Amos  1 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 15 versitos |
1 Palabras de Amos, de los pastores de Tecoa, de la visión que tuvo sobre Israel en los días de Ozías, rey de Judá, y en los días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
2 Dijo: Yahvé rugirá desde Sión, y desde Jerusalén emitirá su voz, y estarán en duelo los pastizales de los pastores y secaráse la cima del Carmelo.
3 Así dice Yahvé: Por tres crímenes de Damasco y aun por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber triturado con trillos de hierro a Galaad,
4 yo pondré fuego a la casa de Hazael, que consumirá los palacios de Ben-Hadad.
5 Yo quebrantaré las barras de Damasco y exterminaré a cuantos habitan en Biqat-Awen y a quien empuña el cetro de Bet-Eden, y el pueblo de Aram será deportado a Quir,dice Yahvé.
6 Así habla Yahvé: Por tres crímenes de Gaza y por cuatro no revocaré (mi fallo). Por haber deportado muchedumbres enteras de cautivos para entregárselos a Edom,
7 yo pondré fuego a los muros de Gaza, que devorará sus palacios,
8 y exterminaré a cuantos habitan en Asdod y quien empuña el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán las reliquias de los filisteos, dice el Señor, Yahvé.
9 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Tiro y por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber entregado a Edom muchedumbres enteras de cautivos, sin acordarse de la alianza fraternal,
10 yo pondré fuego a los muros de Tiro, que devorará sus palacios.
11 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Edom y por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber perseguido a la espada a su hermano, ahogando la piedad, durando siempre su cólera, y obstinándose hasta el fin en su rabia,
12 yo pondré fuego en Teman, que devorará los palacios de Bosra.
13 Así habla Yahvé: Por tres crímenes de los hijos de Amón y por cuatro no revocaré (mi fallo). Por haber abierto en canal a las encinta de Galaad para extender su territorio,
14 yo encenderé fuego en los muros de Rabbá, que devorará sus edificios entre clamores el día del combate, en medio de la tempestad el día de la tormenta,
15 y su rey irá al cautiverio, y con él sus príncipes todos juntos, dice Yahvé.

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Introducción a Amos 

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Amïs.
Éntroducción.

Vida del profeta.
Amos (en hebreo 'Amos: ¿portador?) era oriundo de Tecua, a nueve kilómetros al sudeste de Belén, en los confines del desierto de Judá, y de profesión pastor . Alternaba sus trabajos de pastor con el de preparar y recoger los frutos de sicómoro 2. Los símiles que utiliza en su predicación están tomados de la vida pastoril y campestre 3. Criado en un ambiente de austeridad y pobreza, tenía una especial repugnancia por todo lo que significara derroche y lujo en la vida sedentaria, y así, en su predicación aparece como el gran recriminador de los excesos de las clases pudientes y de sus extorsiones para con los pobres.
El profeta no pertenecía a ninguna de las asociaciones profesionales proféticas, como él mismo declara con énfasis al sacerdote de Betel4, y fue sorprendido por el llamamiento divino cuando se hallaba dedicado a sus faenas habituales de pastor y recolector de frutos de sicómoro 5. El profeta se fue al reino del norte a ejercer su ministerio profético en medio de una sociedad hostil y extranjera. Predicó especialmente en las cercanías del santuario cismático de Betel, donde tuvo que enfrentarse con los intereses creados del sacerdote Amasias, el cual llegó a denunciarle a Jeroboam II, rey de Israel. Pero parece que el rey no le hizo caso, y entonces el sacerdote intimó al profeta a que se fuera a ganar su vida haciendo de profeta, o ganapán visionario, tomando aquí profeta en el sentido despectivo de explotador de la credulidad pública. Amos contestó airado que no había venido a lucrarse ni estaba aleccionado por ninguna escuela profética, sino que obraba a impulsos de la inspiración divina: No so;y profeta ni hijo de profetas. Yahvé me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo Israel 6. Y, en prueba de su calidad de verdadero profeta enviado por Yahvé, le anuncia que su mujer será violada, y sus hijos asesinados por los invasores asirios7. Profetizó también la próxima cautividad de Israel8.

Ambiente histórico.
Según indicación del título de los escritos de Amos, éste ejerció su ministerio profético en tiempo de Jeroboam II de Israel (783-743) y de Ozías o Azarías de Judá (789-738), dos años después del terremoto 9. Bajo el reinado de Jeroboam II, el reino de Israel había llegado a su esplendor económico y a la máxima expansión geográfica. A fines del siglo IX, los sirios hicieron incursiones en el reino de Israel, anexionándose las regiones transjordánicas de Basan y Galaad 10. Pero, al expansionarse Asiría hacia el occidente en tiempos de Adadnirari III (805-782), se debilitó el reino de Siria, y, en consecuencia, el reino de Israel pudo rehacerse y llegar a su apogeo. Podemos, pues, suponer que el profeta empezó su predicación oracular en los últimos años de Jeroboam II, hacia el 760 a.C., poco antes de la iniciación del ministerio profético de Oseas. El ambiente histórico, pues, es semejante en ambos profetas. La indicación cronológica de dos años antes del terremoto resultaba muy precisa para los lectores contemporáneos, pero no para nosotros, pues no sabemos nada de esta conmoción sísmica que habría impresionado tanto a los moradores del reino del norte 11.
Por el contenido de la predicación de Amos vemos que la situación económica era próspera, y las clases altas se movían con excesiva desenvoltura y desenfreno, esperando confiados el día de Yahvé como día de triunfo pleno material12. El profeta saldrá al paso de estas falsas suposiciones anunciando una serie de castigos devastadores, e incluso la ruina total del reino y la cautividad de sus ciudadanos.

División y estructura del libro.
Se puede dividir el libro por su contenido en tres partes:
1.Parte introductoria: Vaticinios contra las naciones paganas, castigadas por sus crímenes contra naturaleza: contra Siria, Filistea, Tiro, Édom, Anión, Moab, y, por fin, contra Judá e Israel (c.i-2).
2.Sermones contra los abusos de las clases sociales por su excesivo lujo y materialismo. Oráculos contra los que participan de los cultos idolátricos (c.3-6).
3.Cinco visiones, en las que se simbolizan plásticamente los castigos que enviará Yahvé contra la sociedad corrompida de Samaría (c.7-9; 10).

Por fin, el libro se cierra con un anuncio de restauración mesiánica, con todo lo que implica de abundancia de bendiciones temporales (9:11-15).
La disposición no es cronológica, ni siquiera perfectamente lógica, y se ve que es obra de un compilador posterior al profeta. Sobre todo, algunas de las visiones del final del libro parecen estar desplazadas y debieran figurar entre los primeros oráculos del profeta, según se desprende de su contenido doctrinal. Esta compilación parece que ha sido llevada a cabo en el reino de Judá, pues se da precedencia al rey de Judá, Ozías, sobre el de Israel, Jeroboam, en el título de la compilación. Esto parece confirmarse por el énfasis de la conclusión, en la que se destaca la resurrección del tugurio de David, o dinastía davídica, reducida a una choza, salvada de la catástrofe de la invasión, sin duda alusión a la permanencia del minúsculo reino de Judá.

Autenticidad.
En general no hay razones serias para negar la autenticidad global de los oráculos del libro de Amos. Sus palabras están en consonancia con el ambiente histórico que hemos descrito antes y se adaptan bien a las necesidades religiosas de la época. Sin embargo, muchos críticos dudan de la autenticidad de algunos pasajes 13, sobre todo la conclusión del libro, netamente mesiánica 14. Extraña su carácter prosaico en un conjunto poético, como son todos los oráculos de Amos, y, por otra parte, se refieren más al reino de Judá que al de Israel. Por eso no faltan comentaristas que atribuyen este fragmento a una mano posterior, incluso postexílica, que ha querido desvirtuar la impresión excesivamente pesimista de los últimos anuncios de castigo de Amos: Daré la orden y zarandearé a la casa de Israel entre las gentes, como se zarandea con la criba. A la espada perecerán todos los pecadores de mi pueblo 15; sin embargo, es usual en los profetas alternar amenazas con promesas de restauración en su predicación, para, de un lado, invitar a la penitencia y cambio de vida, y de otro, evitar que caigan en la desesperación total. Los castigos de Yahvé sobre su pueblo son siempre pruebas purificatorias, en espera de una etapa esplendorosa que seguirá después.

Estilo.
San Jerónimo define a Amos como imperitum sermone16. Sin embargo, esta afirmación es injusta, ya que dentro de la sencillez y aun desaliño hay un fondo poético de gran inspiración. Es verdad que su estilo resulta algo cansino y uniforme, como consecuencia de las múltiples repeticiones e incluso de frases hechas. Pero esta repetición da más vigor a sus oráculos. Es clásico su modo de comenzar los oráculos punitivos contra las naciones paganas: Por tres pecados y por cuatro no revocaré 17, para indicar la multiplicidad. Tiene también tendencia a acumular imágenes para expresar la misma idea, pero son sumamente originales y de bellísimo significado 18. Multiplica los ejemplos para probar una afirmación 19. En general, los estilistas modernos consideran a Amos como un artista literario, pues sus repetidas imágenes y períodos argumentativos logran impresionar favorablemente al lector. Este hecho prueba que tenía su formación literaria, a pesar de que se presentaba como un humilde pastor de Tecua.

Texto y versiones.
En general, el texto hebreo de Amos está bien conservado. Sin embargo, parece que algunos esticos están desplazados de su lugar normal. La versión griega de los LXX difiere a veces del TM, pero en los casos dudosos y oscuros no resulta más clara que el texto masorético. En el TM, el libro de Amos sigue al de Oseas y Joel, a pesar de ser Amos el primero cronológicamente. En los LXX y en las versiones que dependen de esta versión aparece inmediatamente después de Oseas, seguido de Miqueas y de Joel 20.

Mensaje doctrinal.
La teología del libro de Amos es muy rica de contenido, ya que encontramos en él afirmaciones netas sobre la omnipotencia divina y su providencia sobre los pueblos, aun paganos; sobre la elección de Israel y sobre los deberes sociales con el prójimo.
a) Monoteísmo estricto. - Yahvé es el Creador de todo cuanto existe en la naturaleza, es el formador de las montañas y creador de los vientos como fuerzas cósmicas. Hizo las constelaciones 21, y puede oscurecer el firmamento con las nubes 22, regula el curso del día y de la noche 23; las olas del mar obedecen puntuales a su mandato 24.
Por otra parte, es Señor y arbitro de todos los pueblos y naciones. Trajo a los filisteos de Caftor y a los árameos de Quir 25; y, en consecuencia, es el director verdadero de los hilos de la historia humana. Por eso es el Juez de todas las naciones, a las que castiga por sus crímenes contra naturam 26. Estos postulados éticos elementales son algo sagrado, por los que Yahvé mira como cosa intangible. No se puede conculcar impunemente las leyes del corazón humano impresas por Dios. A las naciones paganas no las castigará Yahvé por transgresiones de leyes positivas que no conocen, sino por infracciones contra el derecho natural.
b) Elección de Israel. - A pesar de que Yahvé es el Señor y Juez de todos los pueblos, lo es de modo particular de Israel, porque gratuitamente lo ha elegido para vivir en comunicación íntima con El. Por eso hizo una alianza solemne con Israel después de haberle liberado de Egipto 27. Para que pudieran intimar con El, les dio un código de leyes y les envió profetas 28. Pero esto no debe cegar a los israelitas, como si Yahvé se viera obligado necesariamente a protegerles, pues en realidad la elección ha sido sin méritos por parte de ellos 29.
Si bien gobierna todos los pueblos y los somete a las leyes generales de su justicia, los israelitas, por ser un pueblo de elección, están obligados especialmente al cumplimiento de determinadas leyes positivas, estipuladas en la alianza como base de buenas relaciones entre ambas partes contratantes 30. Por tanto, los crímenes de Judá y de Israel revisten una particular malicia de ingratitud y de rebelión 31; por eso Yahvé llama a las naciones paganas como testigos del castigo que va a infligir a Samaría 32,
c) Cultos idolátricos. - En el reino del norte existía un culto sincretista escandaloso, sobre todo en los santuarios locales de Betel, Guilgal y Dan. Yahvé aparecía prácticamente tan desfigurado en el culto, que Amos consideraba aquellos actos de culto como totalmente idolátricos. Las infiltraciones paganas eran ya más que la herencia yahvista, anterior a la separación de las tribus. Lo que había empezado por un simple culto cismático, había terminado por una idolatría, sin faltar el becerro de oro, símbolo del Yahvé adorado por los del reino del norte 33. La justicia divina procede de Yahvé, que mora en Sión 34.
d) Ritualismo externo religioso. - Amos, como todos los profetas del siglo viii que le siguen, se levanta contra la doblez de corazón, contra los actos de culto externos, vacíos de contenido espiritual interno. Las manifestaciones religiosas en este plan le son odiosas 35, porque faltan las correspondientes disposiciones morales, que son la base de una religiosidad digna y elevada.
e) Justicia social. - Es característica de la predicación de Amos urgir el cumplimiento de los deberes éticos para con el prójimo. Sus diatribas contra las clases ricas destacan sus opresiones y exacciones sobre los pobres y desheredados. El profeta les echa en cara a los ricos el que vivan en casas labradas en piedra, con incrustaciones de marfil, y que se entreguen a la vida de desenfreno, despreciando a los pobres.
La sequía y las devastaciones habían arruinado totalmente a los pequeños propietarios 36, y por eso la miseria, en la mayor parte de la población, era un mal que laceraba el corazón recto del profeta. Consecuencia de esa situación es que los pobres tenían que pedir prestado dinero a los pudientes, los cuales se aprovechaban de la miseria para incautarse de los bienes de aquéllos; e incluso el arruinado tenía que venderse por esclavo, a pesar de las leyes levíticas 37. El profeta se alza, enérgico, contra estos abusos 38. La mala administración de la justicia es una provocación constante a la ira divina. En lugar de sembrar paz, siembran malestar social 39, pues el lujo desorbitado es un insulto a la miseria40; la corrupción moral rebasa todas las medidas41.

1 Am 1:1. - 2 Am 7:14. - 3 Así habla del rugido del león (3:4), de la caza de las aves con trampa (3:5), del pastor que rescata de las fauces del león los restos de la oveja (3:12), de la serpiente escondida en la grieta de la casa (5:19), del torrente siempre fluyendo (5:24). - 4 Am 7:14. - 5 Am 7:15. - 6 Am 7:14. - 7 Am 7.17. - 8 Am 7:17· - 9 Am 1:1. - 10 Cf. 2 Re 10:325; 2 Re 13:7.25. - 11 Zac 14:5 habla de este temblor de tierra en tiempo de Ozías de Judá y del espanto que produjo a los israelitas. Pero parece depender de la alusión de Amos 1:1. - 12 Cf. Am4:1; 6:1s. - 13 Así extraña la narración en tercera persona de 7:10-17, y parecen manipulación posterior ciertos fragmentos del himno al Creador: 4:13; 5:8-9; 9:5-6. - 14 Am 9:11-15. 17 Am 1:6s. - 15 Am 9:10. 18 Am 9:1-4; 4:6-11 - 16 San Jerónimo, Pról a Amos: PL 25:990 (1038). 19 Am 2,V8.' - 20 Amos aparece citado en Tob 2:6 y Zac 14:5, Y en el Í. Ô. en Act 7:42-43 (Am 5:25- 27) y Act 15:16-17 (Am 9:11-12). Citados según la versión griega, que aquí difiere mucho del TM. - 21 Am5:8. - 22 Am4:13. - 23Ams,8. - 24 Am 5:8; 97 - 25 Amó_9:7. - 26 Amc.1-2. - 27 Am 2:11; 3:7· - 28 Am 3:7. - 29 A™ 9:7 - 30 Am3:1-2. - 31 Am 3:2. - 32 Am 3:9.12s. - 33 Am 7:9; 9:1-4; 4:4. - 34 Am 1:5. - 35 Am 4:21. - 36 Am c.1-3. - 37 Cf. Lev 25:255. - 38 Am 2:6-8; 3:9-10; 5:11; 8:4-6. - 39 Am 5:7.10.12; 6:12. - 40 Am 3:15; 5: Amó_11:6 :4-6. - 41 Am4:1; 6:1-6.

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Amos  1,1-15

1. Conminaciones contra las naciones paganas circunvecinas.
En los c.1-2 encontramos una serie de oráculos conminatorios contra las naciones paganas que rodeaban a Israel; después el profeta lanza un vaticinio amenazador contra el propio Israel por sus especiales pecados de injusticia social e ingratitud para con Yahvé. Amos supone que Yahvé gobierna no sólo sobre Israel, sino sobre todos los otros pueblos paganos, y, como Señor de todos los pueblos, pide cuenta de los pecados contra el derecho natural cometidos por los gentiles. Por otra parte, supone que Israel y Judá, como pueblos elegidos por Dios, tienen obligaciones especiales, por las que se les ha de pedir estrecha cuenta.

Presentación introductoria (1-2).
1 Palabras de Amos, de los pastores de Tecoa, de la visión que tuvo sobre Israel en los días de Ozías, rey de Judá, y en los días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. 2 Dijo: Yahvé rugirá desde Sión, y desde Jerusalén emitirá su voz, y estarán en duelo los pastizales de los pastores y secaráse la cima del Carmelo.

La sincronización cronológica es clara para determinar el tiempo en que Amos desarrolló su ministerio profético. El título parece ser adición posterior de un redactor. Amos desarrolló su actividad profética entre los años 760 a.C. y 750 a.C., ya que Ozías (Azarías) reinó en Judá del 768 al 740-39, y Jeroboam II en Israel desde el 787 al 740. Por eso parece que es cronológicamente el primer profeta escritor de la Biblia, ligeramente anterior a Oseas. La frase antes del terremoto indica claramente que esta nota cronológica es posterior al mismo, cuando aún permanecía vivo el famoso terremoto. En Zac_14:5 se habla de un terremoto ocurrido en tiempos del rey Ozías de Judá, pero este dato parece depender del libro de Amos. Por otra parte, la Biblia no nos suministra ninguna indicación sobre este terremoto, que se había hecho famoso y le servía al redactor para datar el principio de la actividad profética de Amos.
A la indicación cronológica, el redactor añade la condición social del profeta, que era pastor de una localidad meridional llamada Tecoa, a unos nueve kilómetros al sudeste de Belén 1, en plena zona desértica.
La introducción de los oráculos de Amos es solemne y enfática: Yahvé rugirá desde Sión, y desde Jerusalén emitirá su voz. (v.2). Es la síntesis de la predicación del profeta, el cual levantará su voz como un rugido de león contra los abusos de Israel y de Judá 2. Por otra parte, afirma enfáticamente que la morada permanente de Yahvé está en Sión, la capital verdadera y única de la teocracia hebrea. Sus mensajes contra el reino de Samaría serán una constante invitación a volver a la unidad primera con el reino de Judá. Ese Yahvé que habita en Jerusalén se levanta ahora como Juez para castigar los pecados reiterados de una sociedad que ha olvidado su vocación de pueblo elegido.
Por eso, ante el rugido de león de Yahvé están en duelo los pastizales del desierto (v.2). Como pastor, Amos anuncia que los oasis de la estepa, únicos lugares de pastos para los ganados, se enlutarán al secarse por falta de lluvia. Esta sequía afectará al reino del sur con sus pastizales del desierto y al reino del norte con su orgullosa cima del Carmelo, tradicionalmente verde y poblada de numerosos rebaños. Su mismo nombre de Carmelo (huerto feraz) indica la abundancia de pastos; y en la literatura bíblica aparece como lugar tradicional de fertilidad 3. El profeta, pues, abre sus oráculos anunciando un castigo general para Judá e Israel, pues ambos reinos serán sometidos a un largo período de extenuante sequía.

Oráculo contra Siria (3-5).
3 Así dice Yahvé: Por tres crímenes de Damasco y aun por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber triturado con trillos de hierro a Galaad, 4 yo pondré fuego a la casa de Hazael, que consumirá los palacios de Ben-Hadad. 5 Yo quebrantaré las barras de Damasco y exterminaré a cuantos habitan en Biqat-Awen 4 y a quien empuña el cetro de Bet-Eden, y el pueblo de Aram será deportado a Quir,dice Yahvé.

Después de anunciar de modo general que Yahvé castigará a Judá e Israel, antes de concretar más su oráculo punitivo contra ellos, pasa revista a las naciones circunvecinas de Palestina para anunciarles también a ellas el castigo merecido por sus crímenes contra los' postulados elementales de la ética natural. Implícitamente, el profeta supone que Yahvé tiene dominio también sobre estos pueblos, a los que castiga por sus transgresiones. La serie de amenazas comienza por Siria, con Damasco por capital. El reino sirio había llegado a su punto culminante político en el siglo IX, y durante un siglo había luchado contra Israel, obteniendo resonantes victorias; finalmente, fue vencido por Jeroboam II en el siglo VIII, poco antes del vaticinio de Amos.
Los oyentes de la predicación de Amos eran vecinos del que había sido poderoso reino de Damasco, y, como tales, guardaban particular animosidad contra él. Siria iba a ser la primera víctima de la invasión asiría bajo Teglatfalasar III, que estaba ya amenazando hacia la costa siró-fenicia del Mediterráneo. Amos anuncia el castigo contra Siria, porque han cometido muchos pecados, que están reclamando la venganza divina. La expresión por tres crímenes de Damasco y por cuatro. (v.3), que se repite machaconamente en este capítulo, indica la multiplicidad de pecados, por los que se hace acreedor al castigo divino 5.
El crimen específico de Siria, citado expresamente por el profeta, es haber triturado con trillos de hierro a Galaad, provincia israelita del reino del norte, situada al otro lado del Jordán, la cual había sufrido mucho de las incursiones sirias en tiempos de Hazael contra Jehú de Israel6. Quizá la frase sea sólo metafórica, para indicar la terrible opresión a que sometieron los sirios a los habitantes de Galaad; pero de hecho parece que David pasó materialmente a los habitantes de Rabbat-Amón bajo los trillos7, y, dada la crueldad con que los enemigos vencidos eran tratados, no es de extrañar que los sirios hayan hecho ese crimen contra naturaleza.
Yahvé destruirá la casa de Hazael, es decir, la dinastía inaugurada por este rey sirio, que usurpó el poder en tiempos del rey Joram de Israel (850-843), hijo de Acab8. Mantuvo una serie de guerras contra Israel y aun contra Judá, lo mismo que su hijo Ben-Hadad III, el cual fue derrotado por Jeroboam II de Israel (787-747?). Sus atropellos e incursiones injustas van a ser castigadas ahora, pues Yahvé consumirá los palacios de Ben-Hadad (v.4). El exterminio alcanzará no sólo a Damasco, la capital, cuyas barras o puertas serán rotas por Yahvé, sino a todo el territorio del reino, como Biqat-Awen, que parece ser la actual El-Biqa'a, o depresión entre el Líbano y Antilíbano, la Celesiria de los escritores clásicos. La palabra Awen (vanidad), que se añade a Biqat, puede ser un juego de palabras despectivo del profeta, en vez de la vocalización On que transcriben los LXX, y que es el nombre de Heliópolis, la actual Baalbek, donde se daba culto a un dios solar de Egipto 9. Bet-Eden parece ser el Bit-Adini de las inscripciones cuneiformes, junto al Eufrates medio. En este supuesto, Amos nombraba estas dos localidades como los dos extremos (sudoeste y nordeste) del reino de Siria, para indicar que todo el reino sería devastado por los invasores asirios.
La devastación irá acompañada de la deportación del pueblo de Arara a Quir (v.5), localidad desconocida, de donde supone Amos que procedían los árameos 10. Se supone que Quir está en la Alta Mesopotamia, pues en Isa_22:6 es nombrada junto a Elam.

Oráculo contra Fuiste a (6-8).
6 Así habla Yahvé: Por tres crímenes de Gaza y por cuatro no revocaré (mi fallo). Por haber deportado muchedumbres enteras de cautivos para entregárselos a Edom, 7 yo pondré fuego a los muros de Gaza, que devorará sus palacios, 8 y exterminaré a cuantos habitan en Asdod y quien empuña el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán las reliquias de los filisteos, dice el Señor, Yahvé.

La acusación contra la Pentápolis filistea está literariamente concebida en los mismos términos que la anterior, y el molde se repetirá en los oráculos siguientes. También Gaza, la principal ciudad de los filisteos, ha colmado la iniquidad con multitud de crímenes contra la naturaleza (Por tres crímenes de Gaza y por cuatro., v.6). El crimen específico de esta ciudad es el dedicarse a vender cautivos como esclavos a Edom, región transjordana por la que pasaba la ruta caravanera con Arabia, y se dedicaba al tráfico de esclavos entre las ciudades costeras de Palestina y la península de Arabia. No se especifica de dónde son los prisioneros. En Joel se acusa a Tiro y Sidón de vender esclavos a los griegos 11. El tráfico de prisioneros de guerra para esclavos era uno de los grandes negocios de la antigüedad pagana.
Los filisteos eran oriundos de Greta, o mejor de Panfilia, en el Asia Menor, de raza indoeuropea, y se establecieron en la costa cananea (de ahí el nombre de Palestina dado por los griegos a esta región), después de haber sido rechazados por Ramsés III en el siglo XI cuando quisieron invadir Egipto. Son llamados por los hebreos despectivamente incircuncisos, porque no practicaban la circuncisión, muy extendida en Egipto y entre algunos pueblos semíticos. Aquí Amos anuncia la ruina de las ciudades filisteas confederadas, Gaza, Asdod, Ecrón. Falta Get, que probablemente en aquel tiempo formaba parte del reino de Judá.

Oráculo contra Tiro (9-10).
9 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Tiro y por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber entregado a Edom muchedumbres enteras de cautivos, sin acordarse de la alianza fraternal, 10 yo pondré fuego a los muros de Tiro, que devorará sus palacios.

A Tiro se le hace el mismo reproche, pero con la agravante de que la gran metrópoli ha hecho tráfico con gentes que tenían una alianza fraternal. ¿De qué alianza fraternal se trata? Algunos autores han supuesto que se aludiría aquí a la ruptura de la antigua alianza entre Fenicia e Israel en tiempos de David. Y así se le reprocharía aquí el que Tiro se dedicara a traficar con cautivos hebreos en detrimento de la antigua alianza.
Pero no es verosímil que el profeta llamara a esta alianza fraternal. Por eso otros han preferido ver una alusión al hecho de que Tiro se dedicara a vender como esclavos a cautivos israelitas a Edom, que étnicamente tenía un origen de sangre común con Israel, ya que los edomitas provenían, según la Biblia, de Esaú, hermano de Jacob, padre de los israelitas. Pero debemos notar que en el contexto nada indica que se trate de tráfico de cautivos hebreos, y por tanto esa alusión a la alianza fraterna más bien habría que entenderla en el sentido de que Tiro traficaba con esclavos de ciudades fenicias o filiales de ella en el Mediterráneo, lo que no es inverosímil dado el espíritu esencialmente comercial de los fenicios, a los que Joel les echa en cara la venta de esclavos a los griegos 12.

Oráculo contra Edom (11-12).
11 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Edom y por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber perseguido a la espada a su hermano, ahogando la piedad, durando siempre su cólera, y obstinándose hasta el fin en su rabia, 12 yo pondré fuego en Teman, que devorará los palacios de Bosra.

El profeta echa en cara a Edom, como crimen específico, que no haya cejado en su odio ancestral contra su hermano Israel. Ya su antepasado Esaú persiguió a Jacob 13, y después sus sucesores se opusieron a sus hermanos los israelitas, primero no permitiéndoles pasar con Moisés cuando subían del Sinaí hacia Canaán 14, y después en las hostilidades constantes que mantuvieron a través de la historia.
Israel llegó a someterlos bajo Amasias (800-791), pero después otra vez los edomitas se independizaron, haciendo todo el daño posible a los israelitas, sobre todo después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor 15. Yahvé castigará este odio inveterado con la destrucción de su país, representado en sus principales ciudades, Teman y Bosra 16.

Oráculo contra Amón (13-15).
13 Así habla Yahvé: Por tres crímenes de los hijos de Amón y por cuatro no revocaré (mi fallo). Por haber abierto en canal a las encinta de Galaad para extender su territorio, 14 yo encenderé fuego en los muros de Rabbá, que devorará sus edificios entre clamores el día del combate, en medio de la tempestad el día de la tormenta, 15 y su rey irá al cautiverio, y con él sus príncipes todos juntos, dice Yahvé.

El crimen característico de los amonitas (población de Trans-jordania, al norte de Moab) es similar al que hemos visto en el oráculo contra Damasco (v.3), pues en su crueldad han llegado a abrir en canal a las mujeres encinta (v.13). Es un crimen refinado contra naturaleza, que pide divina venganza. El reino, simbolizado en su capital, Rabbá (la actual Aman), será arrasado totalmente como consecuencia de una guerra. Su rey 17 será llevado cautivo, y el reino desaparecerá como tal.

1 Cf. 2Cr_20:22; 1Ma_9:13; cf. San Jerónimo, In ler. VI I. - 2 La frase Yahvé ruge desde Sión aparece en Jl 4(3):16. - 3 Cf. Can_7:5; Isa_35:2; Jer_4:26; 2Cr_50:10; Nah_1:4. - 4 La Vg.: in campo idoli. Los LXX: en la llanura de On. - 5 Este giro para indicar multiplicidad in crescendo aparece reiteradamente en el Antiguo Testamento: Sal_62:12; Job_33:14; Job_40:5 (una vez, dos veces)Job_33:19 (dos veces, tres veces); Pro_30:15; Pro_18:21; Ecl_26:5; Pro_6:16; Ecl_25:7(9) (nueve, diez). - 6 Cf. 2 Re 32-33 - 7 Cf. 2Sa_12:31. - 8 Cf. 2Re_8:7-15. - 9 Hoonacker prefiere traducir por valle de iniquidad, aunque sería mejor valle de vanidad. Véase o.c., p.21i. - 10 Cf. Amó_9:7; 2Re_16:9. - 11 Cf.Jl 1:6. - 12 Cf. Joe_4:6. - 13 Cf. Gen_25:21s. - 14 Cf. Deu_2:4; Deu_23:7; Abd_1:10:12. - 15 Cf. Isa_34:55; Eze_25:12-14; Sal_137:7; Abd_1:10. - 16 Teman estaba cerca de Petra, al sur de Edom. Era famosa por sus sabios (cf. Jer_49:71Abd_1:9). Bosra es el actual El-Buseire, al sudeste del mar Muerto. Aparece en Gen_36:33; Isa_34:6. - 17 La Vg., siguiendo a Sím. y a Aq., lee, en vez de su rey del TM (Malkam), Milcom, el dios nacional de los amonitas. Cf. Jer_49:3.