Juan  13 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 38 versitos |
1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
2 Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo,
3 sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios,
4 se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura.
5 Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?".
7 Jesús le respondió: "No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás".
8 "No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús le respondió: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte".
9 "Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!".
10 Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos".
11 El sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: "No todos ustedes están limpios".
12 Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy.
14 Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
15 Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.
16 Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
17 Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
18 No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí.
19 Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
20 Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".
21 Después de decir esto, Jesús se estremeció y manifestó claramente: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará:.
22 Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería.
23 Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús.
24 Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: "Pregúntale a quién se refiere".
25 El se reclinó sobre Jesús y le preguntó: "Señor, ¿quién es?".
26 Jesús le respondió: "Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato". Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.
27 En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: "Realiza pronto lo que tienes que hacer".
28 Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto.
29 Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: "Compra lo que hace falta para la fiesta", o bien que le mandaba dar algo a los pobres.
30 Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche.
31 Después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él.
32 Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
33 Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: "A donde yo voy, ustedes no pueden venir".
34 Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.
35 En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros".
36 Simón Pedro le dijo: "Señor, ¿a dónde vas?". Jesús le respondió: "Adonde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás".
37 Pedro le preguntó: "¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti".
38 Jesús le respondió: "¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces".

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Introducción a Juan 


EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

El cuarto Evangelio difiere considerablemente de los tres anteriores, tanto por su forma literaria cuanto por su contenido. La tradición cristiana lo atribuye al Apóstol JUAN, a quien identifica con "el discípulo al que Jesús amaba" (13. 23; 19. 26; 20. 2; 21. 7, 20), y hay varios indicios en el mismo Evangelio que corroboran esta atribución. De todas maneras, la redacción final del Libro es el resultado de una larga elaboración en la que también intervinieron los discípulos del Apóstol. La obra fue concluida hacia el año 100, y tenía como destinatarios inmediatos a las comunidades cristianas de Asia Menor.
El Evangelio de Juan gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el Enviado de Dios, su Palabra por excelencia, que vino a este mundo para hacernos conocer al Padre. Él no habla por sí mismo, sino que "da testimonio" de la Verdad que escuchó del Padre (3. 11-13, 31-34), y toda su vida es una revelación de la "gloria" que recibió de su mismo Padre antes de la creación del mundo (17. 1-5).
Con más insistencia que los otros evangelistas, Juan acentúa la oposición entre Jesús -la "Luz", el "Camino", la "Verdad" y la "Vida"- y los que se niegan a creer en él, designados habitualmente con el nombre genérico de "los judíos". Jesús no vino a "juzgar" al mundo, sino a salvarlo. Pero, por el simple hecho de manifestarse a los hombres, él los pone ante una alternativa: la de permanecer en sus propias "tinieblas" o creer en la "luz". El que no cree en Jesús "ya" está condenado, mientras que el que cree en él "ya" ha pasado de la muerte a la Vida y tiene Vida eterna.
A diferencia de los Evangelios sinópticos, que mencionan una sola "subida" de Jesús a Jerusalén, este Evangelio habla de tres Pascuas celebradas en la Ciudad santa. Más aún, casi toda la actividad pública del Señor, se desarrolla dentro del marco litúrgico de alguna festividad judía. En lugar de las parábolas del Reino utilizadas a manera de comparaciones, tan características de los otros Evangelios, Juan se vale de breves y expresivas alegorías, como por ejemplo, la de la vid y los sarmientos y la del buen Pastor. También emplea diversos "símbolos" para referirse a la persona de Jesús y a los bienes que él brinda a los hombres: en especial, el "agua" y el "pan" le sirven para hacer una verdadera "catequesis sacramental" sobre el Bautismo y la Eucaristía.
El autor de este Evangelio vuelve constantemente sobre los mismos temas, desarrollándolos y profundizándolos una y otra vez. En cada uno de esos temas está contenido todo el misterio de Cristo. Pero más que los "hechos" de su vida, lo que le interesa y quiere poner de relieve es el "significado" que ellos encierran y que sólo la fe puede descubrir. Desde esa perspectiva, Juan interpreta las obras y amplía los discursos de Jesús, como fruto de una larga y profunda contemplación. Su objetivo fundamental es conducirnos a la Vida eterna, que consiste en conocer al "único Dios verdadero" y a su "Enviado, Jesucristo" (17. 3). Con razón se ha llamado al Evangelio de Juan el "Evangelio espiritual".

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Juan  13,1-38

1. Juan hace suya una interpretación hebrea de la palabra "Pascua" en el sentido de "paso", aludiendo al paso de los israelitas a través del mar Rojo, cuando huían de los egipcios (Éx. 14). El "paso" de Jesús de este mundo al Padre es la nueva Pascua, a la que nosotros debemos asociarnos.

18. Sal_41:10.

23. Era costumbre oriental comer recostándose en almohadones y apoyándose sobre el brazo izquierdo. Según la tradición, "el discípulo al que Jesús amaba" es el Apóstol Juan.

26. Ofrecer a un convidado un trozo de pan mojado en salsa era una muestra de agasajo y amistad. Jesús lo hizo para mostrar al discípulo amado quién era el traidor y hacer a este un último llamado al arrepentimiento.