Cantares  8 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 14 versitos |
1 ¡Ah, si tú fueras mi hermano, criado en los pechos de mi madre! Al encontrarte por la calle podría besarte, sin que la gente me despreciara. La Amada
2 Yo te llevaría a la casa de mi madre, te haría entrar en ella, y tú me enseñarías... Te daría de beber, vino aromatizado y el juego de mis granadas. La Amada
3 Su izquierda sostiene mi cabeza y con su derecha me abraza. La Amada
4 Júrenme, hijas de Jerusalén, que no despertarán, ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera. El Amado
5 ¿Quién es esa que sube del desierto, reclinada sobre su amado? Te desperté debajo del manzano, allí donde tu madre te dio a luz, donde te dio a luz la que te engendró. Coro. El Amado
6 Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu lazo, porque el Amor es fuerte como la Muerte, inflexibles como el Abismo son los celos. Sus flechas son flechas de fuego, sus llamas, llamas del Señor. La Amada
7 Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Si alguien ofreciera toda su fortuna a cambio del amor, tan sólo conseguiría desprecio. La Amada
8 Tenemos una hermana pequeña, aún no le han crecido los pechos. ¿Qué haremos con nuestra hermana, cuando vengan a pedirla? Los hermanos
9 Si fuera una muralla, le pondríamos almenas de plata; si fuera una puerta, la reforzaríamos con tablas de cedro. Los hermanos
10 Yo soy una muralla, y mis pechos son como torreones: por eso soy a los ojos de él como quien ha encontrado la paz. La hermana menor
11 Salomón tenía una viña en Baal Hamón; la confió a unos cuidadores, y cada uno le traía mil siclos de plata por sus frutos. El Amado
12 Mi viña es sólo para mí, para ti, Salomón, son los mil siclos, y doscientos para los cuidadores. El Amado
13 ¡Tú que habitas en los jardines!, mis compañeros prestan oído a tu voz; deja que yo te oiga decir: El Amado
14 "Apúrate, amado mío, como una gacela, como un ciervo joven, sobre las montañas perfumadas". El Amado

Patrocinio

 
 

Introducción a Cantares 


Cantar de los cantares

CANTAR DE LOS CANTARES es un superlativo que significa "el más hermoso de los Cantos", "el Canto por excelencia". A primera vista, es el Libro menos "bíblico" por su contenido y por su forma. Su autor es desconocido y, probablemente, fue compuesto en la primera mitad del siglo IV a. C. En él se describe y ensalza el amor apasionado de una pareja, que trata por todos los medios de llegar a la unión definitiva. Los encantos y el mutuo atractivo de los dos amantes, lo mismo que el gozo y el sufrimiento que acompañan necesariamente su amor, son expresados en el estilo propio de la poesía amatoria de la época, a través de imágenes llenas de colorido y de fuerza. "¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son palomas! ¡Qué hermoso eres, amado mío, eres realmente encantador!"( 1. 15-16). "¡Mi amado es para mí, y yo soy para mi amado, que apacienta su rebaño entre los lirios!" (2. 16; 6. 3).
Entre las diversas partes del Libro no existe mayor continuidad lógica y sus personajes son imprecisos. Tampoco se explican las situaciones por las que atraviesa la pareja ni se establece ninguna ilación entre ellas. De vez en cuando, el diálogo amoroso es interrumpido por un coro que actúa a la manera de relator e impulsa a los amantes en su ardiente búsqueda.
¿Qué significa dentro de los Libros sagrados este Libro, que apenas una vez y de paso nombra a Dios? (8. 6). ¿Qué mensaje nos transmite la "Palabra de Dios" contenida en él? Son muchas y muy variadas las interpretaciones que se han dado del mismo, tanto en el Judaísmo como en el Cristianismo. Para algunos, el Cantar es un poema alegórico, que celebra el amor de Dios hacia su Pueblo a la manera de un amor conyugal, retomando la hermosa imagen utilizada por Oseas, Jeremías y Ezequiel. Para otros, este Libro no es más que un conjunto de poemas, compuestos con ocasión de una fiesta nupcial y destinados a cantar el amor de una pareja.
Ambas interpretaciones, lo mismo que otras mas o menos semejantes, no son necesariamente opuestas ni excluyentes. ¿Acaso el amor entre el varón y la mujer no ha sido establecido y bendecido por Dios al comienzo de la creación? "Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne" ( Gen_2:24 ). Es na- tural, entonces, que la Biblia se haya valido de una canción de amor aparentemente "profana" para exaltar la dignidad del amor conyugal y proclamar sus excelencias. Y es natural que, de esa manera, el Cantar de los Cantares haya querido también celebrar veladamente la gran Alianza de amor entre Dios e Israel, que llena todas las páginas del Antiguo Testamento.
La tradición cristiana ha visto en este Libro una figura del amor de Cristo hacia la Iglesia, que es su Esposa ( Eph_5:25 ). A su vez, la liturgia ha aplicado varias imágenes de este poema a la unión entre la Virgen María y el Espíritu, y los grandes místicos las han referido a la unión íntima de cada creyente con Dios.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

Patrocinio

Notas

Cantares  8,1-14

2. "Tú me enseñarías", es decir, me iniciarías en los secretos del amor.

5. Los dos fragmentos que componen este versículo, no tienen ninguna conexión aparente con el contexto. Probablemente, se trata del comienzo de dos poemas que no han sido transcritos integramente.

6. El "sello", que era un sustituto de la persona y signo de su autoridad, se llevaba suspendido al cuello o ajustado al dedo con un anillo.

"Llamas del Señor": este es el único pasaje del Cantar donde se menciona el nombre del Dios de Israel.

8-10. Este texto, bastante enigmático, parece sugerir la preocupación de los hermanos por su "hermana pequeña", hasta que llegue el momento de casarla. Ella les responde que ya no es tan niña como creen y que el amor le ha hecho encontrar la felicidad.

13. "Mis compañeros prestan oido a tu voz": con estas palabras, el Amado pone en guardia a su Amada para que se cuide de lo que va a decir.