Apocalipsis  21 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 27 versitos |
1 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
2 Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
3 Y oí una voz potente que decía desde el trono: "Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.
4 El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó".
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas". Y agregó: "Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.
6 ¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
7 El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.
8 Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los asesinos, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los falsos, tendrán su herencia en el estanque de azufre ardiente, que es la segunda muerte".
9 Luego se acercó uno de los siete Ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y me dijo: "Ven que te mostraré a la novia, a la esposa del Cordero".
10 Me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios.
11 La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino.
12 Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.
13 Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste.
14 La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero.
15 El que me estaba hablando tenía una vara de oro para medir la Ciudad, sus puertos y su muralla.
16 La Ciudad era cuadrangular: tenía la misma medida de largo que de ancho. Con la vara midió la Ciudad: tenía dos mil doscientos kilómetros de largo, de ancho y de alto.
17 Luego midió la muralla: tenía setenta y dos metros, según la medida humana que utilizaba el Ángel.
18 La muralla había sido construida con jaspe, y la Ciudad con oro puro, semejante al cristal purificado.
19 Los cimientos de la muralla estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda,
20 el quinto de ónix, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista.
21 Las doce puertas eran doce perlas y cada puerta estaba hecha con una perla enteriza. La plaza de la Ciudad era de oro puro, transparente como el cristal.
22 No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.
23 Y la Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero.
24 Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra le ofrecerán sus tesoros.
25 Sus puertas no se cerrarán durante el día y no existirá la noche en ella.
26 Se le entregará la riqueza y el esplendor de las naciones.
27 Nada impuro podrá entrar en ella, ni tampoco entrarán los que haya practicado la abominación y el engaño. Únicamente podrán entrar los que estén inscritos en el Libro de la Vida del Cordero.

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Introducción a Apocalipsis 

Y vi que venía sobre las nubes del cielocomo un Hijo de hombre;él avanzó hacia el Ancianoy lo hicieron acercar hasta él.Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino,y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas.Su dominio es un dominio eterno que no pasará,y su reino no será destruido.
Dan_7:13-14


Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva,porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron,y el mar ya no existe más.Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén,que descendía del cielo y venía de Dios,embellecida como una noviapreparada para recibir a su esposo.Y el que estaba sentado en el trono dijo:"Yo hago nuevas todas las cosas".
Rev_21:1-2 , Rev_21:5

APOCALIPSIS

El último de los escritos del Nuevo Testamento es un mensaje profético, destinado a reavivar la fe y la esperanza de los cristianos perseguidos. Lleva el título de APOCALIPSIS, palabra griega que significa "Revelación", y contiene una "Revelación de Jesucristo" comunicada "a su servidor Juan" por medio de un "Ángel" ( Rev_1:1-3 ).
El Libro está redactado en el estilo llamado "apocalíptico", muy utilizado en el mundo judío de esa época, y presenta evidentes analogías con el de otros escritos bíblicos y extrabíblicos. Dicho estilo tiene su origen en los oráculos proféticos que anunciaban el Reino mesiánico y la manifestación del Día del Señor, y encuentra su expresión más característica en el libro de Daniel.
La historia de las interpretaciones del Apocalipsis es muy variada y hasta contradictoria. El hecho es explicable, dadas las grandes dificultades que encierra esta obra. Para no caer en interpretaciones fantasiosas y arbitrarias, es necesario tener en cuenta que las visiones, en especial los números y los colores, son de carácter más bien simbólico que descriptivo.
Pero, a pesar de sus muchas oscuridades, el sentido profundo del Apocalipsis es sumamente claro: este célebre Libro anuncia el triunfo de Dios sobre todos los poderes que se oponen a su designio salvífico, y recuerda las promesas indefectibles hechas a la Iglesia. Cristo es el Señor de la historia, y más allá del tiempo, se realiza plenamente el Reino de Dios. Por eso, puede considerarse al Apocalipsis como el Libro por excelencia de la esperanza cristiana. Esa esperanza está latente en el ferviente anhelo de la Venida del Señor, que pone punto final al Apocalipsis y a todo el Nuevo Testamento: "¡Ven, Señor Jesús!" (22. 20).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Apocalipsis  21,1-27

1. Isa_65:17. Ver Rom_8:19-23; 2Pe_3:13.

"El mar ya no existe más": de esta manera se indica la derrota absoluta del mal, representado simbólicamente por el "mar". Ver nota Mat_8:26.

2. "Como una novia": una vez más se repite la imagen nupcial, tan frecuente en los escritos bíblicos. Ver Isa_61:10; Isa_62:4-5; Ose_2:21-22; nota Mat_25:1.

3. Eze_37:27; Isa_8:10.

4. Isa_25:8.

7. 2Sa_7:14.

10. Eze_40:2.

11. Isa_60:1-2. La descripción de este versículo y de los siguientes tiende a exaltar la grandeza y la belleza de la nueva Jerusalén.

12. Eze_48:31. La Iglesia es el nuevo Israel de Dios. Ver nota Gal_6:16.

13. Eze_48:31-35.

15. Ver 11. 1.

16-17. La forma cuadrangular simboliza en este caso la perfección.

En el original griego, las medidas son 12.000 estadios y 144 codos: estos números tienen evidentemente un valor simbólico, ya que son múltiplos de doce. Ver nota 7. 4.

19. La maravillosa profusión de piedras preciosas exalta la belleza de la Ciudad que, además, está iluminada por el resplandor de Dios.

22. El hecho de que falte el Templo significa el fin de la Antigua Alianza.

24. Isa_60:3. Alusión a la conversión de los pueblos paganos.

25. Isa_60:11.

26. Isa_60:5.