Zacarías 7 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 15 versitos |
1 Sucedió que el año cuarto del rey Darío llegó la palabra de Yahvé a Zacarías, el día cuarto del noveno mes, que es el mes de Casleu.
2 Y envió Bet-El Sareser a Reguem-Melek con sus hombres para implorar el favor de Yahvé
3 y hablar con los sacerdotes de la casa de Yahvé de los ejércitos y con los profetas, diciéndoles: ¿He de afligirme yo el quinto mes y guardar la abstinencia como de tantos años lo he hecho?
4 Y llegó palabra de Yahvé de los ejércitos, diciendo:
5 Habla a todo el pueblo de la tierra y a todos los sacerdotes, diciendo: Cuando hace setenta años ayunasteis el quinto y el séptimo mes, ¿ayunasteis para mí?
6 Cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros?
7 ¿No son ésas las palabras que proclamó Yahvé por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y habitadas las ciudades de en derredor suyo, el Negueb y la Sefela?
8 Y fue palabra de Yahvé a Zacarías, diciendo:
9 Así habla Yahvé de los ejércitos: Juzgad conforme a verdad, practicad la piedad y la misericordia hacia vuestro prójimo;"
10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero y al pobre; no maquinéis el mal en vuestros corazones el uno contra el otro, n Pero no quisieron atender, y se hicieron hombres rebeldes y endurecieron sus oídos para oír."
11 0 quisieron oírle, llamaron luego ellos, y El no los oyó, dice Yahvé de los ejércitos,
11 0 conocían, y tras ellos quedó la tierra devastada, hasta no haber quien fuese ni viniese, y tornaron en desierto la tierra deleitosa.
12 Se hicieron un corazón duro como el diamante, para no escuchar las enseñanzas y palabras que Yahvé de los ejércitos les mandaba por medio de los profetas primeros, y estalló la gran indignación de Yahvé de los ejércitos,
13 y sucedió que, así corno El los llamaba y ellos
14 y los dispersé entre todas las gentes que ellos

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Introducción a Zacarías

Times New Roman ;;;;;
Zacarías.
Introducción.

Personalidad del profeta y ambiente histórico de su ministerio.
Zacarías (en hebreo Zekariyah: Yahvé se acuerda o Se acuerda de Yahvé) es contemporáneo de Ageo, y predicó su mensaje en las mismas circunstancias históricas1. En Zac 1:1 es llamado hijo de Baraquías, hijo de Addo, mientras que en Esd 5:1 se omite el nombre de su padre y se le llama hijo de Addo 2. Algunos autores creen que el hijo de Baraquías es adición del glosista, basándose en Is 8:2 3.
En la lista sacerdotal de Neh 12:16 no aparece el nombre de Zacarías, a pesar de que los vaticinios del libro de Zacarías tienen un marcado sello levítico. Podemos considerar, pues, al profeta como perteneciente al grupo de los laicos que fomentaban la vida religiosa, y que tenían por ello relaciones estrechas con los de la clase sacerdotal.
Zacarías es contemporáneo de Ageo, y su predicación se desenvuelve en el mismo ambiente de dificultades que la de aquél. Su preocupación principal es también la de la terminación de las obras del templo, como preámbulo de la restauración mesiánica. Según las indicaciones cronológicas de sus vaticinios, Zacarías profetizó entre el 520 y el 518 a.C., cuando reinaba en Persia Darío I Histaspes (522-586), sucesor de Cambises 3. A pesar de que Zacarías tiene también la obsesión de la reedificación del templo destruido, como en Ageo, se preocupa más que éste de los valores morales, y en esto empalma con la tradición profética preexílica.

Contenido y estructura del libro.
El actual libro canónico, atribuido a Zacarías, se divide claramente en dos partes: una de tipo apocalíptico (c.1-8), visionaria, y otra narrativa, parenético-mesiánica (c.9-14). He aquí el esquema detallado, que nos da una idea clara de su contenido:

Introducción:
Exhortación a la conversión: 1:1-6. A) Restauración y salvación:
1. Ocho visiones nocturnas: 1:7-8:23.
Los caballos en el valle: 1:7-17. (Jerusalén reedificada.)
Los cuatro cuernos y los cuatro artesanos: 1:18-21(2:1-4).
(Los opresores serán destruidos.)
El ángel con la cuerda de medir: 2:1-13(2:5-7).
(Los desterrados volverán a Jerusalén y las naciones.)
El sumo sacerdote Josué: 3:1-10.
(Josué invitado a su nueva labor en el templo.)
El candelabro de oro entre los dos olivos: 4:1-14.
(El templo reedificado por Zorobabel y Josué.)
El rollo volando: 5:1-4.
(La tierra será limpiada de la injusticia.)
La mujer y el efd: 5:5-11
(La iniquidad será alejada de Palestina.)
Los cuatro carros: 6:1-8.
(Los opresores serán castigados.) Coronación del sumo sacerdote: 6:9-15. Disposición recta para la salvación: 7:1-8:23.
Juicios divinos y promesa de salvación: 9:1-14:21.
1. Juicio entre los gentiles y salvación de Israel: 9:1-11:17.
Juicio contra los gentiles vecinos: 9:1-7.
El reino mesiánico: 9,8-11:3.
Los pastores, bueno y malo: 11:4-17.
2. Salvación y glorificación de Israel: 12:1-14:21.
Liberación de Jerusalén: El Salvador, traspasado:
12:1-14.
Fuente de salvación: la purificación del pueblo: 13:1-9.
Ultima tribulación de Jerusalén y salvación mesiánica:
14:1-21.

Autenticidad.
Los críticos modernos urgen las diferencias conceptuales y literarias de la primera y segunda parte. Y, sobre todo, las alusiones de tipo histórico de ambas partes parecen reflejar distintas épocas de composición. Así, distinguen por lo menos dos autores en la actual compilación de vaticinios del libro de Zacarías; y, como en el caso del libro de Isaías, hablan del Proto-Zacarías, Deutero-Zacarías y aun Trito-Zacarías. En efecto, en la segunda parte del libro de Zacarías (c.9-14) hay ausencia total de indicaciones cronológicas, que abundan en la primera parte.
Además, tampoco aparece el nombre del profeta, sino que parece obra de un autor anónimo que cultiva el género antológico, es decir, que para expresar sus ideas se inspira en autores profetices anteriores al destierro babilónico. Se mencionan naciones y pueblos que en la época de Zacarías no tenían relieve histórico, como Asiría4, los jebuseos5, los filisteos6. Asimismo, las expresiones Efraím, la casa de Jacob1, parecen referirse al desaparecido reino del norte en 721 a.C. Se alude al terremoto de los tiempos de Ozías, rey de Judá 8, que tuvo lugar hacia el 750 a.C. Por otra parte, estos autores pretenden ver alusiones a hechos de los siglos VI-IV, como la fecha del comienzo del exilio (586), el retorno bajo Zorobabel (537), la terminación del templo (515), el retorno bajo Esdras (458), la terminación de los muros de Jerusalén (444), la victoria de Alejandro Magno sobre los persas en I so (333), la dominación seléucida sobre Palestina (197-142) y la insurrección de los Macabeos (175-161).
Además, mientras en la primera parte del libro de Zacarías la obsesión del profeta es la reconstrucción del templo jerosolimitano, en la segunda no se alude a esta cuestión, ni tampoco a los pilares del judaísmo en la época de la reconstrucción del templo, como son Zorobabel y Josué, personajes en torno a los cuales giran las enseñanzas de las cisiones de la primera parte. A esta diferencia de enfoque hay que añadir el hecho de que los vaticinios de la primera parte son datados y expresamente atribuidos a Zacarías, mientras que los de la segunda parte aparecen anónimos y sin indicaciones cronológicas.
La perspectiva es diferente, y el género literario de expresión también, pues en la primera parte los vaticinios están en forma de fisiones de tipo apocalíptico - probablemente ficciones literarias y no cisiones reales - , mientras que en la segunda parte desaparece el carácter misionario oracular, que es sustituido por una exposición difuminada, con menos originalidad personal, en la que prevalece el estilo antológico o imitativo de frases y concepciones proféticas anteriores al exilio babilónico. Por todas estas razones, la mayoría de los críticos modernos distinguen diversos autores al estudiar el origen de los vaticinios del actual libro de Zacarías 9.
Frente a esta posición, muchos autores más conservadores pretenden explicar estas anomalías que acabamos de apuntar, en el supuesto de que el profeta Zacarías es el autor de las dos partes del libro de Zacarías 10. Así, creen que la diversidad de enfoque general en ambas partes se debe a la diversa época de la vida de Zacarías en que habrían sido compuestas cada una de las partes. La primera sería del profeta cuando era joven, y el problema acuciante lo constituía la reconstrucción del templo. Más tarde, cuando el templo había sido ya inaugurado y habían muerto los dos corifeos del judaismo del retorno, Zorobabel y Josué, el profeta no tiene por qué aludir a esta situación y a estos personajes.
Así, suponen que la primera parte habría sido escrita hacia el 520 a.C., mientras que la segunda sería del mismo autor, pero escrita ya cuando se cuarteaba el imperio persa - época de las derrotas de ¿alamina (480), de Platea (479) - por efecto de la sublevación de muchas satrapías, como la de Egipto. Las diferencias de estilo habría que atribuirlas, en este supuesto, a la diferencia de edad del mismo autor u. Y las menciones de Asiría, Filisteo, losjebuseos, han de explicarse como arcaísmos artificialmente buscados para empalmar con la gran literatura profética de la época preexílica. Esta explicación sería válida también para las menciones de Efraím y José como sinónimos de Israel.

Mensaje doctrinal.
Las dos ideas teológicas fundamentales del libro de Zacarías son la Providencia divina, que tiene un cuidado especial de su pueblo 12, y sobre todo de Jerusalén, capital de la nueva teocracia 13, en la reconstrucción del templo 14, y sobre las naciones 15. Como los profetas preexílieos, Zacarías urge ante todo una religión espiritualista, no meramente manifestada con ritos externos cultuales. Ante todo, la verdad, la misericordia, el juicio justo, de modo que nadie maquine el mal en su corazón 16. Con esta doctrina ético-espiritualista, Zacarías se acerca mucho ya al ideal del sermón de la Montaña.
Otra idea fundamental en el libro de Zacarías es la de la expectación mesiánica. En la primera parte del libro - centrada en torno a la persona de Zorobabel como símbolo de la reconstrucción nacional - aparece éste como tipo del Mesías, futuro redentor. En la segunda parte desaparece la figura de Zorobabel, y la mente del profeta se proyecta directamente sobre la persona del Libertador que ha de venir y sobre el triunfo de la nueva Jerusalén. El Mesías es anunciado como Rey 17, justo y victorioso, cuyo reino abarca de un mar al otro; pero al mismo tiempo pobre, cabalgando sobre un asno 18, inaugurando un reino mesiánico universal 19 en el día de Yahvé, que será de triunfo y de luz 20. Las ideas escatológicas se mezclan en la última parte del libro, y la perspectiva se alarga y difumina sin contornos.

Estilo literario.
San Jerónimo define así el estilo del libro: Obscurissimus líber Zachariae prophetae et ínter duodecim longissimus 21. El estilo es apocalíptico y visionario en gran parte del libro. Las visiones parecen un artificio literario empleado por el autor para expresar simbólicamente ideas principalmente mesiánicas. El profeta presenta a menudo con él a un ángel intérprete, según es estilo en la literatura apocalíptica22. La forma literaria de los c.9-14 es más semejante a la de los profetas anteriores al exilio. Es el estilo antológico o imitativo de los vaticinios de diversos profetas anteriores, tomando incluso locuciones concretas de éstos para reforzar su punto de vista ante el auditorio, pero sin citar expresamente la fuente de inspiración.

Texto.
Ya hemos indicado que hay diferencias de estilo y de vocabulario entre las dos partes del libro. No obstante, los hebraístas sostienen que el lenguaje de Zacarías es, en general, de calidad, comparable al de los escritos buenos pre-exílieos 23. El TM a veces es oscuro y poco seguro, de forma que no pocas veces resulta más inteligible el texto de los LXX, que frecuentemente refleja un original diferente, que no ha sido comprendido bien por el traductor griego. Como en otros escritos proféticos, algunas veces los versículos están fuera de lugar, y es necesario acudir al contexto general y al paralelismo para reconstruir la posible lección original.

Canonicidad.
El libro de Zacarías figura sin dificultad, desde los primeros tiempos, tanto en el canon judaico como en el cristiano. En el Í.Ô., este libro es citado varias veces por Cristo y los apóstoles 24.

1 El nombre de Zacarías es muy común en el A.T. La grafía de la Vulgata está calcada sobre la de los LXX, pues en hebreo es Zekaryah. - 2 En Is 8:1 se habla de Zacarías, hijo de Yerebequías, del que puede ser una variante Ba-raquías. - 3 Cf. Zac 1:1.7; 7:1. - 4 Zac 10:10. - 5 Zac_9:7. - 6 Zac 9:6. - 7 Zac 9:10.13; Zac_10:7. - 8 Zac 14:5. - 9 Hiteig y Ewald opinan que los c.g-14 son anteriores al exilio (sus alusiones a Asiría, los filisteos, los jebuseos, Efraím) y fueron incorporados al libro de Zacarías en el siglo v. Driver y Stade, Nowack, suponen más bien que estos capítulos son de la época de Alejandro Magno (s.iv); de ahí la mención de Grecia (Zac 9:13). En cambio, Kennet, Peake, Wellhau-sen y Martí sostienen que son obra de un autor del siglo u, de la época de los Macabeos. - 10 Es la opinión tradicional sostenida por Kaulen-Hoberg, Knabenbauer, Goetsberger, Cornely-Merck, Junker, Wright. Cf. van hoonacker, Les douze Petits Prophétes p.579-81. 650-62; S. bullough, Verbum Del II p.?8o; hopfl-miller-metzinger, o.c., 531. - 1l Los que sostienen la unidad de autor urgen el hecho de que frases como el ojo de Dios están en ambas partes del libro (cf. 1:6.12; 2:11; 9:15; 10:3; 12:5). - 12 Zac_8:7-8. - 13 Zac 1:14; 8:2. - 14 Zac 4:10 - 15 Zac9:5s; 12:2-6; 14:12-15. - 16 Zac 1:4; 5:3-4; 7:5-10; 8:16-19. - 17 Zac 9 9 - 18 ibid. - 19 Zac É4:3·4·9. - 20 Zac 14:1.4.6.7.13.20. - 21 San Jerónimo, Comm. in Zach., pról.: PL 25:1417 (1486). - 22 Cf. Dan7:16; 8:16; 9:21; Ap 17:15; 21:9. - 23 Cf. Van Hoonacker, o.c., p.657-6o. - 24 Mt 21:45 y Jn 12:15 citan a Zac 9:9 al hacer la entrada solemne de Jesús en el templo el domingo de Ramos; Mt 26:31 cita a Zac 13:7: percutiam pastorem et dispergentur oves gregis; Jua_19:37 cita a Zac 12:10: videbunt in quem transfuxerunt.


Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Zacarías 7,1-14

7. Invitación a la vida religiosa interior.

La Importancia del ayuno (1-7).
1 Sucedió que el año cuarto del rey Darío llegó la palabra de Yahvé a Zacarías, el día cuarto del noveno mes, que es el mes de Casleu. 2 Y envió Bet-El Sareser a Reguem-Melek con sus hombres para implorar el favor de Yahvé 3 y hablar con los sacerdotes de la casa de Yahvé de los ejércitos y con los profetas, diciéndoles: ¿He de afligirme yo el quinto mes y guardar la abstinencia como de tantos años lo he hecho? 4 Y llegó palabra de Yahvé de los ejércitos, diciendo: 5 Habla a todo el pueblo de la tierra y a todos los sacerdotes, diciendo: Cuando hace setenta años ayunasteis el quinto y el séptimo mes, ¿ayunasteis para mí? 6 Cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros? 7 ¿No son ésas las palabras que proclamó Yahvé por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y habitadas las ciudades de en derredor suyo, el Negueb y la Sefela?

Los discursos de los c.7-8 están datados casi dos años después de las visiones de los capítulos anteriores: el año cuarto de Darío., día cuarto del mes noveno (v.1), e.d., hacia el 517 a.C., en los meses noviembre-diciembre. El c.7 se abre con una consulta que un judío 2 hizo a los representantes de la vida religiosa (sacerdotes y profetas) sobre la obligatoriedad del ayuno del quinto mes (v.3), instituido para hacer luto por la destrucción de Jerusalén en 586 a.C. 3 Como había terminado el exilio, parece que debían también darse por terminadas las manifestaciones de duelo.
Zacarías responde solemnemente al enviado en nombre de Dios, pero públicamente, para que lo oigan todo el pueblo y todos los sacerdotes. Y recuerda a los consultantes no sólo el ayuno que hacían setenta años atrás, el quinto mes, sino también el del séptimo mes, en memoria de la muerte de Godolías 4, gobernador de Judá, que había intentado reorganizar la nación bajo la tutela de los babilonios. La respuesta es un tanto despectiva para la práctica del ayuno como tal. En realidad, si en otro tiempo ayunaron los judíos, no era en beneficio de Yahvé, sino de ellos mismos, como, cuando comen y beben, para ellos es el provecho, no para Yahvé: Cuando ayunasteis., ¿ayunasteis para mí? Cuando coméis., ¿no coméis para vosotros? (v.6). La interrogación es una invitación a reflexionar a los solicitantes sobre si, dadas las circunstancias actuales, deben o no prescindir de los ayunos. Ya los profetas primeros habían hablado de la utilidad del ayuno para los que lo realizaban, y esto subsiste aún, si bien ellos daban más importancia a las disposiciones interiores del corazón respecto de Dios y del prójimo, como indica a continuación.

Beneficencia y misericordia, más importantes que el ayuno (8-14).
8 Y fue palabra de Yahvé a Zacarías, diciendo: 9 Así habla Yahvé de los ejércitos: Juzgad conforme a verdad, practicad la piedad y la misericordia hacia vuestro prójimo; 10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero y al pobre; no maquinéis el mal en vuestros corazones el uno contra el otro, n Pero no quisieron atender, y se hicieron hombres rebeldes y endurecieron sus oídos para oír.12 Se hicieron un corazón duro como el diamante, para no escuchar las enseñanzas y palabras que Yahvé de los ejércitos les mandaba por medio de los profetas primeros, y estalló la gran indignación de Yahvé de los ejércitos, 13 y sucedió que, así corno El los llamaba y ellos 110 quisieron oírle, llamaron luego ellos, y El no los oyó, dice Yahvé de los ejércitos, 14 y los dispersé entre todas las gentes que ellos 110 conocían, y tras ellos quedó la tierra devastada, hasta no haber quien fuese ni viniese, y tornaron en desierto la tierra deleitosa.

El profeta recuerda las causas de la gran catástrofe. Dios, por sus antiguos profetas, había dado a entender que lo que más interesaba eran los sentimientos de amor y comprensión para los pobres y desvalidos, y no las meras manifestaciones exteriores de culto y aun de penitencia. Pero las exhortaciones de los antiguos profetas fueron en vano, y por ello vino la ruina de la nación 5. Siempre los enviados de Dios urgieron el cumplimiento de los deberes ético-sociales en su mayor pureza. Zacarías, pues, al declarar esto a sus contemporáneos, no hace sino colocarse en la línea de los primeros profetas, orgullo de la nación y admiración de todos. En nombre de ellos pide de nuevo que los caminos se dirijan hacia Dios y hacia el prójimo como mejor medio de propiciación, muy superior al de los ayunos y penitencia.

1 El verso es oscuro en el original. Nuestra versión se ajusta lo más posible al TM. La Bib. de Jér. traduce: Betel envió a Sereser con sus gentes. 2 Algunos autores han pretendido ver en ese nombre un nombre babilónico, Bei-til-sar-usur, y en vez de Reguem-Melek, siguiendo a la versión siríaca, algunos han leído Rabmag, que es título de oficial en el ejército (véase S. Bullough, Verbum Dei, II S49b). 3 Cf. Jer 52,c12s. 4 Cf. Jer 41; 2Re_25:253. 5 Cf. Amo_5:143; Miq_6:8; Isa_1:16s; Jer_5:28; Jer_21:12; Eze_8:18.