Oseas  7 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 16 versitos |
1 Cuando yo quería sanar a Israel, se ha revelado la iniquidad de Efraírn y la perversidad de Samaría; obra fraudulentamente; entra el ladrón dentro, y fuera hace sus correrías el bandido."
2 No reflexionan en su corazón que yo tengo presente su maldad; ahora sus obras les rodean y están patentes ante mí."
3 Regocijan al rey con sus malicias, y con sus mentiras a los príncipes,
4 mientras que todos respiraban furor, como horno a punto de abrasar la hornada. Cesa el hornero de enrojar mientras se amasa y fermenta lo amasado.
5 Ya el día mismo de “nuestro rey” comienzan los príncipes a encenderse por el vino, mezclados en compañía de bandidos.
6 Pues como horno ardieron sus corazones en intrigas; su furor ha descansado durante la noche, pero a la mañana como llama de fuego."
7 Todos se encendieron como horno y devoraron a sus jueces. Todos sus reyes sucumbieron, pero nadie de entre ellos clamó a mí.
8 Efraím se aceita de las gentes, es como torta a que no se dio vuelta.
9 Los extraños devoran su sustancia, sin que él se dé cuenta; ya tiene canas, y no se ha apercibido."
10 A Israel le sale a la cara su arrogancia, y no se vuelven a Yahvé, su Dios, y, con todo esto, no le han buscado.
11 Efraím se ha tornado en paloma estúpida, sin juicio; acuden a Egipto, se dirigen a Asiría."
12 Tan pronto como vayan, yo les tiendo mi red y los haré caer en ella como aves del cielo, Yo los castigaré según lo decretado contra sus maldades.
13 ¡Ay de ellos por haberse apartado de mí! ¡Ruina sobre ellos por haberse rebelado contra mí! Yo los salvaba y ellos me mentían.
14 No me invocan de corazón, sino que ululan sobre sus almohadillas; por el grano y por el mosto se hacen incisiones. Son rebeldes contra mí."
15 Yo los eduqué y fortalecí sus brazos, pero maquinaban contra mí.
16 Se vuelven hacia los que de nada sirven; se han convertido en arco engañoso. Sus príncipes caerán a la espada por sus insolentes bravatas; es decir, serán la irrisión en la tierra de Egipto."

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Introducción a Oseas 

Times New Roman ;;;;
Oseas.
Introducción.

Nombre y Vida del Profeta.
La Biblia no da ninguna indicación sobre el lugar de nacimiento de Oseas (en hebreo Hosea: Yahvé salva). Únicamente conocemos el nombre de su padre, Beeri! El nombre coincide con el del último rey de Israel 2, y no debía de ser raro en la época. Como la predicación de Oseas se desarrolla en el reino del norte, se supone que es oriundo de esta zona septentrional israelita; pues, por otra parte, en el libro se refleja la situación política del reino de Samaría. No sabemos a qué clase social pertenecía, probablemente a la de agricultor, a juzgar por las numerosas alusiones a la vida agrícola 3. No obstante, algunos autores creen que era de la clase sacerdotal o que formaba parte de las asociaciones proféticas profesionales. Pero nada de esto se insinúa en el libro.
En sus oráculos, el profeta nos habla de su vida familiar. Por orden de Dios contrajo matrimonio con una mujer de mala vida, o con una mujer que le fue infiel en el matrimonio, de la que tuvo tres hijos, con nombres simbólicos relacionados con la conducta pecadora de Israel como pueblo. Los autores disputan sobre el sentido de estas narraciones, y así, mientras unos entienden estos relatos en sentido historicista, es decir, como reflejo de la vida familiar real del profeta, otros más bien creen que estas narraciones son en el fondo parábolas en acción. Desde luego, el carácter esquemático y apresurado de la narración - siempre en función de simbolizar las relaciones de Yahvé con Israel - parece favorecer la tesis parabolista. Es decir, que nos hallaríamos ante un caso similar a. las parábolas expuestas como una realización real por Natán a David y por un profeta anónimo a Acab 4.

Ambiente histórico.
La época en que se desarrolló la vida del profeta fue tumultuosa en extremo. Después de un reinado de esplendor, encarnado en Jeroboam II (783-743), el cual, después de haber vencido a los sirios, logró una era de prosperidad comercial para su país, éste entró en un período completo de descomposición política como consecuencia de la invasión de Teglatfalasar III (745-727). Después de la -muerte de Jeroboam II se sucedieron vertiginosamente los reyes. Su hijo Zacarías apenas reinó un año (743), pues fue asesinado por Sellum (743), el cual a su vez lo fue por Menajem (743-738). El hijo de éste, Pecaya, fue asesinado por Pecaj (737-732) 5. Este se alió con Rasín de Damasco contra Asiría 6, pero Teglatfalasar les venció, ocupando Damasco (732) y parte del reino israelita del norte, que fue anexionado como provincia tributaria a Asiría, deportando a sus habitantes7. El reino del norte quedó reducido al territorio de Efraím, y oficialmente en estado de vasallo.
En la capital, Samaría, había una fuerte facción egiptófila, y parece que Pecaj la favorecía. Por ello fue asesinado por el asirófilo Oseas (732-724), que fue el último rey de Samaría, ocupada por los asirios en 722-21 a.C. Al principio Oseas entregaba sumisamente el tributo al rey de Asiría, Teglatfalasar; pero, al morir éste, con su sucesor, Salmanasar V (727-722), las relaciones se endurecieron; a causa de la afición del rey Oseas hacia Egipto, rehusó pagar el tributo acostumbrado. Oseas fue depuesto (725-24), y después de tres años de asedio, Samaría, capital del reino, cayó en manos de los asirios (722-21). En este ambiente de zozobra y de conspiraciones en la corte se desarrolló la vida profética de Oseas.
Con el bienestar conseguido en tiempo de Jeroboam II, las costumbres se relajaron y el culto cismático de Yahvé sufrió profundas infiltraciones idolátricas, con lo que surgió una religión sincretista, contra la que luchó denodadamente el profeta. El culto oficial del Estado se centraba en la adoración del becerro de oro, representación sensible de Yahvé 8; lo que era un primer paso para la idolatría, a la que era tan propenso el pueblo hebreo. Desde los tiempos de Acab (s.IX), los cultos fenicios habían penetrado hondamente en la vida religiosa del reino septentrional 9. El profeta Oseas luchó contra estas infiltraciones paganas, pues prácticamente Yahvé había sido reducido a la categoría de un Dios principal en un panteón. Por otra parte, las manifestaciones culturales externas, como ofrendas de sacrificios, observancia del sábado y de las fiestas anuales 10, no tenían el contenido religioso interno de entrega a Dios y a sus preceptos. De ahí la religión hipócrita y formularia, que era en realidad una caricatura de la tradición religiosa de Israel.

Contenido y estructura del libro..
La predicación de Oseas es esencialmente afectiva, y por eso no es fácil hacer un esquema ideológico de sus oráculos. La idea central de su mensaje es la contraposición del amor de Yahvé y la ingratitud de Israel, que no ha sabido corresponder a su calidad de pueblo elegido. En realidad, Yahvé se ha unido con su pueblo en una alianza matrimonial, pero Israel la ha quebrantado. Por eso Yahvé le castigará, pero amorosamente, para atraerle a buen camino, a la reconciliación. Conforme al orden actual del libro que se atribuye a Oseas, podemos hacer el siguiente esquema de sus oráculos:

A) Relaciones amorosas de Yahvé e Israel (1:1-3:5):
El matrimonio con una mujer de mala vida simboliza la infidelidad de Israel a Yahvé.
Reconciliación con la mujer infiel.
Los nombres de los hijos de Oseas, símbolo de las relaciones entre Yahvé e Israel.
B) Oráculos conminatorios (4:1 -14:10):
Se declara la culpabilidad y el castigo de Israel. Impenitencia de Israel y Judá. Anuncio de la cautividad.
Invitación al arrepentimiento.

La primera parte está en prosa, mientras la segunda en poesía. Pero la identidad ideológica es total, y la ilación lógica es muy normal, en tal forma que la segunda parte parece un desarrollo de la del esquema teológico de la primera. Ambas partes terminan con el anuncio trágico de la destrucción del reino del norte. Los nombres de sus hijos Jezrael, Lo-Rujamá (sin compasión) y Loami (no mi pueblo) son un símbolo del castigo material de Israel y del abandono por parte de Dios hasta que entre por las vías del arrepentimiento. El recuerdo de la llanura de Jezrael, donde en otro tiempo Jehú extirpó la dinastía de Acab, será el símbolo de la nueva carnicería que se cierne sobre la casa real de Samaría. Pero, una vez que se cumpla la justicia de Yahvé e Israel vuelva a su Esposo, ese nombre, de recuerdo siniestro, se convertirá en símbolo de bendición, manifestada en la feracidad edénica de la tierra (Jezrael: Yahvé siembra), y, por otra parte, Israel volverá a ser el pueblo elegido de su Dios, de forma que Yahvé podrá llamarle Pueblo mío y Misericordia, porque sobre él se derramará su piedad salvadora.

Autenticidad y transmisión textual.
En general no hay razones serias que objetar a la unidad de autor del libro de Oseas. No obstante, en sus oráculos hay intercalaciones de un compilador posterior, que en Judá dio la última redacción a los escritos atribuidos a Oseas 11.
En cambio, el problema textual es atormentador, ya que el estado actual del TM es sumamente deficiente. Hay pasajes ininteligibles y es preciso recurrir a las versiones para reconstruir una posible lectura original satisfactoria 12. La versión de los LXX está hecha sobre un texto muy corrompido, y por eso es preciso acudir a las exigencias del contexto y de la métrica para rastrear el posible sentido original. En la segunda parte, poética, muchas veces los incisos y esticos están desplazados. Es célebre la frase de San Jerónimo: Oseas commaticus est, et quasi per sententias lo-quens 13. Este estilo entrecortado y sentencioso hay que atribuirlo a su temperamento afectivo y emocional. A través de sus frases misteriosas y entrecortadas se percibe la hondura de su alma, enamorada de su pueblo. De ahí que a veces falta el encadenamiento lógico, porque las explosiones afectivas dominan la frase. No obstante, tiene una gran riqueza de imaginación, con propensión a tomar los símiles de la naturaleza; conoce bien las leyes del paralelismo y los recursos de la paranomasia; alude frecuentemente a las tradiciones antiguas de Israel; sobre todo siente nostalgia de la vida del desierto, cuando las relaciones entre Yahvé e Israel eran más sinceras; conoce muchos incidentes y hechos de la historia sagrada, del Pentateuco y del libro de los Jueces 14.

Mensaje doctrinal.
a) Oseas centra su predicación en torno a las relaciones de Yahvé con Israel como pueblo elegido: por eso no hay en sus oráculos anuncios relativos a las naciones paganas ni a Judá, a pesar de que debía de conocer los oráculos de Amos. Abiertamente declara el monoteísmo estricto. Yahvé es el Dios exclusivo de Israel15, pero es también el único Dios, ya que los baales cananeos no son nada, sino obra del hombre 16. El gran pecado de Israel es la idolatría, que en el fondo procede de la ignorancia 17. Pero, ante todo, Yahvé es el Dios de Israel, porque le ha elegido entre todos los pueblos.
Sus relaciones son tan amorosas, que son comparables al amor íntimo de dos esposos. Este símil del matrimonio para expresar las relaciones entre Yahvé e Israel es expresado por primera vez por Oseas, pero queda después acuñado para reaparecer en los oráculos de Isaías 18, Jeremías 19, Ezequiel 20 y en la literatura sapiencial, sobre todo en el Cantar de los Cantares. Y aún el símil penetra en los escritos del Í. Ô. 21 Oseas describe dramáticamente las tentativas amorosas de Yahvé por atraerse a su pueblo, al que ama, pero que le es infiel. A pesar de sus infidelidades, le busca una y otra vez hasta hacerle comprender - por las privaciones y castigos - que su bien está sólo en acercarse a su Esposo, el de su juventud.
Desde el punto de vista del culto religioso, el profeta rechaza todas las manifestaciones culturales, que están inficionadas de cultos idolátricos extraños 22. En general, ante todo urge el cumplimiento de los valores morales. El culto externo sólo es aceptable por Yahvé en la medida en que va acompañado del reconocimiento íntimo de sus derechos y de la entrega del corazón a sus preceptos. El profeta urge sistemáticamente el cumplimiento de los preceptos del decálogo al acusar a sus contemporáneos: perjuran, mienten, matan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres23. Se opone a todo culto a las imágenes24 y supone la existencia del descanso sabático 25.
b) La idea mesiánica queda perfectamente expresada al anunciar una nueva alianza matrimonial indefectible: Seré tu esposo para siempre, te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y en piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tú reconocerás a Yahvé.26 El profeta anuncia aquí una nueva era en la que desaparecerá el pecado y las relaciones de Israel con Dios se basarán en la justicia, el juicio y la misericordia, de forma que podrá ser Yahvé de nuevo y definitivamente el Esposo en fidelidad, basándose las nuevas relaciones en el reconocimiento de los derechos divinos 27.
Como consecuencia, Dios bendecirá a su pueblo, que será como las arenas del mar, que son sin medida y sin número, y en el lugar-mismo en que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se dirá de ellos: Los hijos del Dios vivo. Los hijos de Judá y los hijos de Israel se juntarán en uno y se darán un jefe único y se desbordarán de la tierra, pues será grande el día de Jezrael.28 El profeta piensa en los tiempos en que, pasada la hora de prueba, el castigo de la cautividad, volverán Judá e Israel a constituir un solo pueblo con un solo jefe: Volverán los hijos de Israel y buscarán a Yahvé, su Dios, y a David, su rey, y se apresurarán a venir temerosos a Yahvé. 29 Es el anuncio de la nueva teocracia, que será como una superación de los tiempos gloriosos de David.
Y el profeta, ante esta perspectiva, suelta su imaginación, presentándonos un cuadro idílico en el que aparecen las fieras amansadas y los campos dotados de feracidad edénica: En aquel día haré en favor de ellos concierto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra, y quebraré en la tierra arco, espada y guerra, y haré que reposen seguros. En aquel día yo seré propicio - dice Yahvé - a los cielos, y los cielos serán propicios a la tierra; la tierra, propicia al trigo, al mosto y al aceite, y éstos, propicios a Jezrael. 30 Esta perspectiva de paz total y de feracidad edénica se convertirá en tópico en la literatura profética posterior 31. Es el ansia de paz y de felicidad inherente a su corazón humano, que será colmada en los tiempos mesiánicos.

1 Os 1:1. - 2 Cf. 2 Re 17:1. Oseas es el nombre original de Josué (Núm 13:17). - 3 Cf. Os4:16; 6:3; 8,7; 9:2.10; 10:1; 13:3; 14:6-8. - 4 Cf. 2 Sam 12:1-7; 1 Re 20:35-43. - 5 Cf. 2 Re 15:10; 2 Re 15:17.23-25. - 6 Cf. 2 Re 16:5; Is 7. - 7 Cf. 2 Re 15:29. - 8 Lo que estaba prohibido en Ex 20:4. - 9 Cf. 1 Re 16:30. - 10 Cf. Os 2:11; 4:15; 8:4; 13:2. - 11 Se consideran obra de un glosista los fragmentos 2,isb-25; 14:2-10. - 12 Por ejemplo, Os 4:19; 6:11; 7:1. - 13 san jerónimo, Praef. ín XII Proph.: PL 28:1015. - 14 Cf. Os 9:4 y Ex 3:14; Os 11:8 y Gen 19:243; Dt 29:22; Os 9:10 y Núm 25; Os 13:1 y Núm 16; Dt u,6; Os 2:17 y Jos 7:24-26; Os 9:9 y 10,95 y Jue 195; Os 13:10 y 1 Sam 8. - 15 Os 3:5; 4:6-12. - 16 Os 8:4-6; 13:2. - 17 Os 4:6. - 18 Isa_50:1; 54:5·Àï; 62:4-5. - 19 Jer 2:1-7; 3:15; 31:22. - 20 Ez c.ió y 23. - 21 Cf. Os n,i y Mt 2:15; Os 6:6 y Mt 9:13; Ose_10:8 y Le 23:30; Os 2:25 y Rom 9:25; Os 13:14 y i Cor 15:55; Is 1:6.9; 2:3 y i Pe 2:10. - 22 Cf. Os 7:14; 8:4-6.11; 10,is. - 23 Os 4:2. - 24 Os 8:4; 10:2-5; 13:2. - 25 OS 2:11. - 26 Os 2:19(21)3. - 27 Jer 31:33-34· - 28 Os 1:11. - 29 3:5. - 30 2:22. - 31 Cf. Is 51:3; 31:1s; 41:18; 43:10; Ez 47.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Oseas  7,1-16

7. Anarquía social y petición de ayuda al extranjero.
En los c.7-9 se refleja la anarquía reinante después de Jeroboam II. Los desórdenes sociales están al orden del día. La nación se siente insegura, y busca nerviosa auxilio tan pronto en Asiría como en Egipto. En el terreno religioso, la idolatría y la impiedad crecen por doquier. De hecho sabemos que, después de la muerte de Jeroboam II, las dinastías se sucedieron con pasmosa rapidez, pues los reyes eran asesinados y suplantados sistemáticamente por generales insurrectos, a su vez devorados por el torbellino de la anarquía social. Son los años en que Teglatfalasar III hace sus primeras incursiones por la costa sirofenicia y amenaza caer sobre Palestina (entre el 750 al 735 a.C.).

Conspiraciones contra los gobernantes (1-7).
1 Cuando yo quería sanar a Israel, se ha revelado la iniquidad de Efraírn y la perversidad de Samaría; obra fraudulentamente; entra el ladrón dentro, y fuera hace sus correrías el bandido. 2 No reflexionan en su corazón que yo tengo presente su maldad; ahora sus obras les rodean y están patentes ante mí. 3 Regocijan al rey con sus malicias, y con sus mentiras a los príncipes, 4 mientras que todos respiraban furor, como horno a punto de abrasar la hornada 9. Cesa el hornero de enrojar mientras se amasa y fermenta lo amasado. 5 Ya el día mismo de nuestro rey comienzan los príncipes a encenderse por el vino, mezclados en compañía de bandidos 10. 6 Pues como horno ardieron sus corazones en intrigas; su furor ha descansado durante la noche, pero a la mañana como llama de fuego. 7 Todos se encendieron como horno y devoraron a sus jueces. Todos sus reyes sucumbieron, pero nadie de entre ellos clamó a mí.

La anarquía social es general. El robo y asesinato están a la orden del día (v.1), y se hacen de modo tan descarado, que sus autores no tienen interés en ocultar las fechorías: sus obras les rodean (como un vestido) y están patentes a mí (v.2). A continuación, el profeta describe al detalle y de modo poético la trama de una de tantas conspiraciones habidas contra los gobernantes de aquel tiempo de descomposición política y social. De un lado, los subditos se muestran zalameros y adulan al rey y a los príncipes (regocijan al rey con sus mentiras, v.3), mientras que están tramando interiormente su muerte. Después de la muerte de Jeroboam (753), los atentados se sucedieron en masa. Quizá se aluda aquí a la conspiración de Sellum contra el rey Zacarías (753-52), hijo de Jeroboam II y último rey de la dinastía de Jehú. El usurpador, Sellum, fue muerto por otro usurpador (Menajem, 752 742/1) un mes después 11.
El relato de Oseas puede ser un eco de estas intrigas. Supone el profeta que se celebró una fiesta en honor del rey, en la que no faltaban las alabanzas y adulaciones propias de las circunstancias. Mientras tanto, hervían furiosos en odio, tramando la ruina del rey. El profeta compara los conspiradores a los horneros que encienden el horno y preparan la pasta (los planes del regicidio), para esperar el momento oportuno. Dejan que fermenten sus planes, y cuando los príncipes y el rey están despreocupados, encendidos por el vino, entonces se echan sobre ellos, asesinándolos (v.7). Es la historia de las conspiraciones que tuvieron lugar en los años que van desde el 750 al 735 a.C. El profeta refleja en este relato una de tantas conspiraciones, sin concretar ninguna en nombres. Los términos literarios pueden aplicarse a todas ellas. El quiere hacer ver que la anarquía y el libertinaje campean en la sociedad, porque nadie se acuerda de Dios: nadie. clamó a mí (v.7).

Israel, en busca de ayuda extranjera (8-16).
8 Efraím se aceita de las gentes, es como torta a que no se dio vuelta. 9Los extraños devoran su sustancia, sin que él se dé cuenta; ya tiene canas, y no se ha apercibido. 10A Israel le sale a la cara su arrogancia 12, y no se vuelven a Yahvé, su Dios, y, con todo esto, no le han buscado. n Efraím se ha tornado en paloma estúpida, sin juicio; acuden a Egipto, se dirigen a Asiría. 12 Tan pronto como vayan, yo les tiendo mi red y los haré caer en ella como aves del cielo, Yo los castigaré según lo decretado contra sus maldades13. 13¡Ay de ellos por haberse apartado de mí! ¡Ruina sobre ellos por haberse rebelado contra mí! Yo los salvaba y ellos me mentían. 14 No me invocan de corazón, sino que ululan sobre sus almohadillas; por el grano y por el mosto se hacen incisiones 14. Son rebeldes contra mí. 15 Yo los eduqué y fortalecí sus brazos, pero maquinaban contra mí. 16 Se vuelven hacia los que de nada sirven 15; se han convertido en arco engañoso. Sus príncipes caerán a la espada por sus insolentes bravatas 16; es decir, serán la irrisión en la tierra de Egipto.

Irónicamente se compara a Efraím (reino del norte) a una torta a la que no se dio vuelta (v.8), y por ello a medio cocer. Ha querido impregnarse de costumbres paganas (se aceita de los pueblos), y el resultado es que no es ni yahvista ni pagano. No tiene apego a su personalidad y tradiciones nacionales, y, por otra parte, las costumbres y usos adoptados de los pueblos gentiles no le van a su medida. Es una torta a medio cocer. No se da cuenta que, con esta política de mimetismo extranjero, los extraños devoran su sustancia (v.9), debilitándola en su vida nacional; y así, sin darse cuenta, es presa de una vejez nacional prematura (ya tiene canas), sin que se aperciba de ello.
No reconoce su debilidad y sus yerros, y por eso su conducta es insolente y desafiante para los intereses de Yahvé: a Israel le sale a la cara su arrogancia (v.10). En su autosuficiencia, no se creen los israelitas necesitados de auxilio, y por eso no se vuelven a Yahvé, su Dios; a pesar de lo que han sufrido: y, con todo esto, no le han buscado. Su ceguera será su castigo. Tan infatuado está, que, en vez de dirigirse a Yahvé, ha buscado ingenuamente, como paloma estúpida, sin juicio, ayuda de las grandes potencias, Asiría y Egipto, que terminarán por absorberlo políticamente. La frase parece aludir a la política inconsistente de Israel en aquel tiempo, cuando Teglatfalasar III de Asiría hacía irrupción en la costa sirofenicia y se preparaba a avanzar por Palestina para chocar contra Egipto.
Las facciones políticas de Israel eran diversas, ya que unos propugnaban aliarse con el coloso asirio que avanzaba, mientras que otros eran partidarios de escudarse en la potencia del faraón para hacer frente a la invasión. Los profetas, en esta situación, predican siempre la política de Dios, que es abstenerse de entrar en ligas extranjeras, que no hacen sino perjudicar a los intereses religiosos del pueblo elegido, y encomendarse a la ayuda omnipotente de Yahvé. Isaías y Jeremías serán los grandes campeones de esta tesis eminentemente yahvista. De hecho, de nada les servía a los políticos israelitas el buscar alianzas extranjeras, pues por haber despreciado y desconfiado en Yahvé, caerían en la red que les tendía como aves del cielo (v.12).
En la escuela de los fracasos militares y políticos iba Yahvé adoctrinando a su pueblo, de dura cerviz (yo los castigaré.), que tenía sueños de gran nación. El apartarse de Yahvé traía como consecuencia la ruina (v.13). La ingratitud de Israel desbordaba toda medida, y, sobre todo, su falta de sinceridad en sus actos de culto no hacía sino atraer la ira divina. En realidad, no les importan los intereses de su Dios, sino que ululan sobre sus almohadillas y por el grano y por el mosto hacen incisiones (v.14). El texto alude a la costumbre de prosternarse en los lugares de culto, extendiendo en el suelo el manto o pequeños lechos (almohadillas), haciéndose incisiones (v.14) rituales en señal de dolor por los pecados y para manifestar una piedad extraordinaria 17.
Los israelitas adoptaron prácticas culturales de los cananeos aun en el santuario de Yahvé, pero, además, participaban de los ritos sagrados en los lugares de culto idolátrico con sus grandes aberraciones. El profeta destaca la ingratitud inmensa que esto supone, ya que Israel debía su existencia como nación exclusivamente a la elección y protección de Yahvé (yo los eduqué y fortalecí sus brazos, v.15), pero ellos han correspondido con la rebelión y el engaño, yéndose tras de los ídolos: se vuelven hacia los que de nada sirven (v.16). Han resultado a Yahvé tan traicioneros como el arco engañoso que se vuelve contra el que lo maneja 18. Israel no ha querido ser instrumento dócil en las manos de Yahvé, y se ha vuelto contra El, prefiriendo a los ídolos de las naciones y buscando alianzas paganas.
Pero en esto encontrarán el castigo, pues los que más abogan por la alianza con las naciones como Egipto y Asiría caerán a la espada por sus insolentes bravatas. La frase puede ser una alusión al ardor con que combatían las distintas facciones políticas (egiptófilos y asirófilos) en la corte de Samaría. La última frase, serán la irrisión de la tierra de Egipto, es considerada por algunos autores como glosa posterior que interpreta los hechos a la luz de la caída de Samaría en 721 a.C.

1 El TM dice: Tus juicios brotan (como) la luz. Los LXX leen mi juicio como la luz. Hemos preferido esta última, como más adaptable al contexto. 2 Otros traducen ellos, como Adam, violaron la alianza. La palabra hebrea Adam puede tener sentido colectivo, y así lo hemos interpretado. 3 Así según la reconstrucción de Hoonacker. El texto es oscuro y discutido su sentido. He aquí otra versión: Gomo bandidos en emboscada, una banda de sacerdotes asesina sobre el camino de Siquem (Bible de Jérusalem). 4 Texto discutido. Nuestra versión es la de Hoonacker. La Bibíe de Jérusalem traduce: A ti también, Judá, yo destino una cosecha cuando restablezca a mi pueblo.5 En Job_31:23 encontramos este mismo sentido peyorativo de hombre (adam). 6 En Jue_10:17 aparece Galaad como ciudad. Algunos ejemplares de los LXX, pertenecientes a la recensión de Luciano, leen Caígala. 7 La palabra hebrea qaúr sígrúnca . generalmente, pero también rama (cf. Sal 8o, 12; Job_14:9, etc.). 8 Cf. Is ii,is; Jer_23:5; Eze_17:22. 9 Literalmente el TM dice: Todos ellos son adúlteros, como horno encendido por el hornero. Cesa de atizar el fuego desde el amasado de la pasta hasta su fermentación. La Bible de Jérusalem traduce: Todos están jadeantes, arden como horno, cuyo panadero no atiza el fuego desde que amasó la pasta hasta que es fermentada. 10 El TM dice: el día de nuestro rey pusiéronse enfermos los príncipes con el ardor del vino; él tendió su mano a los brillantes (¿embriagados?) Los LXX: con las pestes. Indudablemente el texto está corrompido. Un ligero cambio de letras da la versión que hemos tomado de Hoonacker. 11 Cf. 2Re_15:10s. 12 Otros traducen: la gloría de Israel da contra él testimonio. Así Cantera. Bible de Jérusalem: la arrogancia de Israel testimonia contra él. 13 Así según un ligero cambio de letras (versión seguida por la Blble de Jérusalem). El TM dice: según lo oído en sus asambleas. 14 Así según los LXX. El texto del TM no da sentido aceptable. 15 El texto original es oscuro. Un ligero cambio de consonantes da la traducción que hemos propuesto, siguiendo a Hoonacker. Bible de Jérusalem: se vuelven hacia Baal. 16 Lit. por la ira de su lengua. La frase siguiente es considerada por muchos autores como glosa posterior. 17 Estaba prohibida esta práctica en Lev_19:28; Lev_21:5; Deu_14:1. Sobre su extensión en Ganaán cf. 1Re_18:28; Jer_16:6; Jer_41:52Cr_47:5; 2Cr_48:37. Véase el artículo de Vigouroux Les pré-tres de Baal et leurs successeurs: RB 5 (1896) p.227s. 18 Cf. Sal_78:57.