Oseas  9 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 17 versitos |
1 No te goces, Israel; no te regocijes corno las gentes, porque has fornicado fuera de tu Dios. Fuiste en busca del salario sobre toda era de trigo."
2 Pero la era y el lagar los desconocerán ! y el mosto les defraudará.
3 No quedarán en la tierra de Yahvé, sino que Efraím volverá a Egipto, y en Asiría comerán manjares inmundos.
4 No harán más a Yahvé libaciones de vino ni le presentarán sus sacrificios, su pan será pan de duelo; cuantos lo coman se contaminarán, porque su pan será para ellos mismos, no entrará en la casa de Yahvé."
5 ¿Qué haréis en el día de la asamblea, en el día de la fiesta de Yahvé?
6 Porque he aquí que se han marchado de la (tierra) devastada, y Egipto los reunirá. Menfis los sepultará. Sus preciosidades de plata las heredarán las ortigas; los cardos (heredarán) sus tiendas."
7 Llegaron los días del castigo, llegaron los días de la paga. Clama Israel: “El profeta es un insensato, presa de delirio el hombre del espíritu.” A la enormidad de tu iniquidad se añade la enormidad de la persecución.
8 El profeta centinela de Efraím, en unión con su Dios, (halla) en todos sus caminos el lazo del cazador y la persecución en la casa de su Dios.
9 Profundamente se corrompieron, como en los días de Guibá. El se acordará de su iniquidad y castigará sus pecados.
10 Como uvas en el desierto hallé yo a Israel, como brevas en la higuera en su principio contemplé a vuestros padres, los cuales, llegados a Baal-Peor, se consagraron a la infamia y se hicieron abominables como lo que amaron.
11 Se volará como pájaro la gloria de Efraím, y no habrá ya ni parto, ni maternidad, ni embarazo.
12 Si crían hijos, los despojaré de ellos, privándolos de hombres, y jay de ellos cuando yo me aleje de ellos!
13 Efraím, yo lo he visto, ha hecho de sus hijos presa de caza, y Efraím sacará sus hijos para el asesino.
14 Dales, ¡oh Yahvé! ¿Qué les has de dar? Dales entrañas estériles y senos enjutos.
15 Toda su perversidad está en Guilgal; allí los aborrecí. Por la perversidad de sus obras los arrojé de mi casa; no volveré a amarlos. Todos sus príncipes son rebeldes."
16 Efraím está herido; su raíz está seca, no dará fruto; aunque parieren, haré morir a los tesoros de su seno."
17 Los rechazará mi Dios por no haberle escuchado e irán errantes entre las gentes.

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Introducción a Oseas 

Times New Roman ;;;;
Oseas.
Introducción.

Nombre y Vida del Profeta.
La Biblia no da ninguna indicación sobre el lugar de nacimiento de Oseas (en hebreo Hosea: Yahvé salva). Únicamente conocemos el nombre de su padre, Beeri! El nombre coincide con el del último rey de Israel 2, y no debía de ser raro en la época. Como la predicación de Oseas se desarrolla en el reino del norte, se supone que es oriundo de esta zona septentrional israelita; pues, por otra parte, en el libro se refleja la situación política del reino de Samaría. No sabemos a qué clase social pertenecía, probablemente a la de agricultor, a juzgar por las numerosas alusiones a la vida agrícola 3. No obstante, algunos autores creen que era de la clase sacerdotal o que formaba parte de las asociaciones proféticas profesionales. Pero nada de esto se insinúa en el libro.
En sus oráculos, el profeta nos habla de su vida familiar. Por orden de Dios contrajo matrimonio con una mujer de mala vida, o con una mujer que le fue infiel en el matrimonio, de la que tuvo tres hijos, con nombres simbólicos relacionados con la conducta pecadora de Israel como pueblo. Los autores disputan sobre el sentido de estas narraciones, y así, mientras unos entienden estos relatos en sentido historicista, es decir, como reflejo de la vida familiar real del profeta, otros más bien creen que estas narraciones son en el fondo parábolas en acción. Desde luego, el carácter esquemático y apresurado de la narración - siempre en función de simbolizar las relaciones de Yahvé con Israel - parece favorecer la tesis parabolista. Es decir, que nos hallaríamos ante un caso similar a. las parábolas expuestas como una realización real por Natán a David y por un profeta anónimo a Acab 4.

Ambiente histórico.
La época en que se desarrolló la vida del profeta fue tumultuosa en extremo. Después de un reinado de esplendor, encarnado en Jeroboam II (783-743), el cual, después de haber vencido a los sirios, logró una era de prosperidad comercial para su país, éste entró en un período completo de descomposición política como consecuencia de la invasión de Teglatfalasar III (745-727). Después de la -muerte de Jeroboam II se sucedieron vertiginosamente los reyes. Su hijo Zacarías apenas reinó un año (743), pues fue asesinado por Sellum (743), el cual a su vez lo fue por Menajem (743-738). El hijo de éste, Pecaya, fue asesinado por Pecaj (737-732) 5. Este se alió con Rasín de Damasco contra Asiría 6, pero Teglatfalasar les venció, ocupando Damasco (732) y parte del reino israelita del norte, que fue anexionado como provincia tributaria a Asiría, deportando a sus habitantes7. El reino del norte quedó reducido al territorio de Efraím, y oficialmente en estado de vasallo.
En la capital, Samaría, había una fuerte facción egiptófila, y parece que Pecaj la favorecía. Por ello fue asesinado por el asirófilo Oseas (732-724), que fue el último rey de Samaría, ocupada por los asirios en 722-21 a.C. Al principio Oseas entregaba sumisamente el tributo al rey de Asiría, Teglatfalasar; pero, al morir éste, con su sucesor, Salmanasar V (727-722), las relaciones se endurecieron; a causa de la afición del rey Oseas hacia Egipto, rehusó pagar el tributo acostumbrado. Oseas fue depuesto (725-24), y después de tres años de asedio, Samaría, capital del reino, cayó en manos de los asirios (722-21). En este ambiente de zozobra y de conspiraciones en la corte se desarrolló la vida profética de Oseas.
Con el bienestar conseguido en tiempo de Jeroboam II, las costumbres se relajaron y el culto cismático de Yahvé sufrió profundas infiltraciones idolátricas, con lo que surgió una religión sincretista, contra la que luchó denodadamente el profeta. El culto oficial del Estado se centraba en la adoración del becerro de oro, representación sensible de Yahvé 8; lo que era un primer paso para la idolatría, a la que era tan propenso el pueblo hebreo. Desde los tiempos de Acab (s.IX), los cultos fenicios habían penetrado hondamente en la vida religiosa del reino septentrional 9. El profeta Oseas luchó contra estas infiltraciones paganas, pues prácticamente Yahvé había sido reducido a la categoría de un Dios principal en un panteón. Por otra parte, las manifestaciones culturales externas, como ofrendas de sacrificios, observancia del sábado y de las fiestas anuales 10, no tenían el contenido religioso interno de entrega a Dios y a sus preceptos. De ahí la religión hipócrita y formularia, que era en realidad una caricatura de la tradición religiosa de Israel.

Contenido y estructura del libro..
La predicación de Oseas es esencialmente afectiva, y por eso no es fácil hacer un esquema ideológico de sus oráculos. La idea central de su mensaje es la contraposición del amor de Yahvé y la ingratitud de Israel, que no ha sabido corresponder a su calidad de pueblo elegido. En realidad, Yahvé se ha unido con su pueblo en una alianza matrimonial, pero Israel la ha quebrantado. Por eso Yahvé le castigará, pero amorosamente, para atraerle a buen camino, a la reconciliación. Conforme al orden actual del libro que se atribuye a Oseas, podemos hacer el siguiente esquema de sus oráculos:

A) Relaciones amorosas de Yahvé e Israel (1:1-3:5):
El matrimonio con una mujer de mala vida simboliza la infidelidad de Israel a Yahvé.
Reconciliación con la mujer infiel.
Los nombres de los hijos de Oseas, símbolo de las relaciones entre Yahvé e Israel.
B) Oráculos conminatorios (4:1 -14:10):
Se declara la culpabilidad y el castigo de Israel. Impenitencia de Israel y Judá. Anuncio de la cautividad.
Invitación al arrepentimiento.

La primera parte está en prosa, mientras la segunda en poesía. Pero la identidad ideológica es total, y la ilación lógica es muy normal, en tal forma que la segunda parte parece un desarrollo de la del esquema teológico de la primera. Ambas partes terminan con el anuncio trágico de la destrucción del reino del norte. Los nombres de sus hijos Jezrael, Lo-Rujamá (sin compasión) y Loami (no mi pueblo) son un símbolo del castigo material de Israel y del abandono por parte de Dios hasta que entre por las vías del arrepentimiento. El recuerdo de la llanura de Jezrael, donde en otro tiempo Jehú extirpó la dinastía de Acab, será el símbolo de la nueva carnicería que se cierne sobre la casa real de Samaría. Pero, una vez que se cumpla la justicia de Yahvé e Israel vuelva a su Esposo, ese nombre, de recuerdo siniestro, se convertirá en símbolo de bendición, manifestada en la feracidad edénica de la tierra (Jezrael: Yahvé siembra), y, por otra parte, Israel volverá a ser el pueblo elegido de su Dios, de forma que Yahvé podrá llamarle Pueblo mío y Misericordia, porque sobre él se derramará su piedad salvadora.

Autenticidad y transmisión textual.
En general no hay razones serias que objetar a la unidad de autor del libro de Oseas. No obstante, en sus oráculos hay intercalaciones de un compilador posterior, que en Judá dio la última redacción a los escritos atribuidos a Oseas 11.
En cambio, el problema textual es atormentador, ya que el estado actual del TM es sumamente deficiente. Hay pasajes ininteligibles y es preciso recurrir a las versiones para reconstruir una posible lectura original satisfactoria 12. La versión de los LXX está hecha sobre un texto muy corrompido, y por eso es preciso acudir a las exigencias del contexto y de la métrica para rastrear el posible sentido original. En la segunda parte, poética, muchas veces los incisos y esticos están desplazados. Es célebre la frase de San Jerónimo: Oseas commaticus est, et quasi per sententias lo-quens 13. Este estilo entrecortado y sentencioso hay que atribuirlo a su temperamento afectivo y emocional. A través de sus frases misteriosas y entrecortadas se percibe la hondura de su alma, enamorada de su pueblo. De ahí que a veces falta el encadenamiento lógico, porque las explosiones afectivas dominan la frase. No obstante, tiene una gran riqueza de imaginación, con propensión a tomar los símiles de la naturaleza; conoce bien las leyes del paralelismo y los recursos de la paranomasia; alude frecuentemente a las tradiciones antiguas de Israel; sobre todo siente nostalgia de la vida del desierto, cuando las relaciones entre Yahvé e Israel eran más sinceras; conoce muchos incidentes y hechos de la historia sagrada, del Pentateuco y del libro de los Jueces 14.

Mensaje doctrinal.
a) Oseas centra su predicación en torno a las relaciones de Yahvé con Israel como pueblo elegido: por eso no hay en sus oráculos anuncios relativos a las naciones paganas ni a Judá, a pesar de que debía de conocer los oráculos de Amos. Abiertamente declara el monoteísmo estricto. Yahvé es el Dios exclusivo de Israel15, pero es también el único Dios, ya que los baales cananeos no son nada, sino obra del hombre 16. El gran pecado de Israel es la idolatría, que en el fondo procede de la ignorancia 17. Pero, ante todo, Yahvé es el Dios de Israel, porque le ha elegido entre todos los pueblos.
Sus relaciones son tan amorosas, que son comparables al amor íntimo de dos esposos. Este símil del matrimonio para expresar las relaciones entre Yahvé e Israel es expresado por primera vez por Oseas, pero queda después acuñado para reaparecer en los oráculos de Isaías 18, Jeremías 19, Ezequiel 20 y en la literatura sapiencial, sobre todo en el Cantar de los Cantares. Y aún el símil penetra en los escritos del Í. Ô. 21 Oseas describe dramáticamente las tentativas amorosas de Yahvé por atraerse a su pueblo, al que ama, pero que le es infiel. A pesar de sus infidelidades, le busca una y otra vez hasta hacerle comprender - por las privaciones y castigos - que su bien está sólo en acercarse a su Esposo, el de su juventud.
Desde el punto de vista del culto religioso, el profeta rechaza todas las manifestaciones culturales, que están inficionadas de cultos idolátricos extraños 22. En general, ante todo urge el cumplimiento de los valores morales. El culto externo sólo es aceptable por Yahvé en la medida en que va acompañado del reconocimiento íntimo de sus derechos y de la entrega del corazón a sus preceptos. El profeta urge sistemáticamente el cumplimiento de los preceptos del decálogo al acusar a sus contemporáneos: perjuran, mienten, matan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres23. Se opone a todo culto a las imágenes24 y supone la existencia del descanso sabático 25.
b) La idea mesiánica queda perfectamente expresada al anunciar una nueva alianza matrimonial indefectible: Seré tu esposo para siempre, te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordias y en piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tú reconocerás a Yahvé.26 El profeta anuncia aquí una nueva era en la que desaparecerá el pecado y las relaciones de Israel con Dios se basarán en la justicia, el juicio y la misericordia, de forma que podrá ser Yahvé de nuevo y definitivamente el Esposo en fidelidad, basándose las nuevas relaciones en el reconocimiento de los derechos divinos 27.
Como consecuencia, Dios bendecirá a su pueblo, que será como las arenas del mar, que son sin medida y sin número, y en el lugar-mismo en que se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se dirá de ellos: Los hijos del Dios vivo. Los hijos de Judá y los hijos de Israel se juntarán en uno y se darán un jefe único y se desbordarán de la tierra, pues será grande el día de Jezrael.28 El profeta piensa en los tiempos en que, pasada la hora de prueba, el castigo de la cautividad, volverán Judá e Israel a constituir un solo pueblo con un solo jefe: Volverán los hijos de Israel y buscarán a Yahvé, su Dios, y a David, su rey, y se apresurarán a venir temerosos a Yahvé. 29 Es el anuncio de la nueva teocracia, que será como una superación de los tiempos gloriosos de David.
Y el profeta, ante esta perspectiva, suelta su imaginación, presentándonos un cuadro idílico en el que aparecen las fieras amansadas y los campos dotados de feracidad edénica: En aquel día haré en favor de ellos concierto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra, y quebraré en la tierra arco, espada y guerra, y haré que reposen seguros. En aquel día yo seré propicio - dice Yahvé - a los cielos, y los cielos serán propicios a la tierra; la tierra, propicia al trigo, al mosto y al aceite, y éstos, propicios a Jezrael. 30 Esta perspectiva de paz total y de feracidad edénica se convertirá en tópico en la literatura profética posterior 31. Es el ansia de paz y de felicidad inherente a su corazón humano, que será colmada en los tiempos mesiánicos.

1 Os 1:1. - 2 Cf. 2 Re 17:1. Oseas es el nombre original de Josué (Núm 13:17). - 3 Cf. Os4:16; 6:3; 8,7; 9:2.10; 10:1; 13:3; 14:6-8. - 4 Cf. 2 Sam 12:1-7; 1 Re 20:35-43. - 5 Cf. 2 Re 15:10; 2 Re 15:17.23-25. - 6 Cf. 2 Re 16:5; Is 7. - 7 Cf. 2 Re 15:29. - 8 Lo que estaba prohibido en Ex 20:4. - 9 Cf. 1 Re 16:30. - 10 Cf. Os 2:11; 4:15; 8:4; 13:2. - 11 Se consideran obra de un glosista los fragmentos 2,isb-25; 14:2-10. - 12 Por ejemplo, Os 4:19; 6:11; 7:1. - 13 san jerónimo, Praef. ín XII Proph.: PL 28:1015. - 14 Cf. Os 9:4 y Ex 3:14; Os 11:8 y Gen 19:243; Dt 29:22; Os 9:10 y Núm 25; Os 13:1 y Núm 16; Dt u,6; Os 2:17 y Jos 7:24-26; Os 9:9 y 10,95 y Jue 195; Os 13:10 y 1 Sam 8. - 15 Os 3:5; 4:6-12. - 16 Os 8:4-6; 13:2. - 17 Os 4:6. - 18 Isa_50:1; 54:5·Àï; 62:4-5. - 19 Jer 2:1-7; 3:15; 31:22. - 20 Ez c.ió y 23. - 21 Cf. Os n,i y Mt 2:15; Os 6:6 y Mt 9:13; Ose_10:8 y Le 23:30; Os 2:25 y Rom 9:25; Os 13:14 y i Cor 15:55; Is 1:6.9; 2:3 y i Pe 2:10. - 22 Cf. Os 7:14; 8:4-6.11; 10,is. - 23 Os 4:2. - 24 Os 8:4; 10:2-5; 13:2. - 25 OS 2:11. - 26 Os 2:19(21)3. - 27 Jer 31:33-34· - 28 Os 1:11. - 29 3:5. - 30 2:22. - 31 Cf. Is 51:3; 31:1s; 41:18; 43:10; Ez 47.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Oseas  9,1-17

9. El castigo de Efraím.

La cautividad de Israel está a la vista (1-6).
1 No te goces, Israel; no te regocijes corno las gentes, porque has fornicado fuera de tu Dios. Fuiste en busca del salario sobre toda era de trigo. 2 Pero la era y el lagar los desconocerán ! y el mosto les defraudará. 3 No quedarán en la tierra de Yahvé, sino que Efraím volverá a Egipto, y en Asiría comerán manjares inmundos. 4 No harán más a Yahvé libaciones de vino ni le presentarán sus sacrificios, su pan será pan de duelo; cuantos lo coman se contaminarán, porque su pan será para ellos mismos, no entrará en la casa de Yahvé. 5 ¿Qué haréis en el día de la asamblea, en el día de la fiesta de Yahvé? 6 Porque he aquí que se han marchado de la (tierra) devastada, y Egipto los reunirá. Menfis los sepultará. Sus preciosidades de plata las heredarán las ortigas; los cardos (heredarán) sus tiendas.

El anuncio de la próxima cautividad aparece expresado con toda claridad. Israel sigue inconsciente su vida de alegría y regocijos, pero en esto se muestra estúpida y sin inteligencia, porque el castigo no se hará esperar por haber abandonado a Yahvé, yéndose tras los ídolos: has fornicado fuera de tu Dios (v.1). Se ha conducido como una cortesana, en busca de salario sobre toda era de trigo; es decir, ha participado en todos los jolgorios y prácticas supersticiosas y paganas que tenían lugar con motivo de la recolección 2. Pero, por haber tomado parte en fiestas idolátricas con motivo de la recolección, Yahvé castigará a Israel a una gran escasez: la era y el lagar los desconocerán (v.2), e.d., los frutos no responderán a la llamada y espera de los habitantes de Israel al cultivar el campo; el mosto los defraudara en su esperanza.
Pero esto no será sino el principio del fin, ya que el exilio será el destino definitivo de Israel. El profeta concibe la futura cautividad en Asiría al estilo de la antigua de Egipto: Efraím volverá a Egipto (v.3). En Asiría comerán manjares impuros. Privados del templo, ya no podrán presentar sus primicias, que consagraban la cosecha (no entrará en la casa de Yahvé, v.4). Por eso, ese pan sólo valdrá para ellos mismos, e.d., para saciar su hambre, pero no para reconocer en él la mano pródiga de Yahvé: su pan será un pan de duelo. La casa donde había muerto alguno era considerada como contaminada durante siete días 3, y los familiares tenían banquetes funerarios en un ambiente de duelo y de tristeza4. La tristeza lo invadirá todo en el exilio, y los israelitas se sentirán en perpetuo duelo.
Desaparecerán las tradicionales fiestas y asambleas del pueblo (v.5). Al desaparecer el templo no habrá ocasión de reunirse el pueblo y celebrar la tradicional fiesta de Yahvé, e.d., los novilunios, y las fiestas mayores de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos. Las gozosas asambleas en torno al templo de Sión serán sustituidas por la dolorosa concentración de exilados en el extranjero: Egipto los reunirá (v.6), y allí, en la tierra tradicional de la servidumbre (simbolizada en la capital, Menfis), encontrará Israel triste sepultura, mientras que en Palestina los palacios y moradas de los israelitas (con sus preciosidades de plata) serán invadidas por las ortigas y los cardos.

Asechanzas de los israelitas al profeta (7-10).
7 Llegaron los días del castigo, llegaron los días de la paga. Clama Israel: El profeta es un insensato, presa de delirio el hombre del espíritu. A la enormidad de tu iniquidad se añade la enormidad de la persecución. 8 El profeta centinela de Efraím, en unión con su Dios, (halla) en todos sus caminos el lazo del cazador y la persecución en la casa de su Dios. 9 Profundamente se corrompieron, como en los días de Guibá. El se acordará de su iniquidad y castigará sus pecados. 10 Como uvas en el desierto hallé yo a Israel, como brevas en la higuera en su principio contemplé a vuestros padres, los cuales, llegados a Baal-Peor, se consagraron a la infamia y se hicieron abominables como lo que amaron.

El profeta anuncia la proximidad de los días del castigo, y, sin embargo, no encuentra sino hostilidad e incredulidad. Se le trata como insensato poseído de un espíritu maniático pesimista. No sólo prevarican, sino que le persiguen (v.8). Oseas, como profeta, se declara el centinela de Efraím, siempre alerta para dar la voz de alarma ante los peligros que se avecinan, y, sin embargo, no se le reconoce su misión, sino que por doquier se le ponen lazos en sus caminos, como el cazador lo hace en busca de la presa (v.8). La casa de su Dios parece tiene aquí el sentido amplio de territorio perteneciente a Yahvé, es decir, el reino de Israel. El profeta, que no hace sino vivir en comunicación con su Dios, es hostigado en el territorio propiedad del mismo Dios. La corrupción de sus perseguidores es comparable a la de los habitantes de Giiibá5. Quizá la mención del crimen abominable de los benjaminitas contra uno que pedía hospitalidad sea relacionado con la negativa del asi lo a que como profeta tenía Oseas en el territorio de Israel. Le niegan algo que afecta a sus derechos naturales como israelita, y más como representante de Yahvé. Oseas clama a la justicia divina para que salga por sus derechos: El se acordará de su iniquidad. (v.8).
Yahvé sintió un placer especial al entrar en relación con Israel en el desierto, comparable al viajero que encontró, sin esperar, uvas en el desierto, o como el que prueba las brevas en la higuera, encontradas inesperadamente antes de que llegue la época de la maduración de los higos (v.10). Yahvé amó y protegió a su pueblo con paternal solicitud cuando Israel empezó a formarse como nación; pero, a pesar de todos los beneficios que le prodigó, Israel se entregó a los ídolos en la primera ocasión que encontró: Llegados a Baal-Peor, se consagraron a la infamia (nombre despectivo para designar los ídolos) y se hicieron abominables. (v.10). Baal-Peor es una localidad de Moab, donde los israelitas prevaricaron en masa en su paso hacia Ganaán 6. El profeta contrapone en este cuadro el afecto y solicitud de Yahvé por su pueblo y la conducta desagradecida de éste al abandonarle e irse tras de los ídolos de Moab, entregándose a las costumbres licenciosas que solían acompañar a los actos de culto idolátricos.

La exterminación de Efraím (11-17).
11 Se volará como pájaro la gloria de Efraím, y no habrá ya ni parto, ni maternidad, ni embarazo. 12 Si crían hijos, los despojaré de ellos, privándolos de hombres, y jay de ellos cuando yo me aleje de ellos! 13 Efraím, yo lo he visto, ha hecho de sus hijos presa de caza, y Efraím sacará sus hijos para el asesino 7. 14 Dales, ¡oh Yahvé! ¿Qué les has de dar? Dales entrañas estériles y senos enjutos. 15 Toda su perversidad está en Guilgal; allí los aborrecí. Por la perversidad de sus obras los arrojé de mi casa; no volveré a amarlos. Todos sus príncipes son rebeldes. 16 Efraím está herido; su raíz está seca, no dará fruto; aunque parieren, haré morir a los tesoros de su seno. 17 Los rechazará mi Dios por no haberle escuchado e irán errantes entre las gentes.

Supuesta la inveterada prevaricación de Efraím, iniciada ya en los albores de su historia, como prueba el hecho de Baal-Peor, Yahvé ha decidido exterminarlo como pueblo. Su gloria o vigor, manifestado en la fecundidad y proliferación de sus hijos, volará como pájaro (v.11). Será condenado a la absoluta esterilidad (No habrá ni parto, ni maternidad.). Y si aún nacieren niños, Yahvé se los arrebatará (v.12), entregándolos a la espada y al cautiverio. Efraím, pues, no ha hecho sino criar hijos para ser presa de caza (v.15) de los invasores asesinos 8.
La maldición de Yahvé es inexorable, y es tal, que el profeta se resiste a pronunciarla: Dales, ¡oh Yahvé! y dialoga consigo mismo: ¿Qué les has de dar? Y, por fin, con la mayor repugnancia, proclama la maldición divina: dales entrañas estériles y senos enjutos (v.14). El profeta pide la extinción del pueblo por su depravación general, reprimiendo sus sentimientos primarios de piedad. La terrible sentencia está justificada por las abominaciones que cometen en' los santuarios idolátricos como Guilgal 9. Por eso los arrojará de su casa, del territorio de Palestina, que le pertenece a Yahvé. Las clases dirigentes, los príncipes, con sus rebeldías, son los primeros responsables de la ruina. La exterminación y el exilio serán la triste suerte de un pueblo que había sido elegido por Dios como único entre las naciones (v. 16-17).

1 Desconocerán, siguiendo a los LXX, en vez de los apacentará del TM. 2 Véase el artículo de Jaussen Coatümes árabes: RB (1903) p.258. 3 Cf. Num_19:14; Deu_26:14. 4 Cf. Jer_16:7. 5 Sobre la conducta abominable de los benjaminitas en Guibá o Gabaón cf. Jue c.iq. 6 Cf. Num_23:28. 7 él TM dice lit.: Efraím, según vi, era Tiro plantada entre pastos. La Bible de Jé-rusalem: Efraím, yo le he visto, ha hecho de sus hijos una caza; Efraím deberá entregar sus hijos a la carnicería. Nuestra versión supone un ligero retoque en una palabra del texto (Sid, caza, en vez de sur: Tiro). Hoonacker hace una bella reconstrucción, pero muy problemática: Como la cierva cría sus pequeñuelos para la caza. 8 En él supuesto de mantener la lección del TM (Efraím era Tiro rodeado de pradería), el sentido sería que Efraím estaba destinada a ser gloriosa y rica como Tiro. Pero la comparación no se adapta bien al contexto, y es preferible buscar una reconstrucción. 9 Cf. 4:15; 12:12.