Lucas 3 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 38 versitos |
1 El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene,
2 bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
3 Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados,
4 como está escrito en el libro del profeta Isaías: "Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
5 Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos.
6 Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios."
7 Juan decía a la multitud que venía a hacerse bautizar por él: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?
8 Produzcan los frutos de una sincera conversión, y no piensen: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijo de Abraham.
9 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego".
10 La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?".
11 El les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto".
12 Algunos publicanos vinieron también a hacer bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?".
13 El les respondió: "No exijan más de lo estipulado".
14 A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo".
15 Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
16 él tomó la palabra y les dijo: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
17 Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible"
18 Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
19 Mientras tanto el tetrarca Herodes, a quien Juan censuraba a causa de Herodías - la mujer de su hermano- y por todos los delitos que había cometido,
20 cometió uno más haciendo encarcelar a Juan.
21 Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo.
22 y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección".
23 Cuando comenzó su ministerio, Jesús tenía unos treinta años y se lo consideraba hijo de José. José era hijo de Elí;
24 Elí, hijo de Matat; Mata, hijo de Leví; Leví, hijo de Melquí; Melquí, hijo de Janai; Janai, hijo de José;
25 José, hijo de Matatías; Matatías, hijo de Amós; Amós, hijo de Naúm; Naúm, hijo de Eslí; Eslí, hijo de Nagai;
26 Nagai, hijo de Maat; Maat, hijo de Matatías; Matatías, hijo de Semein; Semein, hijo de Iosec; Iosec, hijo de Iodá;
27 Iodá, hijo de Joanán; Joanán, hijo de Resá; Resá, hijo de Zorobabel. Zorobabel era hijo de Salatiel; Salatiel, hijo de Nerí;
28 Nerí, hijo de Melquí; Melquí, hijo de Adí; Adí, hijo de Cosam; Cosam, hijo de Elmadam; Elmadam, hijo de Er;
29 Er, hijo de Jesús; Jesús, hijo de Eliezer; Eliezer, hijo de Jorím; Jorím, hijo de Matat; Matat, hijo de Leví;
30 Leví, hijo de Ángel; Ángel, hijo de Judá; Judá, hijo de José; José, hijo de Jonam; Jonam, hijo de Eliaquim;
31 Eliaquim, hijo de Meleá; Meleá, hijo de Mená; Mená, hijo de Matatá; Matatá, hijo de Natán; Natán, hijo de David.
32 David era hijo de Jesé; Jesé, hijo de Jobed; Jobed, hijo de Booz; Booz, hijo de Sela; Sela hijo de Naasón;
33 Naasón, hijo de Aminadab; Aminadab, hijo de Admín; Admín, hijo de Arní; Arní, hijo de Esrom; Esrom, hijo de Fares; Fares, hijo de Judá;
34 Judá, hijo de Jacob; Jacob, hijo de Isaac; Isaac, hijo de Abraham. Abraham era hijo de Tera; Tera, hijo de Najor;
35 Najor, hijo de Serúj; Serúj, hijo de Ragau; Ragau, hijo de Péleg; Péleg, hijo de Eber; Eber, hijo de Sela;
36 Sela, hijo de Cainán; Cainán, hijo de Arfaxad; Arfaxad, hijo de Sem. Sem era hijo de Noé; Noé, hijo de Lamec;
37 Lamec, hijo de Matusalén; Matusalén, hijo de Henoc; Henoc, hijo de Jaret; Jaret, hijo de Malaleel; Malaleel, hijo de Cainán;
38 Cainán, hijo de Enós; Enós, hijo de Set; Set, hijo de Adán; Adán, hijo de Dios.

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Introducción a Lucas


EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

El EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS fue redactado por este compañero de viaje del Apóstol san Pablo, unos cincuenta años después de la muerte de Jesús, y originariamente formaba un todo con el libro de los Hechos de los Apóstoles. Lucas no era de origen judío, y su obra está dirigida ante todo a los cristianos que, como él, provenían del mundo pagano. En el Prólogo de su Evangelio hace referencia al proceso de predicación, de transmisión oral y de redacción que precedió a la composición definitiva de los Evangelios.
Uno de los aspectos de la Buena Noticia que más quiso destacar san Lucas es el carácter universal de la Salvación. Jesucristo, en efecto, es el Salvador del mundo entero, y Dios quiere que todos los hombres se salven por medio de él. Para él no hay privilegios de raza, de nacionalidad, de cultura o de clase social. Mejor dicho, hay privilegios. Pero Dios los reserva para los pobres, para los que aparentemente no valen nada. Ellos son los destinatarios predilectos de la Buena Noticia, los herederos por excelencia del Reino de Dios.
Asimismo, este Evangelio se llama con razón el "Evangelio de la misericordia". Lucas nos presenta constantemente a Jesús como aquel que "vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (19. 10). Dios es para él, sobre todo, el Padre misericordioso que sale al encuentro de sus hijos extraviados y se llena de alegría al volver a encontrarlos.
Pero el "Evangelio de la misericordia" es también un Evangelio exigente. Su autor insiste en el llamado a la conversión, es decir, al cambio de vida, como condición indispensable para alcanzar la Salvación. El fruto de esa conversión es el gozo que experimentan los que creen en la Buena Noticia y se dejan salvar por ella. Por eso, san Lucas pone tan de relieve la acción del Espíritu Santo, que es la fuente de la verdadera alegría.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Lucas 3,1-38

1. "Herodes": ver nota Mat_14:1.

4-6. Isa_40:3-5. Ver nota Mat_3:3.

10-14. Estos versículos destacan la universalidad de la Salvación y su aspecto social.

12. "Publicanos": ver nota Mat_5:46.

22. Ver Sal_2:7; Isa_42:1. "Como una paloma": ver nota Mat_3:16.

23-38. La genealogía de Lucas va de hijos a padres, y es más universal que la de Mateo, ya que se remonta hasta Adán, cabeza de toda la humanidad. La de Mateo, en cambio, va de padres a hijos, y llega solamente hasta Abraham, padre del Pueblo judío.