Nehemías 8 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 18 versitos |
1 Legado el séptimo mes, los hijos de Israel estaban ya en sus ciudades; y entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se reunió en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que llevase el libro de la Ley de Moisés, dada por Yahvé."
2 Esdras el sacerdote llevólo ante la asamblea, compuesta de hombres y mujeres, de cuantos eran capaces de entenderla. Era esto el día primero del mes séptimo.
3 Esdras estuvo leyendo el libro desde la mañana hasta la tarde en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, a los hombres, mujeres y a cuantos podían entender.
4 Estaba Esdras el escriba sobre un estrado de madera que se alzó con esta ocasión; y estaban junto a él, a su derecha, Matatías, Semeyas, Anaía, Urías, Jecías y Maasías, y a su izquierda, Peda-ya, Misael, Malquiya, Asum, Jasbadana, Zacarías y Mesulam."
5 Abrió Esdras el libro, viéndolo todos, por estar él más alto que todo el pueblo, y, al abrirlo, todos se pusieron de pie.
6 Bendijo entonces Esdras a Yahvé, Dios grande, y todo el pueblo alzando las manos, respondió: “Amén, amén”; y, postrándose, adoraron a Yahvé rostro a tierra."
7 Josué, Baní, Serebías, Janún, Acub, Sebtaí, Odias, Maasías, Quelita, Azarías, Josabad, Janán y Pelaya, levitas, explicaban la Ley al pueblo.
8 Leían el libro de la Ley de Dios, explicándolo, exponiendo su sentido de modo que el pueblo entendiera la lectura.
9 Nehemías, gobernador; Esdras, sacerdote y escriba, y los levitas que hacían al pueblo la explicación, dijeron a todo el pueblo: “Hoy es día consagrado a Yahvé, vuestro Dios; no os entristezcáis ni lloréis,” pues todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la Ley."
10 Y luego les dijo: “Id y comed manjares grasos, y bebed licores dulces, y mandad parte a los que no han preparado, pues hoy es día consagrado al Señor; y no os entristezcáis, porque la alegría de Yahvé es vuestra fortaleza.”
11 Los levitas apaciguaban al pueblo, diciendo: “Callad, que hoy es día santo, y no os entristezcáis.”
12 Fuese todo el pueblo a comer y a beber y a enviar porciones, disfrutando de gran alegría porque había entendido lo que se le había enseñado.
13 El segundo día, los jefes de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con Esdras el escriba para profundizar en las palabras de la Ley.
14 Hallaron que en la Ley que había dado Yahvé por mano de Moisés estaba escrito que los hijos de Israel habitasen en cabanas en la solemnidad del mes séptimo. Cerciorados de ello,
15 proclamaron por todas las ciudades y en Jerusalén esta nueva, diciendo: “Subid a los montes y traed ramas de acebuche, ramas de arrayán, ramas de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer las cabanas, como está mandado.”
16 Salió, pues, el pueblo todo, y, trayendo las ramas, hicieron cabanas, unos en sus terrados, otros en sus patios y en los atrios de la casa, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraím.
17 Todos los de la congregación que volvieron de la cautividad hicieron cabañas y habitaron en ellas, cosa que no habían hecho los hijos de Israel desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta entonces. Hubo gran alegría.
18 Se fue leyendo día por día el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último. La fiesta duró siete días, y al octavo tuvieron gran asamblea, según lo prescrito.

Patrocinio

 
 

Introducción a Nehemías

Times New Roman ;;; Riched20 5.40.11.2210;
Esdras-Nehemias.

Introducción.

Título.
Llámanse así por razón de que los protagonistas de los mencionados libros son Esdras y Nehemías. En el antiguo canon judío formaban un solo libro, que llevaba el título de Esdras; la misma unidad existía en los antiguos códices griegos (BSA) de los LXX, en los que ocupa el primer puesto el libro de Esdras A, que corresponde al III de Esdras, apócrifo, seguido de Esdras Â, ï sea de los libros canónicos de Esdras-Nehemías. Los Santos Padres dividieron el libro en dos, atendiendo a su argumento. Al primero llamaron Esdras, y Nehemías al segundo, por razón de las palabras de Neh 1:1. Esta división entró en el texto hebraico a partir de la edición de D. Bomberg (Venecia 1917). En la Vulgata se les llama 1 y 2 de Esdras.

Texto.
El libro fue escrito originariamente en hebreo en su mayor parte bien conservado en general, pero deficiente en cuanto a la transcripción de los nombres propios y números. En general, la lengua hebraica es decadente en cuanto a la gramática y sintaxis, principalmente en las partes que son propias del autor; menudean los aramaísmos. Dos pasajes están escritos en lengua aramaica, Esd 4:8-6:18; 7:12-26, sobre cuya índole disputan los autores. La versión griega se ha conservado en los códices BSA; fue hecha directamente del hebreo; de gran utilidad para la crítica textual es la revisión de Luciano. En general, el texto griego es inferior al hebreo (Kxos-Termann).

Argumento y división.
Tres son los temas principales que se desarrollan en el libro: i) Reconstrucción del templo (Esd c.1-6, menos 4:6-23). 2) Reparación de los muros de Jerusalén y repoblación de la misma (Esd 4:6-23; Neh c.1-13). 3) Bases jurídicas del judaismo (Esd c.7-19). A la restauración material, moral y religiosa de la comunidad hebraica se dedicaron los sionistas a partir del decreto de Ciro (538 a.C.)· Podríamos dividir el libro de Esdras en dos partes: i) Vuelta de los primeros cautivos bajo el caudillaje de Zorobabel (c.1-6), y 2) Caravana de repatriados conducidos por Esdras y reforma de costumbres (c.7-10). También el libro de Nehemías presenta una dob división: i) Nehemías llega a Jerusalén (c.1-7). 2) Reforma llevada a cabo por Esdras.

Autor.
Cada día toma más auge la sentencia de los que defienden que al principio los libros de Esdras y Nehemías formaban parte integrante de las Crónicas, siendo uno mismo el autor de unos y otros. Los que admiten esta unidad de autor insisten en las analogías; pero, si bien es verdad que entre estos libros es idéntico el espíritu de redacción, existen diferencia en cuanto al método empleado. La época de la redacción final es la de Alejandro Magno.

Documentos.
En la primera parte del libro de Esdras (1:1-6:22) hallamos una sección en hebreo y otra en aramaico (4:6-6:18). En la hebraica cabe distinguir dos documentos: i) edicto de Ciro (1:1-4), Que se reproduce en 6:3-5, y 2) elenco de repatriados (2:1-70), que, con ligeras variantes, se halla en la segunda (4:6-6:22), donde se incluyen los siguientes documentos: a) carta de los samaritanos a Artajerjes (4:7-16); b) respuesta del rey (4:17-22); c) carta de Tatnaí y Setar-Boznaí a Darío I (5:6-17), y a) contestación del monarca (6:3-12). El autor sagrado ha añadido a las mencionadas fuentes algunas indicaciones (4:7), las ha encuadrado en su contexto histórico (4:24-5:5), ha puesto una conclusión de índole histórica (6:13-18), terminando con una noticia sobre la celebración de la pascua (6:19-22). A las fuentes mencionadas cabe añadir, según algunos autores, otra, de origen hebraico en los dos primeros capítulos, visible, según dicen, en Esd 1:2-4; 8-11.
En la última parte del libro (c.7-10) aparecen las Memorias de Esdras. Según Lusseau, este documento representa la relación global de su memorial destinado a las autoridades persas (7:1-10:44). Es importante este documento por los datos cronológicos que encierra. En estas memorias se incluye una carta, en arameo, del rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y escriba (7:11; 26).
Las Memorias de Nehemías abarcan desde Neh 1:1 hasta 12, 27-13-3; con la inserción de otros documentos contemporáneos (Neh 3:1-32; 11:4-19) y otro de origen más antiguo (7:6-72). El autor no siempre reproduce íntegramente las fuentes de que se sirve; algunas veces ha suprimido aquello que no interesaba y ha añadido algo que conducía a su fin (Neh 11:25-12:26; Neh 8:7-9; 9:4-5; 12:33-36); otras las ha resumido (Esd 4:6-7; 7:1-11) o retocado ligeramente o las ha desplazado de su contexto (Esd 4:6-6:18). Los capítulos Neh 8-10 interrumpen el discurso directo, desplazan la reforma material al terreno religioso y moral, reapareciendo la figura de Esdras. Su colocación plantea un problema no resuelto todavía.

¿Esdras-Nehemías, o a la inversa?
La lectura del libro supone que los acontecimientos se sucedie-°n según el orden cronológico actual de Esdras-Nehemías.
Este orden tradicional es puesto en tela de juicio por muchos autores recientes, católicos e independientes, siguiendo a Van Hoonacker, quienes proponen el siguiente curso de los acontecimientos·1) reconstrucción del templo por los repatriados con ocasión del edicto de Ciro (año 538; Esd 1:1-6:22); 2) en el año veinte de Artajerjes I Longimano (445-44) se dirige Nehemías a Jerusalén, emprendiendo el trabajo de reconstrucción de las murallas (comienzo de las 70 semanas del profeta Daniel, Dan 9:24-27); 3) al año séptimo del reinado de Artajerjes II Mnemone (404-358), es decir, el 398, llegó Esdras a Jerusalén para acometer la reforma religiosa (Esd 7:1-10:44). Sus argumentos tienen importancia, lo que explica el gran favor que ha encontrado esta inversión entre los autores católicos (Touzard, Renie, Ricciotti, Vandervost, Pelaia, Le-Maire-Baldi, etc.) e independientes. Pero no son decisivos. Es difícil, escribe Dhorme, pronunciarse sobre esta cuestión, que obligaría a reconsiderar toda la historia de la restauración hecha por Esdras y Nehemías. Según el espíritu del autor sagrado, el templo es antes que la ciudad, el sacerdote antes que el gobernador.
Podríamos amontonar razones en pro y en contra de esta debatida cuestión; nuestra posición coincide con la de Schneider al decir que se inclina más por la prioridad de Nehemías; pero, haciendo suyas unas palabras del P. De Vaux 1, añade: Sin embargo, no estoy todavía convencido de ello. Lemaire-Baldi y Pelaia confiesan que las razones aportadas para la prioridad de Nehemías no son apodícticas; tomadas aisladamente, pueden impugnarse; consideradas en su conjunto, tienen gran valor.

Historia profana del período Esdras-Nehemías.
Las noticias sobre la repatriación y reorganización de la comunidad judaica en Jerusalén por obra de Esdras y Nehemías corresponden a un marco histórico que tiene como término a quo el año 538 y como fin el reinado de Artajerjes II (404-358). El año 539, Ciro entró triunfante en Babilonia. Murió en 530, sucediéndole su hijo Cambises (530-522), que sometió a Egipto, achacándole Heródoto haberse dejado dominar allí por su locura sacrilega, noticia que confirma un texto de Elefantina en que se dice que destruyó todos los templos egipcios, excepto el de Yaho (Yahvé; Pritchard, 492).
A Cambises siguió Darío I (521-486), que unificó el imperio, construyó una red de caminos por todo el país, dividió el imperio en veinte satrapías, ensanchando sus límites. La quinta satrapía, llamada Abarnahara, comprendía Palestina, Fenicia, Chipre y Siria. Sucedióle Jerjes (485-464). Fue un rey muelle, afeminado, despótico y cruel. En el libro de Ester se da de él un retrato muy parecido a este que hemos mencionado de Heródoto. Fue asesinado en una revuelta de palacio, junto con su hijo Darío. Subió al trono Artajerjes I (464-424), con el sobrenombre de Longimano. A su muerte reinó su hijo Jerjes II, sólo por cuarenta y cinco días. Darío II (424-405), hijo de Artajerjes, siguió las inspiraciones de s mujer Parisatis. Del séptimo año de Darío (417) se conserva un texto del sátrapa de Egipto, Arsames, que señala a los judíos de la colonia de Asuán la manera de celebrar la pascua.
A él siguió Artajerjes II (404-358), llamado Mnemone. Tuvo que sofocar la revuelta de su hermano Ciro el Joven, a quien venció en la batalla de Kunaxa (401 a.C.). El año 404, Egipto consiguió la independencia, dando inicio la 28 dinastía. Los partidarios del orden Ne-hemías-Esdras colocan la misión de este último el año 398 a.C., en tiempos en que a la dinastía 28, de Amisteo, sucedió la 29, de Neferites I (398-392), contra la que combatía encarnizadamente Artajerjes. ¿Era buena esta fecha para autorizar la repatriación de numerosos judíos capitaneados por Esdras?
Esta rápida ojeada histórica confirma que la historia bíblica y profana corren paralelas, sin desacuerdos ni antinomias.

Los judíos en el imperio persa.
Los judíos marcharon al destierro por última vez el año 587 por orden de Nabucodonosor. En un principio fueron recluidos en campos de concentración, de donde fueron sacados para dedicarse a trabajos de construcción, de canalización y riegos agrícolas. Estableciéronse en lugares cercanos a Babilonia, junto al río Kebar, en Tell Abib (Ez 3:15) y otros lugares de la región de Nippur. Acudían a Babilonia en busca de trabajo o se afincaban en el campo dedicados a la explotación agrícola (Ez 3:15-23). Pronto gozaron de relativa libertad de movimientos, autorizándoseles enviar cartas a Palestina (Jer c.29; 51:59; Neh 1:1ss), agruparse y gobernarse por sus ancianos (Jer 29:1; Ez 8:1; 14:1). Con el tiempo, la fortuna sonrió a no pocos, que atesoraron grandes riquezas, ocuparon elevados cargos, mientras otros vivían en la indigencia. Se han conservado los archivos de la familia Murashu, que en tiempos de Artajerjes I y Darío II dedicábase a operaciones bancarias, al comercio, administración de bienes, etc.2. Con abundantes medios de vida en Babilonia, se comprende que muchos se negaron a repatriarse llegado el momento de la libertad en tiempos de los persas.
La administración persa mostróse liberal con los pueblos subyugados por Babilonia, a los que se autorizaba gobernarse según sus propias leyes. Los primeros gobernadores de los repatriados pertenecían a la dinastía davídica.

Renovación religiosa.
Fue el exilio una dura prueba para Israel (Jer 31:15). Corría peligro de que al contacto con los pueblos paganos perdiera su peculiaridad religiosa, su sentimiento de pertenencia a Yahvé y de que Denegara de un Dios que, en concepto de algunos, no fue capaz de liberarlo de manos de Nabucodonosor. Pero la actividad de los profetas, sobre todo Jeremías y Ezequiel, salvó al pueblo en esta Coyuntura trágica. Israel supo reaccionar favorablemente. Ezequiel fue el promotor de las grandes corrientes religiosas existentes despues del exilio: separación total del mundo pagano, estudio de 1 Ley. Las almas encontraban asimismo una literatura tonificante en el oráculo de Is c.40-55, que, a causa de sus predicciones mesiánicas, excitaban también el patriotismo. Con el exilio nace el judaísmo y se constituye el Estado-Iglesia 3.
Los repatriados iniciaron su vida según las Escrituras, que, por obra de Esdras, se comienzan a codificar, formando el canon de las Escrituras sagradas. En toda la literatura sagrada, mosaica y profética, coleccionada en esta época se encontraba la respuesta de Israel a la revelación divina. Restauróse el altar de los sacrificios, el templo y la ciudad santa; Israel surgía con espíritu y corazón nuevos (Ez 6:9; 11:19) Y reanudaba su alianza con Dios (Ez 11:20; 14:11).

Doctrina religiosa.
Los judíos que habitaban en Babilonia no se desentendieron de sus hermanos que en Judea ponían las bases del nuevo Estado de Israel. Zorobabel, Esdras y Nehemías fueron hombres providenciales, instrumentos de que se sirvió Dios para despertar la conciencia de su pueblo escogido. Sometido Israel al dominio persa, no trató de sacudir su yugo, proclamar su independencia nacional, sino que centró todas sus actividades en torno al templo y a la sombra de los muros de la ciudad santa. La Ley será su norma de fe y costumbres; de su meditación y estudio surgirán diversas leyes encaminadas a separar, segregar al pueblo escogido de las gentes del país y obligarle a un comportamiento escrupuloso de las leyes de la teocracia. Quienes se negaban a acatarlas eran separados de la comunidad. Israel se agrupa en torno a un solo Dios, a un único templo servido por sacerdotes y levitas. En las sinagogas empezó a leerse la Ley y los Profetas, con lo que se recuerda constantemente al pueblo sus deberes religiosos. Un cuerpo de escribas se entrega al estudio de la Escritura. Es una época de renovación espiritual silenciosa, pero eficaz.

1 RB 63 (1956) 423-427.
2 G. Cardascia, Les Archives de Murashu (París 1951).


Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

Patrocinio

Notas

Nehemías 8,1-18

Las Reformas de Nehemías (8:1-13:1).
Venciendo Grandes Dificultades, Había Creado Nehemías Una atmósfera patriótica con la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. Este hecho tiene una significación extraordinaria por cuanto devolvía al pueblo aquel orgullo y sentimiento nacional que había animado a las generaciones anteriores al exilio. Con la ciudad desmantelada no podían los judíos hacer prevalecer sus derechos; estaban supeditados al capricho de las gentes del país y de sus autoridades, que podían libremente penetrar en el interior y desbaratar los planes para la creación de una conciencia nacional. Una vez que Jerusalén ha recobrado sus murallas, vuelve a convertirse en la capital del judaísmo y en el punto céntrico donde convergían las miradas de todos los judíos, de dentro y de la diáspora. Aunque no disfrutaba la ciudad de autonomía completa, sin embargo podían sus habitantes atrincherarse detrás de sus muros en caso de que las gentes del país les acometieran. El rey de Persia estaba lejos y no inquietaba a los judíos con tal de que oficialmente le estuvieran sujetos.
Pero a la reconstrucción de las murallas, al mejoramiento económico, al arreglo social operado por Nehemías, debía acompañar la reforma moral, política y disciplinar. El factor espiritual era la base sobre la cual debía asentarse el nuevo Israel. La vuelta a la Ley le aseguraba la propia personalidad e independencia frente a los imperios que le rodeaban y de continuo le acechaban. En los capítulos siguientes se trata de la reforma religiosa llevada a término por Esdras y Nehemías (8:1-9:37); de la renovación de la alianza entre Dios y el nuevo Israel (10:1-40). Los capítulos n y siguientes se enlazan con el séptimo, en donde se empezó a hablar de la repoblación de Jerusalén.

En la puerta de las Aguas (8:1-2).

1 Legado el séptimo mes, los hijos de Israel estaban ya en sus ciudades; y entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se reunió en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que llevase el libro de la Ley de Moisés, dada por Yahvé. 2 Esdras el sacerdote llevólo ante la asamblea, compuesta de hombres y mujeres, de cuantos eran capaces de entenderla. Era esto el día primero del mes séptimo.

Discuten los exegetas si los c.8-10 están o no desplazados de su contexto. Los que se pronuncian por la parte afirmativa insisten en que interrumpen la narración de la repoblación de Jerusalén, cuyo tema se esboza en el c.7 y se desarrolla a partir del c.11. La repoblación de Jerusalén, escribe Ricciotti, se narra en Neh_7:72a y 11:1ss, formando originariamente un bloque, en medio del cual fue puesto más tarde, y en contra de la cronología, como una cuña, la relación contenida en los c.7:72b; 8; 9; 10. Según Ricciotti, el orden de la narración debía ser el siguiente: 7:1-72; 11:1-36; c.8-10; 12; 13. Dado que los acontecimientos de los capítulos 7 y 11 exigen un año de tiempo, debe concluirse que si en 8:1 se habla del séptimo mes, no puede éste corresponder al mes séptimo del año en que fue acabado el muro (6:15), mes exacto del año 20 de Artajerjes I (445 a.C.), porque no pudieron hacerse tantas innovaciones en el curso de una semana, a saber, del 25 de Elul al 1.° de Tishri. Luego el año séptimo de que habla 8:1 corresponde al 445. Gelin fija los acontecimientos como sigue: 1) Esdr 7:1-8:36: viaje de Esdras a Jerusalén; 2) Neh_7:72b-Neh_8:18 : Esdras lee la Ley; 3) Esdr 9:1-10:44: los matrimonios mixtos; 4) Neh_9:1-37 : ceremonia expiatoria. Opina Dyson que Neh 8-10 seguía originariamente a Esdr c.10. Con esta disposición se llena un hueco en la narración de Esdras y se suprime la dificultad del texto actual, consistente en la presencia de Neh 8-10 entre 7:4 y 11:1. Tal vez el traslado se deba a que las primeras líneas de Neh c.8 son idénticas a las que siguen inmediatamente al catálogo de Esdr c.2, siendo de esta manera colocada toda la sección del catálogo de Neh c.7. Acaso con ello no hacemos más que enriquecer a Esdras a expensas de Nehemías l. Otros autores (Fernández, Ubach, Médiebelle) reconocen que los capítulos, 8-10 están en su sitio; hay unanimidad en ver entre los mismos unidad perfecta (contra Batten y Torrey), y no creen que la reforma religiosa deba atribuirse totalmente a Esdras, con exclusión de Nehemías. En resumen, para estos autores los c.8-10 no están fuera de lugar ni deben trasladarse al libro de Esdras. Interrumpen, es verdad, el relato de la repoblación de Jerusalén; pero era necesario mucho tiempo para realizar el proyecto anunciado en 7:4-5 y para llegar a las medidas de que habla el c.11. En pocos días no podían reconstruirse las casas (7:4) e instalar en Jerusalén los habitantes de la provincia (11:1-3). Entre las operaciones primera y última hubo tiempo para la renovación de la alianza (c.8-10), condición indispensable para el pío Nehemías de la restauración política, de la cual la dedicación de la muralla sería el coronamiento (12:27-43). A la objeción que se les hace del cambio en estos capítulos de la primera persona por la tercera, responde Fernández: Estos acontecimientos los había descrito brevemente Nehemías en sus memorias; pero el autor del libro, queriendo ampliar el tema, se apartó en este punto de las memorias y las sustituyó por una narración propia, fundada en dichas memorias y otros documentos.
Estos son los argumentos que esgrimen los partidarios del orden actual. Para éstos, el séptimo mes tiene relación con el mandato de Nehemías. Las murallas se acabaron el 25 del mes Elul; la asamblea se reunió al mes siguiente del año 445. En contra no puede aducirse el hecho de haberse celebrado entre las dos fechas otra asamblea (7:5), porque ésta congregó únicamente a los grandes y magistrados.
La asamblea se congregó en la puerta de las Aguas (3:26), al nordeste del Ofel, lugar donde Esdras reunió al pueblo (10:9), y que llama plaza del templo. En ella tomaron parte hombres y mujeres, todos los que escuchando podían comprender (texto hebreo). Esdras aparece aquí por vez primera en el libro de Nehemías, dándosele los títulos de escriba (Esdr 7:6) y sacerdote (Esdr 7:5-11). El tercer libro de Esdras le llama sumo sacerdote (9:39; 40-49)· Por el título se relaciona con aquellos doctores cuya misión consistía en interpretar auténticamente la Ley y asegurar su fiel transmisión a la posteridad. Pelaia, que admite el orden Nehemías-Esdras, y para el cual la misión de este último tuvo lugar el año 398, reinando Artajerjes II Mnemone (405-358), escribe que Esdras, siendo joven (unos treinta años), asistió a la asamblea convocada por Nehemías (444 a.C.) por invitación de éste. Aunque joven, era apreciado universalmente por el conocimiento profundo que tenía de la Ley. Por lo mismo le llamó Nehemías para que le asesorara en unos momentos en que tenía necesidad de un sacerdote que completara, con la reconstrucción moral y religiosa, los trabajos materiales que había llevado a cabo. Accediendo a la invitación de Nehemías, sigue diciendo Pelaia, abandonó Esdras Babilonia para colaborar con el. Terminada su misión, regresó de nuevo a Babilonia, que dejó definitivamente el año 398, llevando consigo una caravana de repatriados (Esdr 7:1-10), Sin embargo, en el acto de la promulgación de la Ley aparece Esdras como hombre maduro y familiarizado des-¿e muchos años con la misma. El fracaso en su empeño por reconstruir las murallas de Jerusalén (Esdr 4:6-23) hicieron que abandonara la dirección del grupo de repatriados y se dedicara a sus funciones sacerdotales y al estudio de la Ley. De hecho, desde el séptimo año de Artajerjes (Esdr 7:1-10:44) hasta el año 20 desaparece ¿e la escena de la historia. Durante estos catorce años moró en Jerusalén; no se vislumbran en el texto vestigios de que fuera llamado de Babilonia para leer la Ley a los judíos de Jerusalén.
¿Qué debe entenderse por la Ley de Moisés? Ciertamente no llevó Esdras el Pentateuco tal como nos lo han retransmitido los masoretas. Algunos autores católicos modernos admiten que Moisés escribió o hizo que se escribiera bajo su dirección todo el Pentateuco, excepto el episodio de su muerte y funerales. No es ésta la opinión más corriente entre los católicos, los cuales admiten la mosaicidad substancial del Pentateuco. En el fondo, la substancia de las tradiciones que se han incorporado en el Pentateuco, el núcleo de su legislación, remontan a los tiempos en que Israel se constituyó como pueblo bajo la égida de Moisés. Fue él el organizador de su pueblo, su mentor religioso o, su primer legislador. Las tradiciones anteriores que terminan en él y los acontecimientos de los cuales fue él protagonista convirtiéronse en epopeya nacional. La religión de Moisés marcó siempre la fe y la práctica del pueblo; la Ley de Moisés ha sido siempre su norma. Las adaptaciones que impuso el cambio de tiempos hiciéronse conforme a su espíritu y pusiéronse bajo su autoridad 2. La tradición yahvista es acaso anterior al mismo Moisés; la elohista, contemporánea suya; una y otra se pusieron por escrito andando el tiempo. El Deuteronomio tiene relación con la reforma de Josías. La tradición sacerdotal es posterior, constituyéndose como tal durante el exilio e imponiéndose después del mismo. Es muy posible que Esdras, durante el tiempo en que desapareció de la vida pública, se dedicara a la composición del Pentateuco, dándole la estructura que presenta hoy. Esdras compone un libro con materiales de procedencia y espíritu diverso, muchos de los cuales tienen sus raíces en tiempos de Moisés; los restantes están impregnados y concebidos de conformidad con su espíritu. De ahí que Esdras, con su obra redaccional, pudo dar a conocer por vez primera en la historia y sistematizar en un todo orgánico el libro de la Ley de Moisés. Como hemos dicho, ni en su espíritu ni en cada una de sus partes, tomadas aisladamente, era desconocido este libro de la Ley; le faltaba la mano del gran legislador Esdras para que las diversas tradiciones existentes fueran refundidas en una obra de conjunto.
Prescribe la Ley (Lev_23:24; Num_29:1) que en el novilunio del séptimo mes hubiera fiesta solemne y asamblea santa (miqra qodesh). Miqra significa también, y precisamente en nuestro relato (Num_8:8), leción de la Ley. Así, pues, los judíos que se reúnen el día primero del séptimo mes para la lectura de la Ley, cumplen, según la mente del autor, la Ley (Schneider).

Esdras en el estrado (Num_8:3-6).
3 Esdras estuvo leyendo el libro desde la mañana hasta la tarde en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas, a los hombres, mujeres y a cuantos podían entender. 4 Estaba Esdras el escriba sobre un estrado de madera que se alzó con esta ocasión; y estaban junto a él, a su derecha, Matatías, Semeyas, Anaía, Urías, Jecías y Maasías, y a su izquierda, Peda-ya, Misael, Malquiya, Asum, Jasbadana, Zacarías y Mesulam. 5 Abrió Esdras el libro, viéndolo todos, por estar él más alto que todo el pueblo, y, al abrirlo, todos se pusieron de pie. 6 Bendijo entonces Esdras a Yahvé, Dios grande, y todo el pueblo alzando las manos, respondió: Amén, amén; y, postrándose, adoraron a Yahvé rostro a tierra.

Escena grandiosa que el v.3 describe en sus rasgos esenciales y que redondean los versos siguientes (4-8). Delante de la puerta se extendía una plaza, en la cual se apiñaron hombres, mujeres y jóvenes para escuchar la lectura de la Ley de Moisés. Junto a la puerta se levantó un estrado, desde el cual dominaba Esdras a la multitud. A su derecha e izquierda sentáronse trece hombres, probablemente sacerdotes, que garantizaban con su presencia la verdad de cuanto leía Esdras. La lectura duraba unas seis horas, desde el amanecer hasta el mediodía. El texto sugiere que se leían secciones particulares, puntos aislados, predominantemente legislativos; no se excluye, sin embargo, la lectura continua de los pasajes históricos. Esdras, de pie, tomó el rollo de la Ley y, desenvolviéndolo para empezar la lectura, vio cómo toda la multitud se ponía de pie en señal de respeto Que 3:20). Hemos dicho que eran trece los personajes que rodeaban a Esdras. ¿Por qué este número? Las versiones antiguas lo reducen a doce, para simbolizar a las doce tribus. Otros elevan el número a catorce. El número 13 reaparece en el v.7. Se empieza el acto con una oración de alabanza a Yahvé, no citándose la fórmula empleada, que acaso coincidía con la de 1 Grón 29:10 o de Neh_9:5. Durante la misma alzó el pueblo las manos en señal de aprobación o solidaridad (Vaccari, Dyson), de oración (Exo_17:11) o de juramento, respondiendo: Amén, postrándose en tierra para adorar a Yahvé (2Cr_7:3; 2Cr_20:18).

Misión de los levitas (2Cr_8:7-8).

7 Josué, Baní, Serebías, Janún, Acub, Sebtaí, Odias, Maasías, Quelita, Azarías, Josabad, Janán y Pelaya, levitas, explicaban la Ley al pueblo. 8 Leían el libro de la Ley de Dios, explicándolo, exponiendo su sentido de modo que el pueblo entendiera la lectura.

Gelin piensa que el v.7 ha sido añadido por el cronista con el de dar a los levitas mayor relieve, de conformidad con la que tienen en la liturgia reciente. Añade que esta adición es poco feliz por el hecho de mencionar las explicaciones del texto que leía Esdras, de que se habla en el v.8. Sin embargo, no convencen tales razones; antes bien, el contexto exige su presencia. En efecto, va describiendo el autor el marco en que se desenvolvía la gran ceremonia. Además de Esdras, de sus acompañantes y del pueblo presente, habla el texto de la misión de los levitas, que consistía en aclarar lo que se leía o iba a leerse. Estaban ellos colocados sobre un lugar alto (2Cr_9:4). ¿Cómo procedían? Podemos imaginar que Esdras leía un punto, y los levitas, por turno, lo aclaraban con algunas explicaciones. Puede darse también que el pueblo estuviera dividido en secciones, de cada una de las cuales cuidaba un levita. En el v.8 se especifica más la labor de los levitas. Los LXX traducen: Y Esdras leyó; y leían ellos (hebreo). Algunos exegetas traducen: Se leía, sin especificar el sujeto. No vemos inconveniente en mantener la lección y ellos leían. Esto no empece que Esdras leyera el texto de la Ley, que los levitas repetían de nuevo, o bien a todo el pueblo, o cada levita a los de su sección. A esta lectura seguía una paráfrasis, probablemente en arameo. La palabra meparash (Esdr 4:18) significa separar, cortar, expresar claramente (Pro_23:32; Eze_34:12). Unos autores le dan el sentido de traducir. Esdras leía en hebreo y los levitas traducían al arameo; o leían en arameo y los levitas lo traducían al hebreo (Naville). Creemos que la palabra debe de significar que los levitas exponían y explicaban en lengua aramaica el texto que Esdras y ellos habían leído en la lengua santa, que muchos habían olvidado durante los años de la cautividad.

Las autoridades exhortan a la alegría (Eze_8:9-12).

9 Nehemías, gobernador; Esdras, sacerdote y escriba, y los levitas que hacían al pueblo la explicación, dijeron a todo el pueblo: Hoy es día consagrado a Yahvé, vuestro Dios; no os entristezcáis ni lloréis, pues todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la Ley. 10 Y luego les dijo: Id y comed manjares grasos, y bebed licores dulces, y mandad parte a los que no han preparado, pues hoy es día consagrado al Señor; y no os entristezcáis, porque la alegría de Yahvé es vuestra fortaleza. 11 Los levitas apaciguaban al pueblo, diciendo: Callad, que hoy es día santo, y no os entristezcáis. 12 Fuese todo el pueblo a comer y a beber y a enviar porciones, disfrutando de gran alegría porque había entendido lo que se le había enseñado.

Nehemías es llamado el tirsata (Esd_2:63; Neh_7:65-69), nombre persa cuyo significado corresponde a gobernador. Algunos concideran las palabras Nehemías, gobernador como una adición posterior; suprimen también la mención de los levitas, basándose en Que el verbo de los v.10 y 11 está en singular.
¿Por qué lloró el pueblo? Porque pudo comparar su conducta con lo que se prescribía en la Ley; tuvo conciencia de su pecado y temía el castigo. Bueno era que reconocieran su pecado, pero mejor todavía que se arrepintieran de sus descarríos e hicieran el propósito de enmendarse. Además, el primer día del mes séptimo en la fiesta de las trompetas (Lev_23:23-25; Num_29:1-6). Debían, puzs regocijarse en este día consagrado al Señor. Invita Esdras al puebl' a que coma manjares escogidos (grasuras dice el texto) y beba bebidas dulces (Deu_14:26). De esta alegría debían participar los judío pobres (Deu_16:11-14; Est_9:19-22). ¡La alegría de Yahvé es vuestra fortaleza! (1Cr_16:27), dice Nehemías.

Proclamación de la fiesta de los Tabernáculos (1Cr_8:13-15)
13 El segundo día, los jefes de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con Esdras el escriba para profundizar en las palabras de la Ley. 14 Hallaron que en la Ley que había dado Yahvé por mano de Moisés estaba escrito que los hijos de Israel habitasen en cabanas en la solemnidad del mes séptimo. Cerciorados de ello, 15 proclamaron por todas las ciudades y en Jerusalén esta nueva, diciendo: Subid a los montes y traed ramas de acebuche, ramas de arrayán, ramas de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer las cabanas, como está mandado.

En la Ley se habla de las fiestas de los Tabernáculos (Lev_23:34-43; Deu_16:13-15), pero en términos distintos. Recordaba la fiesta la marcha de Israel por el desierto (Exo_16:35; Lev_23:43); sedaba gracias a Dios al finalizar la cosecha (Exo_23:16; Deu_16:13). El texto no menciona la fiesta de la Expiación (kippur), que se celebraba entre la de las Trompetas y la de los Tabernáculos (sukkot; Lev_23:27).

El pueblo de fiesta (Lev_8:16-18).
16 Salió, pues, el pueblo todo, y, trayendo las ramas, hicieron cabanas, unos en sus terrados, otros en sus patios y en los atrios de la casa, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraím. 17 Todos los de la congregación que volvieron de la cautividad hicieron cabañas y habitaron en ellas, cosa que no habían hecho los hijos de Israel desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta entonces. Hubo gran alegría. 18 Se fue leyendo día por día el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último. La fiesta duró siete días, y al octavo tuvieron gran asamblea, según lo prescrito.

De esta fiesta da noticia Esdr 3:4; era muy arraigada en el pueblo (1Re_8:62-65; 1Re_12:32; Ose_12:10). Celebrábase en tiempos de Salomón (2Cr_7:8; 2Cr_8:13), pero no con tanta solemnidad como ahora. Conforme a las prescripciones de Lev_23:36; Num_29:35, tuvo lugar una asamblea el día octavo, día 22 de Tishri (2Ma_10:6).