Tobías 3 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 25 versitos |
1 Esta es la copia de la carta: "El Gran Rey Artajerjes, a los gobernadores de las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía, y a los jefes de distrito bajo sus órdenes, les escribe lo siguiente: Después de Ester 3:13
1 Con el alma llena de aflicción, suspirando y llorando, comencé a orar y a lamentarme, diciendo:
2 Aunque estoy al frente de numerosas naciones y soy el soberano de todo el mundo habitado, sin dejarme llevar por la arrogancia que da el poder, sino gobernando siempre con benevolencia y moderación he tratado de asegurar continuamente a mis súbditos una vida sin inquietudes, de convertir el reino en un lugar civilizado y transitable hasta sus últimos confines, y de hacer que reflorezca la paz tan ansiada por todos los hombres.
2 "Tú eres justo, Señor, y todas tus obras son justas. Todos tus caminos son fidelidad y verdad, y eres tú el que juzgas al mundo.
3 Y ahora, Señor, acuérdate de mí y míreme; no me castigues por mis pecados y mis errores, ni por los que mis padres cometieron delante de ti.
3 Ahora bien, al consultar a mis servidores sobre la manera de llevar a cabo este proyecto, Amán, ese hombre que se destaca entre nosotros por su prudencia, que ha dado pruebas constantes de sus buenos oficios y de su fidelidad inquebrantable, y que ha sido elevado a la segunda dignidad en el reino,
4 nos ha advertido que entre todas las tribus expandidas por la tierra se ha mezclado un pueblo hostil, opuesto por sus leyes a toda otra nación, que desdeña constantemente las órdenes reales, hasta el punto de ser un obstáculo para la cohesión de reino que nosotros dirigimos de manera irreprochable.
4 Ellos desoyeron tus mandamientos y tú nos entregaste al saqueo, al cautiverio y a la muerte, exponiéndonos a las burlas, a las habladurías y al escarnio de las naciones donde nos has dispersado.
5 Por eso, considerando que esta nación tan singular se encuentra en conflicto constante con todos los hombres; que lleva una vida aparte, en conformidad con sus leyes extrañas; y que su hostilidad contra nuestros intereses le hace cometer los peores crímenes, comprometiendo así la estabilidad del reino:
5 Sí, todos tus juicios son verdaderos, cuando me tratas así por mis pecados, ya que no hemos cumplido tus mandamientos ni hemos caminado en la verdad delante de ti.
6 Trátame ahora como mejor te parezca: retírame el aliento de vida, para que yo desaparezca de la tierra y quede reducido a polvo. Más me vale morir que vivir, porque he escuchado reproches injustos y estoy agobiado por la tristeza. Líbrame, Señor, de tanta opresión, déjame partir hacia la morada eterna y no apartes de mí tu rostro, Señor. Es preferible para mí la muerte, antes que ver tanta opresión en mi vida y seguir escuchando insultos".
6 por todos estos motivos, ordenamos que todas las personas indicadas en las cartas de Amán, el cual está al frente de nuestros asuntos de Estado y es para nosotros un segundo "padre", sean exterminadas de raíz por al espada de sus enemigos, incluyendo a mujeres y niños, sin piedad ni miramientos. Esto se hará el día catorce del duodécimo mes, que es el mes de Adar, del presente año,
7 a fin de que estos opositores de ayer y de hoy bajen al Abismo, en un mismo día, de muerte violenta. Así nos permitirán ejercer en el futuro un gobierno definitivamente estable y tranquilo".
7 Ese mismo día sucedió que Sara, hija de Ragüel, que vivía en Ecbátana, en Media, fue insultada por una de las esclavas de su padre.
8 Mardoqueo mandó a decir a Ester: "Acuérdate de cuando eras pobre y pequeña, y recibías de mi mano el alimento. Porque Amán, el primero en dignidad después del rey, ha hablado contra nosotros para eliminarnos. ¡Invoca al Señor, háblale al rey en favor nuestro y líbranos de la muerte!".Después de Ester 4:8
8 Porque Sara se había casado siete veces, pero el malvado demonio Asmodeo, había matado a sus maridos, uno después de otro, antes de que tuvieran relaciones con ella. La esclava le dijo: "¡Eres tú la que matas a tus maridos! ¡Te has casado con siete y ni uno solo te ha dado su nombre!
9 Que tus maridos hayan muerto no es razón para que nos castigues. ¡Ve a reunirte con ellos y que jamás veamos ni a un hijo ni a una hija tuyos!".
10 Aquel día, Sara se entristeció mucho, se puso a llorar y subió a la habitación de su padre, con la intención de ahorcarse. Pero luego pensó: "¿Y si esto da motivo a que insulten a mi padre y le digan: "Tú no tenías más que una hija querida, y ella se ha ahorcado por sus desgracias"? No quiero que por culpa mía mi anciano padre baje a la tumba lleno de tristeza. Mejor será que no me ahorque, sino que pida al Señor que me haga morir. Así no oiré más insultos en mi vida".
11 Entonces, extendiendo los brazos hacia la ventana, Sara oró de este modo: "¡Bendito seas, Dios misericordioso, y bendito sea tu Nombre para siempre! ¡Que todas tus obras te bendigan eternamente!
12 Ahora yo elevo mi rostro y mis ojos hacia ti.
13 ¡Líbrame de esta tierra, para que oiga más insultos!
14 Tú sabes, Señor, que yo he permanecido pura, porque ningún hombre me ha tocado;
15 no he manchado mi nombre ni el nombre de mi padre, en el país de mi destierro. Soy la única hija de mi padre; él no tiene otro hijo que sea su heredero, ni tiene hermanos ni pariente cercado a quien darme como esposa. Ya he perdido siete maridos, ¿por qué debo vivir todavía? Si no quieres hacer morir, Señor, mírame y compadécete de mí, para que no tenga que oír más insultos".
16 A un mismo tiempo, fueron acogidas favorablemente ante la gloria de Dios las plegarias de Tobit y de Sara,
17 y fue enviado Rafael para curar a los dos: para quitar las manchas blancas de los ojos de Tobit, a fin de que viera con ellos la luz de Dios, y para dar a Sara, hija de Ragüel, como esposa de Tobías, hijo de Tobit, librándola del malvado demonio Asmodeo. Porque Tobías tenía derecho a ser su esposo, antes que todos los demás pretendientes. En aquel mismo momento, Tobit volvía de patio al interior de su casa, y Sara, hija de Ragüel, bajaba de la habitación alta.

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Introducción a Tobías


Tobías

El libro de TOBÍAS fue escrito hacia el año 200 a. C. y sólo se ha conservado en varias versiones griegas y latinas, bastante diversas unas de otras. Como los libros de Ester y de Judit, pertenece al género de los relatos "edificantes" o narraciones elaboradas con el fin de transmitir una enseñanza de carácter moral y religioso.
Los protagonistas del relato son los miembros de una familia de la tribu de Neftalí, deportada a Nínive cuando los asirios invadieron y conquistaron el territorio de Galilea ( 2Ki_15:29 ). Esta ambientación fuera de Palestina es un elemento esencial de la narración, ya que la enseñanza contenida en el Libro está destinada principalmente a sostener la fe de los judíos dispersos en un ambiente pagano y casi siempre hostil. Para animarlos a mantenerse fieles al Señor, aun en medio de las pruebas, el autor les propone un modelo ejemplar en la figura de Tobit, el padre del joven Tobías. Lo que más se destaca a través del relato es la acción providencial de Dios. Los hechos que a primera vista parecen casuales responden en realidad a un designio divino -un "secreto"- que sólo al final se pone de manifiesto ( 2Ki_12:11 ). Y por eso, la verdadera sabiduría consiste en mantener la confianza en el Señor, incluso en las situaciones más desesperadas.
En el libro de Tobías, el ejecutor de este designio divino es un "ángel" llamado Rafael, que significa "Dios sana". Mientras que en los textos bíblicos más antiguos el Señor se acerca personalmente a los hombres y habla con ellos, en esta etapa de la Revelación se acentúa el sentido de la trascendencia divina. Una distancia infinita separa a los hombres de Dios, pero esa distancia es salvada por la intervención de los ángeles, cuya función consiste en ser los "mensajeros" de las bendiciones y de los castigos divinos, y en presentar al Señor las súplicas y necesidades de los hombres ( 2Ki_12:12-15 ).
Junto con la invitación a confiar en la Providencia divina, la historia de Tobías destaca otros valores de profundo contenido evangélico: la santidad del matrimonio, el respeto filial, la misericordia hacia los pobres, la práctica de la limosna, la aceptación humilde de las pruebas y la eficacia de la oración.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Tobías 3,1-25

7. "Ecbátana" era la antigua capital de Media y una de las residencias de los reyes de Persia( Jdt_1:1-4).

8. "Asmodeo": el significado de este nombre es incierto, pero la palabra se asemeja a una expresión hebrea que significa "el que hace perecer". Este demonio sería entonces la antítesis de Rafael, es decir, "Dios sana". También en un escrito apócrifo del Judaísmo, Asmodeo aparece como el enemigo de la unión conyugal.