Numeros  21 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 35 versitos |
1 Cuando el cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Négueb, supo que Israel llegaba por el camino de Atarím, lo atacó y se llevó algunos prisioneros.
2 Entonces Israel hizo este voto al Señor: "Si pones a este pueblo en nuestra manos, consagraremos sus ciudades al exterminio total".
3 El Señor oyó la súplica de Israel y les entregó a los cananeos, que fueron consagrados al exterminio, junto con sus ciudades. Por eso aquel lugar se llamó Jormá.
4 Los israelitas partieron del monte Hor por el camino del Mar Rojo, para bordear el territorio de Edom. Pero en el camino, el pueblo perdió la paciencia
5 y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para hacernos morir en el desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua, y ya estamos hartos de esta comida miserable!".
6 Entonces el Señor envió contra el pueblo unas serpientes abrasadoras, que mordieron a la gente, y así murieron muchos israelitas.
7 El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes". Moisés intercedió por el pueblo,
8 y el Señor le dijo: "Fabrica una serpiente abrasadora y colócala sobre un asta. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará curado".
9 Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba curado.
10 Los israelitas partieron y acamparon en Obot.
11 Luego siguieron avanzando y acamparon en Iyé Ha Abarím, en el desierto que está en el límite con Moab, hacia oriente.
12 Partiendo de allí, acamparon junto al torrente Zéred.
13 Después continuaron avanzando y acamparon más allá del Arnón, en el desierto que se extiende desde el territorio de los amorreos, porque el Arnón sirve de frontera entre Moab y los amorreos.
14 Por eso, el Libro de las Guerras del Señor habla de "...Vaheb en Sufá, y los torrentes; el Arnón,
15 con sus afluentes, que se extiende hasta el territorio de Moab...".
16 De allí partieron para Beer, el pozo donde el Señor dijo a Moisés: "Reúne al pueblo y le daré agua".
17 Entonces Israel entonó este canto: "¡Surge, Pozo! ¡Entónenle un canto!
18 Pozo que cavaron los jefes, que perforaron los nobles del pueblo, con sus cetros, con sus bastones". De Mibdar fueron a Mataná,
19 de Mataná a Najaliel, de Najaliel a Bamot,
20 y de Bamot al valle que está en el campo de Moab, hacia la cima del Pisgá, dominando el desierto.
21 Israel envió unos mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, con esta propuesta:
22 "Déjame pasar por tu país. No nos desviaremos hacia los campos o los viñedos, ni beberemos agua de los pozos. Iremos por el camino principal, hasta que hayamos atravesado tu territorio".
23 Sijón no permitió que Israel pasara por su territorio, sino que reunió todas sus fuerzas y fue a combatir contra Israel en el desierto. Cuando llegó a Iahás, presentó batalla a Israel,
24 pero Israel lo pasó al filo de la espada y se apoderó de su territorio, desde el Arnón hasta el Iaboc, y hasta Az de los amonitas, porque Az servía de frontera con los amonitas.
25 Israel se apoderó de todas esas ciudades, y se estableció en las ciudades de los amorreos, en Jesbón y en sus ciudades dependientes.
26 Jesbón era la ciudad de Sijón, el rey de los amorreos que había luchado contra un rey anterior de Moab y le había arrebatado su territorio hasta el Arnón.
27 Por eso los poetas recitan: "¡Vengan a Jesbón! Que sea reconstruida, que sea restaurada la ciudad de Sijón.
28 Porque ha salido fuego de Jesbón, una llamarada de la ciudad de Sijón, que consumió a Ar de Moab y a los jefes de las alturas del Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Quemós! El puso en fuga a sus hijos, e hizo prisioneras a sus hijas en manos de Sijón, un rey amorreo.
30 Los hemos traspasado a flechazos, está en ruinas Jesbón hasta Dibón; hemos arrasado hasta Nofaj, que está junto a Mádaba".
31 De esta manera, Israel ocupó el país de los amorreos.
32 Luego Moisés mandó a explorar Iázer, y los israelitas conquistaron las ciudades dependientes de ella, y despojaron a los amorreos que estaban allí.
33 Cuando reanudaron la marcha y avanzaron en dirección a Basán, Og, rey de Basán, les salió al encuentro con todas sus tropas, para presentarles batalla en Edrei.
34 Entonces el Señor dijo a Moisés: "No le tengas miedo, porque yo lo puse en tus manos con todo su pueblo y todo su territorio. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que habitaba en Jesbón".
35 Los israelitas lo derrotaron, a él a sus hijos y a todo su pueblo, sin dejar ningún sobreviviente. Así se apoderaron de su territorio.

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Introducción a Numeros 


Números


El título NÚMEROS refleja bastante imperfectamente el contenido del cuarto libro del Pentateuco, pero destaca, al menos, una de sus características: la preocupación por las precisiones numéricas. Esta preocupación se manifiesta, entre otras cosas, en los dos censos registrados en el Libro (caps. 1-4; 26), en la reglamentación sobre los sacrificios (caps. 28-29), y en las instrucciones para el reparto del botín (cap. 31) y para la división del territorio alrededor de las ciudades levíticas (35. 1-8).
Los judíos de lengua hebrea llamaban a este libro "EN EL DESIERTO", porque estas son las palabras más importantes del versículo inicial. Dicho titulo evoca otro de sus temas característicos: la marcha de los israelitas a través del desierto, desde el Sinaí hasta las fronteras de la Tierra prometida.
El libro de los Números da la impresión de ser un conjunto de elementos heterogéneos, sin ninguna conexión lógica. A pesar de todo, es posible establecer un cierto orden, si se tiene en cuenta el marco geográfico de los acontecimientos relatados.
1.º La partida desde el Sinaí se prepara con un censo del pueblo y con las ofrendas presentadas con motivo de la dedicación del Santuario (1. 1 - 10. 10).
2.º Después de celebrar la segunda Pascua, los israelitas salen del Sinaí y llegan a Cades, donde realizan un intento desafortunado de entrar en Canaán por el sur (10. 11 - 21. 35).
3.º Tras una larga permanencia en Cades, vuelven a ponerse en camino y llegan a las estepas de Moab, frente a Jericó (caps. 22-36).
En torno a estos relatos, se mezclan numerosas disposiciones legales y litúrgicas, que completan la legislación del Sinaí o preparan el establecimiento de Israel en Canaán.
En el libro de los Números vuelven a aparecer las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última es la que dio una forma acabada a toda la obra y le imprimió su espíritu peculiar.
Es inútil buscar en esta compilación de antiguas tradiciones, un relato exacto y ordenado de los hechos. La tradición sobre el itinerario del desierto es fragmentaria y se limita a unos pocos episodios. Además, la historia es vista desde una perspectiva religiosa. Su intención es mostrar la solícita providencia de Dios en favor de su Pueblo, a pesar de las murmuraciones y rebeldías del mismo.
Durante su marcha por el desierto, Israel vivió sus primeras experiencias como Pueblo de Dios. Allí la masa heterogénea de fugitivos que habían salido de Egipto bajo la guía de Moisés ( Exo_12:38 ) comenzó a tomar conciencia de su destino común. Al llegar la plenitud de los tiempos, también el nacimiento del nuevo Pueblo de Dios estuvo vinculado con el desierto. Allí predicó y bautizó Juan el Bautista, para preparar "el camino del Señor" ( Mat_3:3 ). Y allí Jesús "fue llevado por el Espíritu" ( Mat_4:1 ) para prepararse a cumplir su misión de "iniciador y consumador de nuestra fe" ( Heb_12:2 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Numeros  21,1-35

3. El nombre "Jormá" está relacionado con el verbo hebreo que significa "consagrar al exterminio total". Esta es, según la tradición bíblica, la primera victoria de Israel sobre los cananeos.

4-9. Los israelitas representaban a estas "serpientes abrasadoras" como seres fabulosos, probablemente alados ( Isa_30:6), y les daban ese nombre por la inflamación y la fiebre que producían al morder. La "serpiente de bronce" fabricada por Moisés ejerce una especie de influencia "sacramental", ya que es un signo visible mediante el cual Dios concede la curación.

En conjunto, el relato ilustra una vez más la reacción de los israelitas ante la dura prueba del desierto, el ejemplar castigo divino y el perdón concedido por la intercesión de Moisés. Pero, además, explica el origen de la serpiente de bronce llamada Nejustán, que se veneraba en el Templo de Jerusalén, y que el rey Ezequías mandó destruir, por considerarla un signo idolátrico ( 2Re_18:4). Según el Nuevo Tes-tamento la serpiente de bronce prefigura la obra salvadora de Cristo ( Jua_3:14-15).

14. "El Libro de las Guerras del Señor" era una colección de cantos épicos, que recordaban eI pasado heroico de las tribus israelitas. Esta colección ha desaparecido.

17-18. Este antiguo "canto del Pozo" expresa el júbilo de los habitantes del desierto al encontrar una fuente.

29. "Quemós" era el dios nacional de Moab.

30. "Dibón" estaba situada al este del Mar Muerto, cinco kilómetros al norte del torrente Amón. "Mádaba" se encontraba a ocho kilómetros al sur de Jesbón. La ubicación de "Nofaj" es desconocida.