;;;; Riched20 5.40.11.2210;
Números.
Introducción.
El cuarto libro del Pentateuco lleva entre los hebreos el título de wayedabber (y dijo), que son las palabras con que empieza el TM1. Sin embargo, en las modernas Biblias hebraicas se le llama Benidbar (en el desierto), que es la quinta palabra hebrea del TM. Los LXX le pusieron un nombre alusivo al censo con que comienza el libro, traducido por la Vg Numeri, y así pasó a las lenguas modernas.
Contenido y División.
El título Números no da idea del contenido del libro, ya que el empadronamiento de las tribus sólo comprende algunos capítulos. Por eso es más significativo el título de las Biblias hebraicas actuales: En el desierto, ya que relata las incidencias de la azarosa marcha desde el Sinaí a Cades y después desde esta localidad (donde permanecieron los israelitas treinta y ocho años) hasta las estepas de Moab, frente a la tierra prometida. El libro es una miscelánea en la que se intercalan hechos históricos y leyes, no siendo fácil establecer una división lógica y clara. Podemos establecer una división atendiendo a los distintos escenarios geográficos: a) en el Sinaí (1:1-10:10); b) en el desierto de Cadesbarne (10:11-22:1); c) en las estepas de Moab, frente al Jordán (22:2-36:13). La duración de estas diversas etapas es muy desigual: diecinueve días en la primera, treinta y ocho años en la segunda y cinco meses para la tercera.
En la primera parte se acaba la organización del pueblo y del tabernáculo, según el plan comenzado en Éxodo. Al censo de las doce tribus, que nos da la cifra de 603.550 hombres de guerra, sigue el de los levitas destinados al servicio del santuario, 22.000 varones, contados desde un mes para arriba. El segundo empadronamiento, referido en el c.26, nos da la misma cifra. El pueblo es concebido como un ejército ordenado que se mueve con sus enseñas y jefes. La segunda sección comprende la fatigosa marcha hacia Cades, al sur de Bersabé. Los israelitas habían tomado esta dirección con ánimo de penetrar por el sur de Canaán, pero la cobardía les hizo desistir, y Dios los castigó a permanecer toda una generación en las estepas de Cades, donde no faltan algunos oasis. Después de treinta y ocho años de estancia se dirigieron hacia Edom; pero, al negárseles el paso, tuvieron que bajar hasta el golfo de Elán (Akaba) y subir por la frontera oriental de Edom y Moab hasta internarse frente al Jordán en las cercanías de Jericó. En la última parte se narran las victorias sobre los amorreos y los vaticinios de Balaam, la distribución de la Jordania septentrional entre Rubén, Gad y parte de Manasés.
En cada sección hay un grupo legislativo que interrumpe el hilo de la narración histórica. En general son leyes que apenas dicen relación con el contexto histórico, y son como suplementos a otras dadas anteriormente2, aunque hay algunas nuevas3.
Composición del Libro.
Aunque el libro tiene cierta unidad por el marco geográfico en que se encuadran los hechos y las leyes, sin embargo no existe unidad literaria. No hay ligazón entre los hechos y las partes legislativas, y los mismos hechos aparecen sin contornos cronológicos precisos, siendo a veces difícil señalar la prioridad entre ellos. Por todo esto, nos encontramos con el hecho de la complejidad de documentos utilizados por el último redactor. Encontramos relatos duplicados paralelos. También las secciones legislativas aparecen algunas veces duplicadas4. Supuesta esta composición, encontramos en Números tradiciones diversas que arrancan de la época del desierto y otras más recientes que llegarían a los tiempos de Esdras. Como en los otros libros, debemos admitir un núcleo primitivo histórico-legislativo de la época mosaica y un desarrollo posterior en los tiempos de la monarquía y aun después del exilio.
Historicidad de los Relatos.
Prescindiendo de las idealizaciones sobre el número de los israelitas, su organización y sobre otros hechos en conjunto, podemos decir que los hechos revelan la época del desierto y la geografía de la estepa. Las alusiones al hecho de que Moisés registró por escrito los lugares donde acampaban los israelitas nos dan una pista para entender cómo se han podido conservar los recuerdos de la vida del desierto5. Las incidencias del desierto, las impaciencias del pueblo, su nostalgia de los manjares característicos de Egipto6, encajan bien en la época mosaica. La lucha de Moisés contra las ingratitudes e inconstancia del pueblo es perfectamente verosímil en su cargo de jefe responsable de la marcha por el desierto, prometiéndoles una tierra feraz que no acababan de alcanzar. La prolongación de la estancia fue una gran prueba para la fe de Moisés y para su fortaleza excepcional. Moisés lo era todo: un rey, un legislador, un sacerdote y un profeta,7 y este carácter particular del gobierno de Moisés queda patente en relatos de Números8. Con su fuerte personalidad logró dominar a unas tribus recalcitrantes compuestas por gentes de dura cerviz.
Doctrina Religiosa.
a) Monoteísmo. Yahvé es el Señor que guía a Israel y vence a los enemigos. La victoria sobre los reyes amorreos es una prueba de la protección divina sobre su pueblo. Los oráculos de Balaam son una prueba del poder de Yahvé sobre los mismos gentiles, que terminan por reconocer su gloria. Israel es su hijo, y Yahvé le guía en su marcha hacia la tierra prometida9. Su santidad debe ser respetada; por eso el campamento de los israelitas debe ser convenientemente repartido, de forma que junto al tabernáculo estén sólo los levitas y sacerdotes. Las leyes de pureza deben ser cuidadosamente guardadas por el pueblo para entrar en relaciones con la divinidad.
b) Culto. Se da gran importancia a las regulaciones cultuales, para garantizar la santidad exigida al pueblo antes de acercarse a su Dios. Se destacan los privilegios de la clase sacerdotal (rebelión y castigo de Coré, Datan y Abirón). Se menciona al sumo sacerdote10, se indican los derechos de los sacerdotes y de los levitas11, que son sus auxiliares. Se enumeran los sacrificios diversos, y entre ellos el cotidiano o perpetuo, que no es mencionado en el Levítico12. Es propio de Números la fiesta de la Neomenia o luna nueva.13 Es un eco de la vida nómada del desierto, aunque no aparece en legislaciones anteriores. Es propia de este libro la oblación de harina y aceite en los sacrificios14, como se hacía en Babilonia15. Como hemos indicado, la legislación mosaica no es una creación totalmente original, sino que en muchos casos es una adaptación de ritos ancestrales de las tribus, conforme a la ley de la condescendencia de Dios con su pueblo para llevarle poco a poco a través de ritos externos, algunos comunes con las religiones paganas, a una forma superior de culto16.
1 Cf. San Jerónimo, Praef. in libros Sam. et Mal: PL 28,552. 2 Cf. Núm 5:5-8 y Lev 6:1-7; Núm 9:6-14 y Ex 12; Núm_15:1-15 y Lev c. 1-5. 3 Núm 6:1-21. 4 Las fiestas (Núm c.28-29 y Éxo_23:14-29 ; Lev 13; Dt 16); oblaciones ( Núm_15:1-16 ; c.18-19 y Lev c. 1-7.22; 17-30); funciones de los levitas (Núm c.3-4 y 18); sacrificios ( Núm_15:22-31 y Lev 4:13-35); ciudades de refugio ( Núm_35:9-34 y Dt 19:1-13). 5 Cf 33:1-2. 6 11.S. 7 Filón, De vita Mosis III 23. 8 Núm 12:1-15; 16:12-15. 9 Núm 10:33; 10:35; 21:14. 10 Núm 35:25-28; 32. 11 Núm 3:10; 4:11-16; 18:5-7; 5:5-10; 6:19-20; 15:20-21; 18:8-19. 12 Pero aparece en Ex 29:38-42. 13 Núm 28:11-15. 14 Num 15:1-16; 0:28-29. En Lev 2 Se Habla De Estas Oblaciones, Pero Separadas De Los Sacrificios. 15 Cf. F. Martin, Textes religieux assyiriens et babyloniens (1903) p.XVIII-XIX.243.253. 16 Sobre la condescendencia o synkatabasis de Dios en el A.T., véase H. Pinard De La Boullaye, Les inflltrations paíennes dans l'ancienne Loi, d'aprés les Peres et l'Église: Rech. de Se. Reí. (1919) p.199-200. En los Santos Padres: San Justino, Dialog. n.Í8.23: PG 6, 516.520-521.525; San Ireneo, Cont. haer. IV 14,3: PG 7,1011; Tertuliano, Ad. More, II 18: PL 2,306; Orígenes, In Num. hom. 17 n.1: PG 12,703; San Jerónimo, In Ez. VI 20: PL 25,194; Epist. 73,3: PL 22,678; Tomás de Aquino, 1-2 q.102 3.3.
Numeros 4,1-49
4. Obligaciones de los Levitas.
E l capítulo se divide en dos secciones: a) orden de hacer el censo y obligaciones (1-33); b) ejecución de la orden (34-49). En muchos versos es un duplicado del anterior1.
Los Caatitas y sus Funciones (1-20).
1Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2Haz el censo de los hijos de Caat de entre los hijos de Leví, según sus familias y linajes, 3desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta, todos los que han de prestar servicio o cumplir alguna función en el tabernáculo de la reunión. 4Estos serán los servicios de los hijos de Caat en el tabernáculo de la reunión; consistirán en lo tocante a las cosas santísimas. 5Cuando hubiere de levantarse el campamento, vendrá Aarón y sus hijos a bajar el velo y cubrirán con él el arca del testimonio; 6pondrán encima una cubierta de pieles de tejón, y tenderán por encima de toda ella un paño de jacinto, y colocarán las barras del arca. 7Tenderán sobre la mesa de los panes de la proposición una tela de jacinto y pondrán encima de ellos los platos, los cálices, las cazoletas y los vasos de las libaciones; el pan perpetuo irá sobre ella; 8tenderán encima una tela carmesí, con que la envolverán, y una cubierta de pieles de tejón, y pondrán las barras de la mesa. 9 Tomarán una tela de jacinto, con la que cubrirán el candelabro con sus lámparas, sus despabiladeras, sus platos para los pabilos cortados, y todos los utensilios para el aceite que se emplean en su servicio, 10y con todos sus utensilios; los cubrirán de pieles de tejón y los pondrán sobre unas angarillas, 11Tenderán un paño de jacinto sobre el altar de oro y, después de cubrirlo con pieles de tejón, le pondrán las barras. 12Tomarán todos los utensilios para el servicio del santuario y, metiéndolos en una tela de jacinto, los cubrirán con pieles de tejón y los colocarán sobre unas angarillas. 13Quitarán del altar las cenizas y tenderán sobre él un paño de púrpura escarlata; 14pondrán encima de él todos los utensilios de su servicio, los braseros, los tenedores, las paletas y las bandejas, todos los utensilios del altar, y lo cubrirán con pieles de tejón y le pondrán las barras. 15Cuando Aarón y sus hijos hayan acabado de cubrir el santuario y sus utensilios todos y se levante el campamento, vendrán los hijos de Caat para llevarlos, pero sin tocar las cosas santas, no sea que mueran. He aquí lo que del tabernáculo de la reunión transportarán los hijos de Caat. 16Eleazar, hijo de Aarón, el sacerdote, tendrá bajo su vigilancia el aceite del candelabro, el timiama, la oblación perpetua y el óleo de la unción, así como todo el tabernáculo y cuanto él contiene, el santuario con todos sus utensilios. 17Yahvé habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 18Tened cuidado de que los hijos del linaje de Caat no sean extirpados de en medio de los levitas, 19y haced de modo que tengan segura la vida y no mueran si se acercan a las cosas santísimas; sean Aarón y sus hijos los que entren para encargar a cada uno su servicio y su cargo; 20pero ellos que no entren para ver un solo instante las cosas santas, no sea que mueran.
En el capítulo anterior se hacía el censo de los levitas escogidos por Yahvé como rescate de los primogénitos; ahora se trata de los levitas que han de prestar servicio en el santuario, incluidos los de treinta a cincuenta años. El censo empieza por los caatitas, porque a ellos les concierne el servicio relativo a las cosas más preciadas del tabernáculo. En 8:23-26, la edad para entrar en servicio de los levitas es la de veinticinco años2. Quizá después cambió Moisés porque necesitaba más personal del que al principio había calculado. Los hijos de Caat debían transportar las cosas más santas del tabernáculo: el arca, la mesa de los panes de la proposición con sus utensilios, el candelabro, el altar de oro y el altar de los holocaustos. Todos han de ser recubiertos por los sacerdotes antes de ser transportados con un paño violeta (de jacinto), excepto el altar de los holocaustos, que debía ser recubierto por un paño de púrpura; y sobre ellos una piel de tejón3. Para el arca y la mesa de los panes de la proposición se añadía un paño escarlata, sin duda para distinguirlos de los demás en el traslado. Todos estos objetos debían ser transportados a mano, colocándolos sobre barras o angarillas. El arca debe ir cubierta con el velo que separaba el santo del santo de los santos (v.5). Los levitas no debían tocarlos antes de ser recubiertos, y se encarece a los sacerdotes que vigilen sobre este detalle, pues de lo contrario se expone a aquéllos a la muerte
Los Gersonitas y sus Oficios (21-28).
21Yahvé habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 22Haz también el censo de los hijos de Gersón, según sus familias y linajes, 23haciendo el censo de treinta años para arriba, hasta los cincuenta, de todos los que han de prestar sus servicios y cumplir alguna función en el tabernáculo de la reunión. 24He aquí los servicios de los linajes de Gersón, lo que habrán de hacer y lo que habrán de llevar. 25Llevarán las cortinas del habitáculo y tienda de la reunión; su cubierta y la cubierta de pieles de tejón con que se cubren, 26las cortinas del atrio y la de la puerta de la entrada del atrio, todo lo que rodea la tienda y el altar, sus cuerdas y todos los utensilios de su servicio, y harán cuanto con ellos se ha de hacer. 27A las órdenes de Aarón y sus hijos estará el servicio de los gersonitas en todo cuanto éstos han de hacer y llevar; vosotros asignaréis a cada uno determinadamente lo que hayan de transportar. 28Este es el servicio de los linajes de Gersón en el tabernáculo de la reunión, y su vigilancia estará a cargo de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Los hijos de Gersón tendrán a su cargo partes del tabernáculo menos nobles que los caatitas, pues les compete guardar y transportar los toldos y cubiertas del mismo. Todos estarán a las órdenes de Itamar, hijo de Aarón.
Los Meraritas y sus Funciones (29-33).
29Haz el censo de los hijos de Merarí según sus familias y linajes, 30contándolos desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta, todos los adscritos al servicio y para cumplir sus funciones en el tabernáculo de la reunión. 31He aquí lo que habrán de transportar, según sus servicios, en el tabernáculo de la reunión: los tablones del habitáculo, sus traveseros, sus columnas, sus basas, 32y las columnas del atrio en derredor, con sus basas, sus estacas y sus cuerdas, y todos los utensilios de sus basas, y les indicaréis determinadamente los utensilios que han de transportar. 33Este es el oficio del linaje de los hijos de Merarí, conforme a su servicio en el tabernáculo de la reunión, bajo la vigilancia de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Los meraritas deben transportar el armazón de madera del tabernáculo: columnas, travesanos, etc. En 7,8 se dice que utilizarán para ello carros. Estarán también bajo la dirección de Itamar, hijo de Aarón.
Censo de los Levitas (34-49).
34Moisés y Aarón y los príncipes de la asamblea hicieron el censo de los hijos de Caat por linajes y familias, 35de cuantos eran de treinta años para arriba hasta los cincuenta; 36y los enumerados según sus familias y sus linajes fueron dos mil setecientos cincuenta; 37éstos fueron los enumerados del linaje de los caatitas, todos los que hacían el servicio en el tabernáculo de la reunión, que Moisés y Aarón enumeraron de orden de Yahvé dada a Moisés. 38Hízose el censo de los hijos de Gersón por familias y linajes, 39desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta, de cuantos hacían servicio en el tabernáculo de la reunión, 40y fueron enumerados por familias y linajes dos mil seiscientos treinta. 41Estos son los enumerados de los hijos de Gersón, todos los que hacían servicio en el tabernáculo de la reunión, que Moisés y Aarón enumeraron de orden de Yahvé. 42Hízose el censo de las familias de los hijos de Merarí por familias y linajes, 43desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta, de cuantos prestaban servicio en el tabernáculo de la reunión, 44y fueron enumerados por familias tres mil doscientos. 45Estos son los enumerados de las familias de Meraií, que Moisés y Aarón enumeraron según la orden de Yahvé dada a Moisés. 46Todos los que fueron enumerados en el censo que Moisés y Aarón y los príncipes de Israel hicieron de los levitas, por familias y linajes, 47desde los treinta años para arriba hasta los cincuenta, 48todos los que prestaban servicio de ministerio o de transporte en el tabernáculo de la reunión, vinieron a ser ocho mil quinientos ochenta. 49Según la orden dada por Yahvé a Moisés, fueron designados cada uno para su propio ministerio y su propio cargo, y los designados fueron aquellos que Yahvé había mandado.
El censo de levitas comprendidos entre treinta y cincuenta años (8.580) resulta normal en la proporción respecto al número total de 22.000 primogénitos.
1 Así, los v.4-15.24-28.31-33 parecen una repetición de 3.25-26; 31; 36-37, El orden es diferente: Caat, Gersón, Merarí, en vez de Gersón, Caat. 2 David rebajará la edad a los veinte años (1Cr_23:24). Los LXX, para concordar con Num_8:23-26, ponen veinticinco años. Después del exilio no se exige edad concreta para entrar en servicio: 2Cr_31:17; 2Cr_31:1 Esd_3:8 3 La palabra hebrea tajas, que traducimos por tejón, es de sentido incierto. Muchos autores, relacionándola con el árabe tuhas, traducen delfín o animal marino. Quizá diga relación al egipcio tjs, que significa cuero, piel de animal en general.