aquel hombre, y este le dio como esposa a su hija Sipora.
22 Ella tuvo un hijo, y Moisés lo llamó Gersón, porque dijo: "Fui un emigrante en tierra extranjera".
23 Pasó mucho tiempo y, mientras tanto, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que gemían en la esclavitud, hicieron oír su clamor, y ese clamor llegó hasta Dios, desde el fondo de su esclavitud.
24 Dios escuchó sus gemidos y se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob.
25 Entonces dirigió su mirada hacia los israelitas y los tuvo en cuenta

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Introducción a Exodo 


Éxodo

Los relatos del ÉXODO se mueven entre dos puntos geográficos precisos: Egipto y el Sinaí. Allí se desarrollaron los acontecimientos que hicieron de Israel el Pueblo de Dios: la salida de Egipto, el paso del Mar Rojo y la Alianza del Sinaí. El recuerdo de estos acontecimientos se grabó para siempre en la memoria de Israel, y se convirtió en el fundamento mismo de su fe. Por eso, el libro del Éxodo ocupa un lugar prominente entre todos los libros de la Biblia, y ha sido llamado con razón el "Evangelio" del Antiguo Testamento.
El Éxodo puede dividirse en dos partes principales. La primera relata la gesta del Señor, que oyó el clamor de los israelitas esclavizados en Egipto y los hizo pasar de la esclavitud a la libertad en medio de grandes portentos. El punto culminante de esta primera parte es el canto triunfal de Moisés que celebra la liberación de Israel y la victoria del Señor sobre los enemigos de su Pueblo (15. 1-21). El relato de esta acción divina es la que da su nombre a todo el libro, ya que "éxodo" significa "salida".
La segunda parte describe el encuentro del Señor con Israel en el monte Sinaí. Después de haber manifestado su amor y su poder, Dios establece su Alianza con los israelitas y promulga su Ley por medio de Moisés. En virtud de esta Alianza, Israel pasa a ser la "propiedad exclusiva" del Señor y a constituir una nación santa, es decir, totalmente consagrada a él (19. 6).
Las narraciones del Éxodo son la epopeya nacional de Israel. En la formación de la misma, desempeñaron un papel decisivo las fiestas y celebraciones culturales. La liturgia pascual, sobre todo, rememoraba y actualizaba aquellos grandes acontecimientos del pasado, para que todas las generaciones de israelitas pudieran revivir la salida de Egipto y renovar el compromiso asumido por el Pueblo de Dios en el SINAB.
Por eso, el libro del Éxodo no es una "historia" en el sentido moderno de la palabra: es un testimonio nacido de la fe, el reconocimiento de que la existencia de Israel como nación no es obra de los hombres, sino una creación de Dios. En la redacción definitiva del Libro se emplearon elementos provenientes de la tradición "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal", además de otros textos de origen diverso.
Los grandes temas del Éxodo están presentes en toda la Biblia. A ellos se refieren los Profetas para anunciar un nuevo Éxodo ( Isa_43:18-21 ) y una nueva Alianza ( Jer_31:31-34 ) más admirables que los primeros. Y el Nuevo Testamento presenta al antiguo Éxodo como una prefiguración de la obra redentora de Cristo, la verdadera "Pascua" ( 1Co_5:7 ), que selló con su sangre "una Alianza más excelente" ( Heb_8:6 ). El Éxodo es el prototipo de todos los actos salvíficos de Dios, en especial, del Bautismo ( 1Co_10:1-4 ).

LA MISIÓN DE MOISÉS


Se calcula que después de la muerte de José, los hebreos permanecieron en Egipto unos trescientos años. Su rápido crecimiento provocó la reacción del Faraón y su propósito de exterminarlos. Por eso los persiguió y los maltrató. En medio de la opresión, los descendientes de Abraham clamaron al Señor, y el Señor se acordó de su Promesa y suscitó un Libertador. Es Moisés, que va a ocupar un lugar preponderante en el resto del Pentateuco.
Moisés asume y cumple su misión, no sin grandes dificultades. "
Él prefirió compartir los sufrimientos del Pueblo de Dios, antes que gozar los placeres efímeros del pecado, y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible" ( Heb_11:25 , Heb_11:27 ). De ahí que se enfrentó con el Faraón para exigirle la liberación de su Pueblo. En esa lucha, el Faraón personifica los intereses mezquinos que se oponen a la libertad de los hijos de Dios. Moisés, por su parte, es el arquetipo de los que luchan por conseguir esa libertad. El dramatismo con que está presentada semejante lucha, sobre todo en el relato de las plagas, pone bien en evidencia el triunfo final de Dios..

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Exodo  2,1-25

10. "Yo lo saqué de las aguas": esta es una etimología popular, que asocia artificialmente el nombre de Moisés a un verbo hebreo cuyo significado es "sacar".

15-16. El nombre "Madián" designa a un grupo de tribus nómadas, que vivían al sur y al este de Palestina. Según la Biblia los madianitas eran descendientes de Queturá, esposa de Abraham. Ver Gen_25:1-4.

18. "Reuel": según otra tradición, el nombre del suegro de Moisés era Jetró (3. 1; 18. 1).

22. "Fui un emigrante en tierra extranjera": este es un nuevo ejemplo de etimología popular, que asocia el nombre de Gersón a una palabra hebrea que significa "extranjero".