II Corintios 6 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 18 versitos |
1 Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.
2 Porque él nos dice en la Escritura: En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.
3 En cuanto a nosotros, no damos a nadie ninguna ocasión de escándalo, para que no se desprestigie nuestro ministerio.
4 Al contrario, siempre nos comportamos como corresponde a ministros de Dios, con una gran constancia: en las tribulaciones, en las adversidades, en las angustias,
5 al soportar los golpes, en la cárcel, en las revueltas, en las fatigas, en la falta de sueño, en el hambre.
6 Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo, con un amor sincero,
7 con la palabra de verdad, con el poder de Dios; usando las armas ofensivas y defensivas de la justicia;
8 sea que nos encontremos en la gloria, o que estemos humillados; que gocemos de buena o de mala fama; que seamos considerados como impostores, cuando en realidad somos sinceros;
9 como desconocidos, cuando nos conocen muy bien; como moribundos, cuando estamos llenos de vida; como castigados, aunque estamos ilesos;
10 como tristes, aunque estamos siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como gente que no tiene nada, aunque lo poseemos todo.
11 Les hemos hablado, corintios, con toda franqueza y hemos abierto completamente nuestro corazón.
12 En él hay cabida para todos ustedes; en cambio, en el de ustedes no la hay para nosotros.
13 Yo deseo que me paguen con la misma moneda. Les hablo como a mis propios hijos: también ustedes abran su corazón.
14 No tengan relaciones indebidas con los que no creen. Porque, ¿qué tienen en común la justicia con la iniquidad, o la luz con las tinieblas?
15 ¿Qué entendimiento puede haber entre Cristo y Belial?, ¿o qué unión entre el creyente y el que no cree?
16 ¿Qué acuerdo entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios viviente, como lo dijo el mismo Dios: Yo habitaré y caminaré en medio de ellos; seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.
17 Por eso, salgan de en medio de esa gente y pónganse aparte, dice el Señor. No toquen nada impuro, y yo los recibiré.
18 Y seré para ustedes un Padre, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.

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Introducción a II Corintios


SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

Entre todos los escritos de Pablo, la SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS es el más apasionado y polémico. Aunque su decidida intervención, a través de la primera Carta, había restablecido momentáneamente el orden interno de la comunidad, poco después se produjeron nuevos incidentes que reavivaron la crisis. Algunos predicadores "judaizantes" se presentaron en Corinto con el propósito de desautorizar la persona y las enseñanzas de Pablo. A estos se sumaban otros adversarios del Apóstol, que interpretaban erróneamente el principio de la libertad cristiana.
Es probable que Pablo, advertido por algunos de sus fieles, haya ido entonces a Corinto para encarar personalmente a sus adversarios. Pero esa visita, que sin duda fue breve y se realizó en medio de sucesos dolorosos, no produjo el efecto deseado. Esto motivó el envío de una Carta escrita en Éfeso "con muchas lágrimas" (2. 4) y en un tono muy severo, donde Pablo se defendía contra sus acusadores y reivindicaba su condición de Apóstol. Más tarde, su discípulo Tito le trajo buenas noticias sobre la situación de la comunidad. Entonces Pablo, que se disponía a ir por tercera vez a Corinto (12. 14), envió a la comunidad una afectuosa Carta de reconciliación.
En su forma actual, la llamada "Segunda Carta a los Corintios" da la impresión de ser la recopilación de varios escritos de Pablo, provenientes del dramático y prolongado intercambio epistolar que él mantuvo con la Iglesia de Corinto. De las tres partes que la integran, la primera (caps. 1-7) reproduce probablemente aquella Carta de "reconciliación", mientras que la última (caps. 10-13) sería la que el Apóstol escribió "con gran aflicción y angustia" (2. 4), para hacer recapacitar a la comunidad rebelde y salvaguardar así la unidad de la Iglesia.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

II Corintios 6,1-18

2. Isa_49:8. "El momento favorable" y "el día de la salvación" es el tiempo que transcurre entre la Resurrección de Jesús y su Venida gloriosa al fin de los tiempos.

7. Ver Rom_13:12; Efe_6:11.

15. "Belial" es el nombre que los judíos daban al espíritu del mal.

16. Lev_26:11-12; Eze_37:27.

17. Isa_52:11.

18. Jer_31:9.