Apocalipsis  16 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 21 versitos |
1 Y oí una voz potente que provenía del Templo y ordenaba a los siete Ángeles: "Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios".
2 El primer Ángel fue y derramó su copa sobre la tierra, provocando una llaga maligna y dolorosa en todos los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen.
3 El segundo derramó su copa sobre el mar: éste se convirtió en sangre, como si se hubiera cometido un crimen, y perecieron todos los seres vivientes que había en el mar.
4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales, y estos se convirtieron en sangre.
5 Y oí al Ángel de las aguas que decía: "Tú, el que es y el que era, el Santo, obras con justicia al castigarlos así:
6 se merecían que les dieras de beber la misma sangre de los santos y de los profetas que ellos han derramado".
7 Y escuché al altar, que decía: "Sí, Señor, Dios todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos".
8 El cuarto Ángel derramó su copa sobre el sol y se le permitió quemar a los hombres con fuego:
9 los hombres fueron abrasados por un calor ardiente, pero en lugar de arrepentirse y dar gloria a Dios, blasfemaron contra su Nombre, que tiene poder sobre estas plagas.
10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia, y su reino quedó sumergido en tinieblas. Los hombres se mordían la lengua de dolor,
11 pero en lugar de arrepentirse de sus obras, blasfemaron contra el Dios del cielo, a causa de sus dolores y de sus llagas.
12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron, dejando paso libre a los reyes de Oriente.
13 Después vi que salían de la boca del Dragón, de la Bestia y del falso profeta tres espíritus impuros, semejantes a ranas.
14 Son los espíritus demoníacos que realizan prodigios y van a buscar a los reyes del mundo entero, con el fin de convocarlos para el combate del gran Día de Dios, el Todopoderoso.
15 ¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Feliz el que vigila y conserva su ropa para no tener que andar desnudo, mostrando su vergüenza.
16 Y esos espíritus reunirán a los reyes en un lugar, que en hebreo se llama Armagedón.
17 El séptimo Ángel derramó su copa en el aire, y desde el Templo resonó una voz potente que venía del trono y decía: "Ya está".
18 Y hubo relámpagos, voces, truenos y un violento terremoto como nunca había sucedido desde que los hombres viven sobre la tierra.
19 La gran Ciudad se partió en tres y las ciudades paganas se derrumbaron. Dios se acordó de la gran Babilonia y le dio de beber la copa donde fermenta el vino de su ira.
20 Todas las islas desaparecieron y no se vieron más las montañas.
21 Cayeron del cielo sobre los hombres piedras de granizo que pesaban unos cuarenta kilos, y ellos blasfemaron contra Dios por esa terrible plaga.

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Introducción a Apocalipsis 

Y vi que venía sobre las nubes del cielocomo un Hijo de hombre;él avanzó hacia el Ancianoy lo hicieron acercar hasta él.Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino,y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas.Su dominio es un dominio eterno que no pasará,y su reino no será destruido.
Dan_7:13-14


Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva,porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron,y el mar ya no existe más.Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén,que descendía del cielo y venía de Dios,embellecida como una noviapreparada para recibir a su esposo.Y el que estaba sentado en el trono dijo:"Yo hago nuevas todas las cosas".
Rev_21:1-2 , Rev_21:5

APOCALIPSIS

El último de los escritos del Nuevo Testamento es un mensaje profético, destinado a reavivar la fe y la esperanza de los cristianos perseguidos. Lleva el título de APOCALIPSIS, palabra griega que significa "Revelación", y contiene una "Revelación de Jesucristo" comunicada "a su servidor Juan" por medio de un "Ángel" ( Rev_1:1-3 ).
El Libro está redactado en el estilo llamado "apocalíptico", muy utilizado en el mundo judío de esa época, y presenta evidentes analogías con el de otros escritos bíblicos y extrabíblicos. Dicho estilo tiene su origen en los oráculos proféticos que anunciaban el Reino mesiánico y la manifestación del Día del Señor, y encuentra su expresión más característica en el libro de Daniel.
La historia de las interpretaciones del Apocalipsis es muy variada y hasta contradictoria. El hecho es explicable, dadas las grandes dificultades que encierra esta obra. Para no caer en interpretaciones fantasiosas y arbitrarias, es necesario tener en cuenta que las visiones, en especial los números y los colores, son de carácter más bien simbólico que descriptivo.
Pero, a pesar de sus muchas oscuridades, el sentido profundo del Apocalipsis es sumamente claro: este célebre Libro anuncia el triunfo de Dios sobre todos los poderes que se oponen a su designio salvífico, y recuerda las promesas indefectibles hechas a la Iglesia. Cristo es el Señor de la historia, y más allá del tiempo, se realiza plenamente el Reino de Dios. Por eso, puede considerarse al Apocalipsis como el Libro por excelencia de la esperanza cristiana. Esa esperanza está latente en el ferviente anhelo de la Venida del Señor, que pone punto final al Apocalipsis y a todo el Nuevo Testamento: "¡Ven, Señor Jesús!" (22. 20).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Apocalipsis  16,1-21

2. Ver Exo_9:8-11.

4. Ver Exo_7:14-24.

12. Los "reyes de Oriente" son los reyes de los partos. Ver nota 6. 2.

13. El "falso profeta" es la "otra" Bestia descrita en 13. 11-17.

15. Este versículo parece estar fuera de contexto, ya que interrumpe la continuidad de la descripción de la sexta plaga.

16. "Armagedón" es la transcripción de una expresión hebrea que significa "montaña de Meguido". Allí fue derrotado y perdió la vida el rey Josías ( 2Re_23:29-30). Ese lugar perdura como símbolo del desastre final de los ejércitos enemigos.

18. Dan_12:1. Ver Mar_13:19.

21. Estos fenómenos cósmicos son la manifestación de la ira divina. Ver Exo_9:22-26.