Levítico 2 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 16 versitos |
1 Cuando un persona ofrezca al Señor una oblación, su ofrenda consistirá en harina de la mejor calidad; sobre ella derramará aceite y pondrá incienso.
2 La llevará a los hijos de Aarón, los sacerdote, y el sacerdote tomará un puñado de la harina con aceite y todo el incienso, y hará arder sobre el altar ese memorial, como una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
3 El resto de la oblación será para Aarón y sus hijos, como una porción santísima de las ofrendas que se queman para el Señor.
4 Si presentas una oblación de alimentos cocidos al horno, la ofrenda será de harina de la mejor calidad, preparadas en forma de panes sin levadura amasados con aceite, o de galletas sin levadura untadas con aceite.
5 Si ofreces una oblación de alimentos fritos a la sartén, la harina estará amasada con aceite y no llevará levadura.
6 Deberás cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella: es una oblación.
7 Si ofreces una oblación de alimentos cocidos a la cacerola, la ofrenda deberá estar hecha con harina de la mejor calidad y con aceite.
8 Cuando presentes al Señor una oblación preparada en cualquiera de estas formas, la llevarás al sacerdote, y él la acercará al altar,
9 luego apartará de ella el memorial y lo hará arder sobre al altar: es una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.
10 El resto de la oblación será para Aarón y sus hijos, como un porción santísima de las ofrendas que se queman para el Señor.
11 Ninguna de las oblaciones que ustedes ofrecerán al Señor estará hecha con materia fermentadas, porque ni la levadura ni la miel deben arder como ofrenda que se quema para el Señor.
12 Podrán presentarlas al Señor como ofrendas de primicias, pero no serán ofrecidas sobre el altar como sacrificio de aroma agradable.
13 En cambio, sazonarás con sal todas las oblaciones que ofrezcas. Nunca dejarás que falte a tu oblación la sal de la alianza de tu Dios: sobre todas tus oblaciones deberás ofrecer sal.
14 Si presentas al Señor una oblación de primicias, ofrecerás espigas tostadas al fuego o granos molidos de cereales recién maduros.
15 Sobre ella derramarás aceite y le añadirás incienso: es una oblación.
16 Luego el sacerdote hará arder como memorial una parte del grano molido y del aceite, con todos el incienso" es una ofrenda que se quema para el Señor.

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Introducción a Levítico


Levítico


Los judíos de habla griega llamaron LEVÍTICO al tercer libro del Pentateuco. Este nombre da una idea bastante adecuada de su contenido, porque el mismo consta casi exclusivamente de las prescripciones rituales que debían poner en práctica los sacerdotes de la tribu de Leví.
La primera parte del Levítico está dedicada al ritual de los sacrificios (caps. 1-7). Luego vienen el ceremonial para la investidura de los sacerdotes (caps. 8-10), y la ley sobre lo puro y lo impuro (caps. 11-15), que concluye con el ritual para el gran Día de la Expiación (cap. 16). Los caps. 17-26 contienen la así llamada "Ley de Santidad", que se cierra con una serie de bendiciones y maldiciones. A modo de Apéndice, el cap. 27 determina las condiciones para el rescate de las personas, los animales y los bienes consagrados al Señor.
El Levítico pertenece en su totalidad a la tradición "sacerdotal". De allí su estilo minucioso y preciso, sobrecargado de términos técnicos y de repeticiones. Esta es una característica de todas las legislaciones cultuales, que se extienden hasta los más mínimos detalles para asegurar la eficacia de los ritos.
Aunque el Libro recibió su forma definitiva en la comunidad postexílica, algunos de los elementos que lo integran tienen un origen muy antiguo. Las prohibiciones alimenticias (cap. 11) y las reglas relativas a la pureza (caps. 13-15) conservan vestigios de una edad primitiva, cargada de tabúes y concepciones mágicas. El ceremonial del gran Día de la Expiación (cap. 16) yuxtapone a un rito arcaico un concepto muy elevado del pecado.
Como en el resto del Pentateuco, las leyes están encuadradas en un marco narrativo. Pero en el Levítico ese marco es muy simple, y se reduce casi siempre a una fórmula convencional, que hace depender todo el culto israelita de una orden dada por Dios a Moisés en el Sinaí. Así se pone de relieve la relación del culto con la Alianza.
La lectura del Levítico deja casi inevitablemente la impresión de que su contenido pertenece a una cultura lejana y extraña al hombre moderno. Esto es verdad, pero visto en su contexto histórico, el Libro atestigua un sentido muy profundo de la trascendencia divina y de la preocupación por formar un Pueblo santo, consagrado al culto del verdadero Dios en medio de las naciones paganas.
La antigua Ley no era más que "la sombra de los bienes futuros" ( Heb_10:1 ), y el único Sacrificio de Cristo hizo caducar todo el ceremonial del antiguo Templo. Pero las exigencias de santidad y de pureza en el servicio de Dios siguen siendo siempre válidas, y la referencia al Levítico es indispensable para entender muchos pasajes del Nuevo Testamento, que nos hablan de Cristo y de su Sacrificio redentor.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Levítico 2,1-16

2. La parte de la oblación que se quema sobre el altar recibe el nombre de "memorial". El significado de esta expresión es dudoso. Algunos intérpretes piensan que es un don ofrecido al Señor para que "se acuerde" del oferente; otros consideran que se trata más bien de una "prenda" o porción escogida, que "recuerda" o representa ante el Señor toda la ofrenda.

11-13. Las oblaciones no podían contener "levadura" ni "miel", tal vez por la facilidad con que estas se corrompen o por el uso que se les daba en los sacrificios paganos. Se exigía, en cambio, que estuvieran sazonadas con "sal", elemento que posee una significación simbólica: es "la sal de la alianza de tu Dios". Esta expresión se puede aclarar a la luz de una práctica común entre los árabes: la sal, que sirve de condimento a la comida y preserva de la corrupción, se utiliza en los banquetes de amistad y de alianza, como símbolo para establecer una comunidad perdurable. En Num_18:19; 2Cr_13:5, la expresión "alianza de sal" equivale a "alianza eterna".