Apocalipsis  2 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 29 versitos |
1 Escribe al Ángel de la Iglesia de Éfeso: "El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros de oro, afirma:
2 "Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos.
3 Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer.
4 Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
5 Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior. Si no te arrepientes, vendré hacia ti y sacaré tu candelabro de su lugar preeminente.
6 Sin embargo, tienes esto a tu favor: que detestas la conducta de los nicolaítas, lo mismo que yo".
7 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios".
8 Escribe al Ángel de la Iglesia de Esmirna: "El Primero y el Último, el que estuvo muerto y ha revivido, afirma:
9 "Conozco tu tribulación y tu pobreza, aunque eres rica, así como también la maledicencia de los que se llaman judíos, y no son más que una sinagoga de Satanás.
10 No temas por lo que tendrás que padecer: mira que el demonio va a arrojar en la cárcel a algunos de ustedes para que sean puestos a prueba, y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida".
11 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: la segunda muerte no dañará al vencedor.
12 Escribe al Ángel de la Iglesia de Pérgamo: "El que tiene la espada de doble filo afirma:
13 "Sé que tú habitas donde está el trono de Satanás. A pesar de todo, permaneces fiel a mi Nombre y no has renegado de tu fe en mí, ni siquiera en la época de Antipas, mi testigo fiel, al que mataron en el lugar donde habita Satanás.
14 Sin embargo, debo reprocharte algo, y es que tienes adictos a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac cómo debía seducir a los israelitas para que se prostituyeran, comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
15 Tienes además partidarios de la doctrina de los nicolaítas.
16 Arrepiéntete, o iré en seguida para combatirlos con la espada de mi boca".
17 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer el maná escondido, y también le daré una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce fuera de aquel que lo recibe.
18 Escribe al Ángel de la Iglesia de Tiatira: "El Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies semejantes al bronce fundido, afirma:
19 "Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu constancia. Sé también que tus últimas obras son más abundantes que las primeras.
20 Pero, debo reprocharte que toleras a Jezabel, esa mujer que pretende ser profetisa, la que engaña a todos mis servidores, y les enseña a prostituirse comiendo los alimentos sacrificados a los ídolos.
21 Yo le he dado tiempo suficiente para arrepentirse, pero ella no quiere dejar de fornicar.
22 Por eso, la arrojaré en un lecho de dolor, y someteré a sus compañeros de adulterio a una prueba terrible, si no se arrepienten de sus obras,
23 y haré morir a sus hijos. Así sabrán todas las Iglesias que yo conozco íntimamente los sentimientos y las intenciones. Y yo retribuiré a cada uno según sus obras.
24 En cuanto a ustedes, los demás de Tiatira, los que no comparten esta doctrina ni conocen "los secretos de Satanás" -como dicen ellos- no les impondré nada nuevo,
25 excepto que conserven firmemente lo que ya poseen, hasta que yo vuelva.
26 Al vencedor, al que permanezca fiel hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones.
27 El las regirá con un cetro de hierro y las destrozará como a un vaso de arcilla,
28 con el mismo poder que yo recibí del Padre; y también le daré la Estrella de la mañana".
29 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias"

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Introducción a Apocalipsis 

Y vi que venía sobre las nubes del cielocomo un Hijo de hombre;él avanzó hacia el Ancianoy lo hicieron acercar hasta él.Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino,y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas.Su dominio es un dominio eterno que no pasará,y su reino no será destruido.
Dan_7:13-14


Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva,porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron,y el mar ya no existe más.Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén,que descendía del cielo y venía de Dios,embellecida como una noviapreparada para recibir a su esposo.Y el que estaba sentado en el trono dijo:"Yo hago nuevas todas las cosas".
Rev_21:1-2 , Rev_21:5

APOCALIPSIS

El último de los escritos del Nuevo Testamento es un mensaje profético, destinado a reavivar la fe y la esperanza de los cristianos perseguidos. Lleva el título de APOCALIPSIS, palabra griega que significa "Revelación", y contiene una "Revelación de Jesucristo" comunicada "a su servidor Juan" por medio de un "Ángel" ( Rev_1:1-3 ).
El Libro está redactado en el estilo llamado "apocalíptico", muy utilizado en el mundo judío de esa época, y presenta evidentes analogías con el de otros escritos bíblicos y extrabíblicos. Dicho estilo tiene su origen en los oráculos proféticos que anunciaban el Reino mesiánico y la manifestación del Día del Señor, y encuentra su expresión más característica en el libro de Daniel.
La historia de las interpretaciones del Apocalipsis es muy variada y hasta contradictoria. El hecho es explicable, dadas las grandes dificultades que encierra esta obra. Para no caer en interpretaciones fantasiosas y arbitrarias, es necesario tener en cuenta que las visiones, en especial los números y los colores, son de carácter más bien simbólico que descriptivo.
Pero, a pesar de sus muchas oscuridades, el sentido profundo del Apocalipsis es sumamente claro: este célebre Libro anuncia el triunfo de Dios sobre todos los poderes que se oponen a su designio salvífico, y recuerda las promesas indefectibles hechas a la Iglesia. Cristo es el Señor de la historia, y más allá del tiempo, se realiza plenamente el Reino de Dios. Por eso, puede considerarse al Apocalipsis como el Libro por excelencia de la esperanza cristiana. Esa esperanza está latente en el ferviente anhelo de la Venida del Señor, que pone punto final al Apocalipsis y a todo el Nuevo Testamento: "¡Ven, Señor Jesús!" (22. 20).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Apocalipsis  2,1-29

5. "Sacaré tu candelabro de su lugar" significa que si Éfeso no se convierte, perderá su jerarquía de Iglesia principal.

6. "Nicolaítas": secta de tendencias morales licenciosas.

7. Gen_2:9; Gen_3:22-24. Comer del "árbol de la vida" significa participar de la Vida eterna en el "Paraíso" celestial. Ver 22. 2, 14.

8. Isa_44:6; Isa_48:12. "Esmirna" es un puerto situado a cincuenta kilómetros al norte de Éfeso.

9. "Sinagoga de Satanás": título injurioso aplicado a los judíos que hostilizaban a los cristianos.

10. Dan_1:12, Dan_1:14.

11. La "segunda muerte" es la condenación eterna, es decir, la privación definitiva de Dios. Ver 20. 6, 14; 21. 8.

12. "Pérgamo" se encontraba a unos setenta kilómetros al norte de Esmirna.

13. Además de numerosos santuarios paganos, Pérgamo tenía un templo consagrado al culto del Emperador. La expresión "lugar donde habita Satanás" designa probablemente este templo.

14. Ver Num_25:1-2; Num_31:16.

17. Isa_62:2. La "piedra blanca", color de gozo y de victoria, es una especie de contraseña que recibirán los elegidos para entrar en el Reino celestial.

"Maná escondido": ver nota Jua_6:32-33.

18. "Tiatira" era una ciudad situada a unos sesenta y cinco kilómetros al sudeste de Pérgamo.

20. "Jezabel": ver 1Re_16:31; 2Re_9:22, 2Re_9:30-37. Aquí Jezabel es un nombre simbólico aplicado a una profetisa de los nicolaítas.

23. Sal_7:10; Sal_62:13.

26-27. Sal_2:8-9.

28. La "Estrella de la mañana" es un símbolo de poder ( Isa_14:12), y aquí representa la gloria de Jesús resucitado, a la que son asociados los creyentes en él. Ver 22. 16.