Jueces 12 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 15 versitos |
1 Los hombres de Efraím se reunieron, cruzaron el Jordán en dirección a Safón, y dijeron a Jefté: "¿Por qué fuiste a combatir contra los amonitas y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Ahora vamos a prenderle fuego a tu casa contigo adentro".
2 Pero Jefté les respondió: "Mi pueblo y yo estábamos en un grave conflicto con los amonitas. Yo les pedí ayuda a ustedes, pero no vinieron a salvarme,.
3 Al ver que nadie venía en mi ayuda, marché contra los amonitas arriesgando mi propia vida, y el Señor los entregó en mis manos. ¿Por qué entonces han subido hoy a hacerme la guerra?".
4 Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y atacó a Efraím. Y los de Galaad derrotaron a los efraimitas, que decían despectivamente: "Ustedes, los de Galaad, son fugitivos de Efraím, en medio de Manasés".
5 Galaad ocupó los vados del Jordán para cortarle el paso a los Efraimitas. Y cuando un fugitivo de Efraím intentaba pasar, los hombres de Galaad le preguntaban: ¿Tú eres de Efraím?" Si el respondía que no,
6 Le obligaban a pronunciar la palabra "Shibólet". Pero el decía "Sibólet", porque no podía pronunciar correctamente. Entonces lo tomaban y lo degollaban junto a los vados del Jordán. En aquella ocasión, murieron cuarenta y dos mil hombres de Efraím.
7 Jefté juzgó a Israel durante seis años. Cuando murió, lo sepultaron en Mispá de Galaad, que era su ciudad.
8 Después de Jefté, juzgó a Israel Ibsán, que era de Belén.
9 Tenía treinta hijos y treinta hijas. El casó a sus hijas con extranjeros, y trajo treinta mujeres extranjeras para sus hijos. Fue juez en Israel durante siete años.
10 Cuando Ibsán murió, lo sepultaron en Belén.
11 Después de él, juzgó a Israel Elón, que era de Zabulón. Fue juez en Israel durante diez años.
12 Cuando murió Elón, el zabulonita, lo sepultaron en Aialón, en territorio de Zabulón.
13 Después de él, juzgó a Israel Abdón, hijo de Hilel, que era de Pireatón.
14 Tenía cuarenta hijos y treinta nietos, que iban montados en setenta asnos, y fue juez en Israel durante ocho años.
15 Cuando murió Abdón, Hijo de Hilel, lo sepultaron en Pireatón, en la montaña de Efraím, en territorio de Saalím.

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Introducción a Jueces


Jueces

El libro de los JUECES nos presenta a Israel en una de las etapas más críticas de su historia. Es el tiempo que transcurre entre la penetración de las tribus hebreas en Canaán y la instauración de la monarquía, es decir, entre los años 1200 y 1020 a. C. El pueblo se encuentra amenazado por todas partes. Algunos grupos cananeos, sólidamente atrincherados en sus plazas fuertes, continúan oponiendo una tenaz resistencia. Otros invasores -especialmente los filisteos, mucho mejor organizados y armados que Israel- luchan por adueñarse de los mismos territorios. Las tribus israelitas se encuentran aisladas unas de otras, sin un gobierno central que pueda asegurar una firme cohesión interna. Y la única base de la unidad nacional -la fe en el Señor, el Dios de Israel- corre el peligro de dejarse contaminar por los seductores cultos cananeos.
En este clima de inseguridad y anarquía, se ve surgir a los héroes llamados "Jueces". Este título tiene un sentido más amplio que el habitual entre nosotros. Los Jueces de Israel son "caudillos", que se constituyen en defensores de la "justicia" para hacer valer el derecho conculcado. Bajo la presión de un grave peligro, se ponen al frente de una o varias tribus y liberan a sus hermanos de la opresión a que estos han sido sometidos. Su autoridad no es estable, sino transitoria y excepcional. Una vez concluida la acción militar, vuelven a su vida ordinaria, aunque el prestigio adquirido con sus hazañas les asegura a veces una cierta preeminencia sobre las tribus liberadas.
Por su origen, su carácter y su condición social, estos caudillos y libertadores difieren considerablemente unos de otros. Pero tienen un rasgo común: todos actúan bajo el impulso del "espíritu". El espíritu del Señor se manifiesta siempre como una fuerza divina, que irrumpe súbitamente, se posesiona de ellos y los mueve a realizar proezas que están por encima de sus capacidades naturales. De allí que a los protagonistas de estas gestas guerreras se los pueda llamar con razón líderes "carismáticos".
Los héroes del libro de los Jueces viven en una época de costumbres rudas e incluso bárbaras. La traición de Ejud, el asesinato de Sísara, la masacre de Abimélec, el sacrificio de la hija de Jefté y las aventuras amorosas de Sansón reflejan una moral que no es la del Evangelio. Pero estos viejos relatos no están exentos de grandeza. En ellos se vislumbra la pujanza de un pueblo que lucha por sobrevivir y mantener su identidad en medio de circunstancias adversas. Y se descubre, sobre todo, la acción del Señor, que guía y defiende a Israel, a pesar de sus miserias y claudicaciones.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Jueces 12,1-15

6. "Shibólet" significa "espiga de trigo".

8. "Belén", no la de Judá, sino la de Zabulón ( Jos_19:15), al noroeste de Nazaret.

13. "Pireatón" se encontraba a unos diez kilómetros al sudoeste de Siquém ( 2Sa_23:30; 1Cr_11:31).