Deuteronomio  14 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 29 versitos |
1 “Vosotros sois hijos de Yahvé, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os decalvéis entre los ojos por un muerto.
2 Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios, y te ha elegido Yahvé, tu Dios, para que seas su pueblo singular de entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra.”
3 “No comas abominación alguna.
4 He aquí los animales que comeréis: el buey, la oveja y la cabra;"
5 el ciervo, la gacela y el corzo; la cabra montes, el antílope, el búfalo, la gamuza;"
6 todo animal que tenga la pezuña dividida, el pie hendido y rumie;"
7 pero no comeréis los que solamente rumian ni los que solamente tienen la pezuña dividida y el pie hendido; el camello, la liebre, el conejo, rumian, pero no tienen la pezuña hendida; son inmundos para vosotros;"
8 el puerco, que tiene la pezuña hendida, pero no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres.
9 De los animales que viven en el agua comeréis los que tienen aletas y escarnías;"
10 pero cuantos no tienen aletas y escamas no los comeréis; son para vosotros inmundos."
11 Comeréis toda ave pura.
12 He aquí los que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos, el buitre,
13 el milano y toda suerte de halcones;"
14 toda suerte de cuervos;"
15 el avestruz, el mochuelo, la lechuza;"
16 el ibis, el buho y el pelícano;"
17 la cerceta, el mergo, la cigüeña;"
18 la garza de todas clases, la abubilla y el murciélago.
19 Tendréis también por inmundo todo insecto alado; no lo comeréis."
20 Comeréis los volátiles puros.
21 No comeréis mortecino de ningún animal; podrás dárselo al extranjero que reside en tus ciudades o vendérselo; vosotros sois un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.”
22 “Diezmarás todo producto de tus sementeras, de lo que dé tu campo cada año;"
23 y comerás delante de Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija para hacer habitar en él su nombre, el diezmo de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y ovejas, para que aprendas a temer siempre a Yahvé, tu Dios;"
24 pero si el camino fuere largo para poder llevarlos allá, por estar tú demasiado lejos del lugar que elija Yahvé para hacer habitar en él su nombre, cuando Yahvé te bendiga
25 lo venderás; y, tomando el dinero en tus manos, irás con él al lugar que Yahvé, tu Dios, elija."
26 Allí comprarás con dinero lo que desees: bueyes, ovejas, vino u otro licor fermentado, lo que quieras; y comerás allí, delante de Yahvé, y te regocijarás tú y tu casa."
27 No dejarás de lado al levita que mora en tu ciudad, porque él no tiene parte ni heredad contigo.
28 Al fin de cada tercer año separarás todos los diezmos de los productos de aquel año y los depositarás en tu ciudad;"
29 allá vendrá el levita que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que Yahvé, tu Dios, te bendiga en todas las obras de tus manos.”

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Introducción a Deuteronomio 

Times New Roman ;;;;; Riched20 5.40.11.2210;
Deuteronomio.

Introducción.

Nombre.
Deuteronomio significa en griego Segunda Ley (Äåõôåñï-íüìéïí), y es una traducción del Misneh hattorah (repetición de la Ley) de 17,18; en realidad, este título adecúa perfectamente al contenido del libro, ya que se trata de una nueva promulgación de la mayor parte de la legislación contenida en los libros anteriores del Pentateuco. En las Biblias hebraicas modernas se le designa por las primeras palabras del TM: 'elleh haddebarim (estas palabras).

Contenido y División.
Por su forma y contenido, el Deuteronomio es un libro distinto a los cuatro anteriores del Pentateuco, ya que no es una narración histórica ni una mera codificación fría, sino una composición oratoria del género parenético, en el que se recogen los discursos de Moisés en Moab antes de entrar los israelitas en Canaán y al término de la gran peregrinación por el desierto. Es como una recapitulación de los hechos ocurridos desde el Sinaí y una nueva proclamación de las leyes básicas de la teocracia hebrea. El tono es solemne y exhortatorio, como conviene en boca del libertador y legislador de Israel en el momento en que se va a despedir de su pueblo una vez cumplida su ingrata misión. La idea central de sus discursos de despedida es que sólo el cumplimiento fiel de los preceptos divinos atraerá la bendición de Yahvé. No es una mera exposición de hechos o leyes, sino que ambas cosas están envueltas en un espíritu de amor a Dios y al prójimo. Esto es característico del Deuteronomio.
Podemos dividirlo en cinco secciones:

1) Discurso primero (1:6-4:40):
a) Sección histórica: Evocación de los hechos acaecidos desde la marcha del Sinaí hasta las estepas de Moab (1:6-3:29).
b) Sección parenética: Exhortación al cumplimiento de la ley de Yahvé (4:1-40).

2) Discurso segundo (5:1-11:32): Exhortación (5:1).
a) Alianza del Sinaí (Decálogo) (5:1-33).
b) Fidelidad a Yahvé (6:1-25).
c) Mandato de exterminio de los cananeos (7:1-26).
d) Gratitud a la Providencia divina (8:1-20).
e) Recuerdo del pasado (9:1-10:11).
f) Exhortación para el futuro (10:12-11:32).

3) Código del Deuteronomio (parte central del libro):
a) Leyes religiosas (12:2-16; 17; 21; 17:7).
b) Leyes sobre las autoridades (16:18-20; 17:8-18:22).
c) Leyes civiles, penales y varias (19:1-25:19).
d) Prescripciones litúrgicas (26:1-15).
e) Adición sobre las ceremonias conmemorativas (27; 1-26).
Conclusión (28:1-29:1).

4) Discurso tercero (29:2-30:20): Nueva exhortación a guardar la Ley; evocación de los beneficios recibidos desde la salida de Egipto y recuerdo de las promesas y amenazas divinas.

5) Postrimerías de Moisés (31:1-34:12):
a) Instrucciones a Josué (31:1-21).
b) Cántico (31:22-32:43).
c) Bendición de las tribus (33:1-29).
d) Muerte de Moisés (34:1-12).

Estilo Literario.
Conforme a su finalidad parenética, el estilo es oratorio, solemne, enfático, redundante, con muchas repeticiones. Es el predicador que exhorta al cumplimiento de la Ley en estilo directo, recordando los beneficios recibidos de Dios y los castigos a las infidelidades como lección para el futuro. Recuerda el orador las principales leyes que se han de guardar para mantener las buenas relaciones con Yahvé. Es como un código popular1, en el que se instruye grosso modo al pueblo, sin llegar a las minuciosidades del Levítico o de los Números. El estilo familiar aparece en las frases reiteradas de Yahvé, nuestro Dios, nuestro Dios, seguir a Dios, con todo el corazón y con toda el alma, hacer lo que es bueno o malo a los ojos de Yahvé, el lugar donde Yahvé hará morar su nombre.2
Es El Estilo De La Predicación Profética.

Unidad Literaria.
Muchos críticos sostienen que el núcleo primitivo con unidad literaria es la parte legislativa (c. 12-26), pero por semejanza de estilo son también muchos los que creen que el núcleo primitivo lo constituyen los c.5-26. La falta de repeticiones en estos capítulos prueba para éstos la unidad primitiva de autor. Los c.1-4, en cambio, son considerados por la mayor parte de los críticos como adición posterior al conjunto (c.5-26)3. El c.28 es generalmente considerado como conclusión del conjunto legislativo (c.5-26).

Origen Mosaico.
La tradición judeo-cristiana considera todo el libro como obra del propio Moisés4. Sin embargo, en la Edad Mediado faltaron quienes atribuyeron parte del libro a Josué5. En el siglo xix los críticos independientes lanzaron la idea de que el Deuteronomio es el libro de la Ley descubierto en el templo de Jerusalén bajo Josías (621 a.C.) Esta idea, que había sido propuesta ya por San Atanasio y San Jerónimo (si bien éstos admitían el origen mosaico del Deuteronomio), fue generalizada en la teoría de las cuatro fuentes welhau-senianas, con la afirmación subsiguiente de que la composición de ese documento no es anterior al propio rey Josías. El hallazgo del libro habría sido un fraude piadoso inventado por los sacerdotes para autorizar la reforma religiosa con la idea de la centralización del culto en el templo de Jerusalén6. Para confirmar esta hipótesis se arguye que algunas instituciones de las que se habla en el Deuteronomio son de época posterior a Moisés, como la de la monarquía y la judicatura. Por otra parte, las ideas teológicas y el enfoque moral parecen de la época de la predicación profética.
Contra la hipótesis del fraude piadoso se arguye que, ya en el siglo IX antes de Cristo, el rey Amasias (796-768) conocía la prescripción de Dt 16:4, según la cual los hijos no debían ser castigados por los pecados de los padres, y se atribuía esta ordenación a Moisés7. Por otra parte, el rey Ezequías (727-698) había intentado una reforma religiosa, en la que se centralizaba el culto en el templo de Jerusalén8. Por otra parte, es incomprensible en los siglos IX-XIV la orden de exterminar a los cananeos y amalecitas de Dt 20:16-18 y 25:17-19, ya que eran poblaciones extinguidas para aquellos tiempos de la monarquía. Esa ordenación más bien refleja los primeros tiempos de la ocupación de Canaán por los israelitas. Todo esto prueba que el Deuteronomio es anterior al 621, que fue encontrado el libro de la Ley. Se supone que, en tiempos de la persecución de Manasés, este libro fue escondido en los cimientos del templo, y después fue encontrado fortuitamente cuando se hicieron las obras de reparación del tiempo de Josías9. Después de afirmar que la indicación de Dt 31:24 sobre la redacción de un libro con las palabras de la Ley por Moisés no ha de aplicarse a todo el Deuteronomio como hoy le tenemos, sino al conjunto de la Ley, afirma que la expresión Moisés escribió no ha de tomarse al pie de la letra como la otra de Dios dijo a Moisés, teniendo en cuenta que la seudonimia era un recurso literario corriente en la misma literatura bíblica, como aparece en el caso del libro de la Sabiduría, atribuido a Salomón. Por otra parte, la legislación deuteronómica se presenta como la repetición de la Ley (misneh hattorah); es decir, del conjunto legislativo de la época del desierto. Así, pues, si el código de la alianza es mosaico, lo es también sustancialmente la legislación deuteronómica, que está calcada sobre las tradiciones legales del desierto. Por eso, el autor del Deuteronomio ha sido lógico, y ha puesto el nombre de Moisés a lo que él consideraba su obra14. Sustancialmente, el núcleo legislativo del Deuteronomio es mosaico, como lo es el del Pentateuco en general. Esto no quiere decir que ese núcleo no se haya desarrollado orgánicamente y desde dentro (conforme al espíritu y esquema mosaico); posteriormente, conforme a las exigencias nuevas de los tiempos, el legado religioso de Moisés no podía conservarse en el curso de la historia de Israel, sino en la medida en que se formularan nuevas regulaciones, adaptadas a las circunstancias, que necesariamente cambian, mas siempre según el espíritu del gran legislador; debido a esto, por ficción literaria, se ponían en boca del mismo Moisés todas las determinaciones y ordenanzas, que no hacían sino poner por obra la revelación del Sinaí, valedera para todos los tiempos, y de la que Moisés era el depositario. Se puede admitir, no sin verosimilitud, que la amplitud y la precisión de la reforma de Ezequías (716-715) supone una codificación de las leyes antiguas... Que con ocasión de esta reforma la ley de centralización en particular haya sido añadida a una codificación de textos legislativos que habrían visto la luz en el reino del Norte, y que los levitas hubieran traído a Jerusalén después de la caída de Samaría, nada tiene de inverosímil.15 Es la opinión de Cazelles: Cuando la caída del reino del Norte (722) algunos levitas, huyendo de la dominación extranjera, se refugiaron en Jerusalén y llevaron consigo algunas de estas colecciones... La ley de la unidad del santuario se explica muy bien en esta fecha; los antiguos santuarios célebres del Norte han prevaricado y acaban de desaparecer, mientras el de Jerusalén acaba de librarse de Senaquerib en 701, sirve de residencia al arca santa y es considerado por los profetas como el lugar por excelencia de los oráculos divinos16. El santuario se remontaba a David; pero más allá de David, demasiado judío, es hasta Moisés, mediador de la alianza, y hasta la tradición mosaica, fuente de la unidad religiosa en Israel, hasta donde había que remontar. Así, el autor del Deuteronomio incluyó su compilación en una especie de comentario teológico, discursos puestos en boca de Moisés, el mediador de la alianza. Recordando al principio el Decálogo, fundamento de la alianza, el autor enlazaba con él toda la legislación posterior, procedente de Dios no directamente, sino por intermedio de Moisés... Hay demasiada relación entre la reforma de Josías y las exigencias deuteronómicas para no admitir un lazo de unión entre el Deuteronomio y esta reforma... Sobrevino la catástrofe del 589-588, y fue entonces cuando el yahvismo mostró toda su vitalidad. Paralelamente a la misión de Ezequiel, Dios inspiró una segunda edición del Deuteronomio, según el mismo espíritu de la primera, pero con vistas más precisas sobre el destierro, una marcada insistencia sobre las perspectivas de liberación (4:25-31 y final del cántico de c.32); por fin, una atención más sostenida a las ideas de la Sabiduría. Esta edición añadió los c.1-4, que insisten sobre la conquista, imagen de la reconquista que esperan los desterrados; añadió un gran párrafo a las maldiciones del c.28 y completó el c.31 en función del gran cántico del c.32... Este mismo autor ha añadido probablemente algunas notas en los discursos (10:6-9) y en las leyes redactadas o compiladas por su predecesor. Puede que sea también él quien ha operado el trabajo final de fusión entre el Deuteronomio y el documento antiguo17. El P. R. De Vaux supone también que la compilación del Deuteronomio es sustancialmente de la época de Ezequías18. Por nuestra parte, creemos que, en efecto, el Deuteronomio refleja la predicación teológica del siglo VIII antes de Cristo, aunque creemos verosímil que la redacción del mismo se deba a levitas del reino del Norte, pues no es fácilmente concebible que la clase sacerdotal de Judá haya admitido una elaboración hecha por los que eran considerados como cismáticos frente a la tradición de Jerusalén.

Doctrina Religiosa.
La principal preocupación del deuteronomista es evitar que los israelitas tomen parte en los cultos idolátricos. Es la obsesión de la predicación de los profetas. Las infiltraciones paganas en el pueblo eran cada vez mayores, y era preciso recordar los grandes postulados de la religión mosaica como fue concebida en los tiempos heroicos del desierto. El sincretismo religioso fue siempre un peligro para los israelitas, ya que éstos no tenían inconveniente en asociar al culto de Yahvé prácticas de origen cananeo. Por eso se ordena la extirpación de los cananeos y se prohíbe tener relaciones con ellos19. Por la misma razón deben desaparecer todos los lugares de culto paganos: santuarios, altares, estelas e imágenes20.
a) Yahvé es el Dios del universo. Es el único21, el Creador de cielos y tierra22, el Dios de los dioses23. Como tal es celoso de su gloria y no admite competencias de los ídolos24. Es trascendente y omnipotente25, es santo26 y justo27. Es también un Dios amoroso y benevolente28, que ama a Israel como a un hijo29 y está dispuesto a perdonarle si sinceramente se arrepiente30.
b) Es el Dios de Israel, que le ha elegido para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas31, Esta elección se concretó en una alianza con Abrahán y con el pueblo en Horeb. El Deuteronomio es el documento solemne que contiene las cláusulas de esta alianza. De ahí arrancan las obligaciones de Israel como nación.
c) Culto.Los israelitas deben sentir un temor reverencial ante Yahvé poderoso y justiciero32, y ese temor ha de manifestarse en la observancia de la Ley33. Pero debe ser un temor amoroso34: Amaras a tu Dios con todo tu corazón...35
Pero estas manifestaciones de amor interno deben ir acompañadas de actos externos de reconocimiento. Israel es un pueblo santo consagrado a Yahvé36. Por ello se le prohiben ciertas prácticas del ambiente profano y pagano37 y tiene que evitar impurezas legales38. Y en reconocimiento de la soberanía debe ofrecer sacrificios y oblaciones de sus ganados y frutos39. El banquete sacrificial era una especie de comunión con Yahvé, en su honor, y con los deudos y necesitados40. Tres veces al año (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos) debe el israelita presentarse ante el santuario de Yahvé41. El sábado es día sagrado42.
d) Característica del Deuteronomio es el amor hacia el prójimo, principalmente a los desvalidos, como el huérfano, la viuda, el extranjero, el levita y el esclavo43. La moral de este libro es alta y muy conforme a la predicación de los profetas. Los valores éticos son destacados y los actos de culto son impuestos, pero en el supuesto de que vayan informados de sentimientos internos de agradecimiento a Dios y de arrepentimiento de los pecados. Es una moral que se acerca a la evangélica y puede considerarse como la culminación en la teología del Antiguo Testamento.

1 A. Clamer, Deutéronome (1946) 490. 2 Véase una lista más amplia en Driver. Deuteronomy (ICC) p.lxxviii-lxxxiv. 3 Se señalan algunas contradicciones entre los c.1-4 y 5-26; así, 2:14 y 5:3-5; 9:7; 22:29 y 23:14; 4:41-43 y 19:93. 4 El Talmud consideraba los ocho últimos versículos del Dt como obra de Josué (Baba bathra 14b). 5 Así lo insinúa Hugo De San Caro (f en 1263), Postilla super Deut. 1,1: Opera omnia, 1 (Venecia 1754) 151. 6 Cf. Wellhausen, Prolegómeno, zur Ceschichte Israels ed. 6.a. I Cf. 2Re_14:6 . 8 Cf. 2 Re 18.3-7. 9 Naville, fundándose en la costumbre de esconder libros en los cimientos de los templos egipcios, supone que Salomón escondió también el libro de la Ley de Moisés en el de Jerusalén. Pero la Biblia nada insinúa en este sentido, a pesar de que da muchos detalles sobre la construcción del templo hierosolimitano. Véase Naville, La découverte de la Loi sous le roí Josias (1910); cf. RB (1910) 622. Para casos análogos entre hititas y babilonios véase RB (1923) 473-474; (1927) 141- 10 Cf. RB(1801) 609-616. 11 Cf. Moïse el Josué: Dafc, III 754- 12 Nikel, Die Pentateuchfrage: Bib. Zeitfragen, X 1-3 (1921). 13 Junker, Das Buch Deuteronomium (Bonn) p. 15-16; cf. RB (1934) p.432. 14 Cf. RB (1898) 22. 15 Ë. Clamer, La Genése 46-47. 16 Amó_1:2 ; Isa_8:18 . 17 H. Cazelles, Le Deutéronome (Bible de Jérusalem) 13-15· 18 R. De Vaux, Les institutions de l'Ancien Testament I p.222. 19 Dt 7:2-4. 20 Dt 7:5-25. 21 4:35-39. 22 Dt 10:14. 23 10:17. 24 4:24; 5:25; 6:15. 25 7:16; 20; 22. 26 7:6; 14:21; 23:13. 27 9,4-5; 32,4. 28 7:8; 23:6. 29 8:2; 3; 16. 30 30:1-10. 31 1:11; 6:8; 7:12. 32 7:7; 18-19; 4-5. 33 6:2; 5:29. 34 30:19-20. 35 6:5. 36 Dt 14.2. 37 14:1; 22:5-11; 12. 38 24:8-9; 14:3-21. 39 14:23. 40 12:7. 41 Cf.16. 42 5:12-15. 43 16:12; 14:29; 15:10; 34:17; 18; 22.


Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Deuteronomio  14,1-29

14. Leyes Complementarias.

Condenación de ciertas supersticiones (1-2).
1Vosotros sois hijos de Yahvé, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os decalvéis entre los ojos por un muerto. 2 Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios, y te ha elegido Yahvé, tu Dios, para que seas su pueblo singular de entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra.

Con ocasión de los funerales por los muertos y de las calamidades públicas estaban en boga muchas prácticas supersticiosas. Una de ellas era la de hacerse incisiones en la carne, practicada, sobre todo, por los sacerdotes de Baal1. El ofrecimiento de la sangre a la divinidad tenía el sentido de ofrenda de la vida, cuyo vehículo es la sangre. Otra costumbre era la de cortarse los cabellos entre los ojos, encima de la frente. Tenía también sentido idolátrico2. Todo esto se prohibe al israelita, porque pertenece a un pueblo consagrado a Yahvé (v.2) por haber sido elegido por Dios entre todos los pueblos para ser un pueblo singular, perteneciente de modo especial y exclusivo a El. Es el primogénito de Yahvé3, es una nación santa y un pueblo sacerdotal.4 Esto supone un grado de santidad que incluye separación de los otros pueblos y acercamiento a Yahvé. Por eso no puede contaminarse con prácticas en honor de los ídolos. Supuesta la alianza, esto reviste los caracteres de un adulterio o prostitución religiosa. La nación debe ser toda entera de Yahvé, sin compromisos con otras divinidades cananeas.

Animales Puros e Impuros (3-21).
3No comas abominación alguna. 4He aquí los animales que comeréis: el buey, la oveja y la cabra; 5el ciervo, la gacela y el corzo; la cabra montes, el antílope, el búfalo, la gamuza; 6todo animal que tenga la pezuña dividida, el pie hendido y rumie; 7pero no comeréis los que solamente rumian ni los que solamente tienen la pezuña dividida y el pie hendido; el camello, la liebre, el conejo, rumian, pero no tienen la pezuña hendida; son inmundos para vosotros; 8el puerco, que tiene la pezuña hendida, pero no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres. 9 De los animales que viven en el agua comeréis los que tienen aletas y escarnías; 10 pero cuantos no tienen aletas y escamas no los comeréis; son para vosotros inmundos. 11Comeréis toda ave pura. 12He aquí los que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos, el buitre, 13el milano y toda suerte de halcones; 14 toda suerte de cuervos; 15 el avestruz, el mochuelo, la lechuza; 16el ibis, el buho y el pelícano; 17la cerceta, el mergo, la cigüeña; 18la garza de todas clases, la abubilla y el murciélago. 19Tendréis también por inmundo todo insecto alado; no lo comeréis. 20Comeréis los volátiles puros. 21No comeréis mortecino de ningún animal; podrás dárselo al extranjero que reside en tus ciudades o vendérselo; vosotros sois un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

En Lev_1:1s, el texto nos da a conocer la distinción entre animales puros e impuros, entre los que se podían comer y los que estaban prohibidos. La razón era la santidad del pueblo israelita, que debía abstenerse de tocar y comer cosa que no se considerase en consonancia con esa santidad. Aquí lo impuro es abominable y no lo comerá el pueblo, consagrado a Yahvé. Se ha de distinguir de los demás pueblos por la pureza de su vida. Sin duda que en la determinación de animales puros o impuros hemos de ver un eco de creencias y costumbres ancestrales que hoy se nos escapan. Pero el legislador hebreo, recogiendo estas estimaciones populares, les da un sentido religioso de pureza legal, conforme a lo que se dice en Lev_11:14 : Vosotros seréis santos, dice Yahvé, porque yo soy santo, y vosotros no debéis contaminaros.
Se enumeran tres categorías de animales: a) los cuadrúpedos (5-8); b) los animales acuáticos (9-10); c) los animales alados (11-20). No se mencionan los reptiles como en Lev 11. En general, la exposición de ellos es más ordenada y sintética que la de Lev 11. Se da la lista completa de los animales puros y los impuros. La identificación de algunos animales es problemática. Como regla general, se exige para que sean puros, entre los cuadrúpedos, que tengan la pezuña hendida y sean rumiantes. Ambas condiciones se exigen en el mismo animal. La apreciación de estas características es según la estimación popular, y, por tanto, no conforme a las catalogaciones científicas actuales5. Entre los animales acuáticos son permitidos los que tienen aletas y escamas, excluyéndose los otros, sin duda porque se parecen a los reptiles, como la anguila (v.9). Entre las aves no se establece una ley general, sino que se enumeran las que son puras y las impuras. Se prohíben todos los animales carnívoros que se alimentan de la carroña y los que habitan entre ruinas, supuesta morada de los demonios. Por eso el murciélago está incluido en la lista, por tener alas y por morar entre ruinas. Se prohíben también los insectos en general, quizá porque se arrastran sobre materias en descomposición6.
Queda prohibido lo mortecino, es decir, el animal muerto de muerte natural. La razón parece ser porque no ha sido sangrado7. Pero se permite venderlo o darlo a comer al extranjero, lo que no estaba permitido en la legislación levítica8, sin duda porque se consideraba al extranjero como vinculado de algún modo a la comunidad teocrática de Israel.
Por fin se prohíbe cocer el cabrito en la leche de su madre (v.21). Esta ordenación, que aparece repetida en otros lugares de la legislación mosaica9, puede explicarse por razón de piedad natural para con los animales, pues lo mismo que el legislador hebreo prohibía poner bozal al buey que ara, y más tarde, en los tiempos rabínicos, estaba prohibido matar el mismo día (con ocasión de la fiesta pascual) el cordero y su madre, así aquí se considera como demasiado cruel matar al cabrito y después prepararlo con la leche de su madre. Aparte de esta posible razón, hoy día los comentaristas creen ver aquí prohibida una práctica supersticiosa que tenía su origen en los cultos gentílicos. Según los textos de Ras Samra, uno de los ritos para congraciarse con la divinidad consistía en cocer un cabrito o cordero en leche10. Supuesto esto, el legislador hebreo con su prohibición pretendía extirpar una costumbre pagana con reminiscencias idolátricas11.

La Ley del Diezmo (22-29).
22Diezmarás todo producto de tus sementeras, de lo que dé tu campo cada año; 23y comerás delante de Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija para hacer habitar en él su nombre, el diezmo de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y ovejas, para que aprendas a temer siempre a Yahvé, tu Dios; 24pero si el camino fuere largo para poder llevarlos allá, por estar tú demasiado lejos del lugar que elija Yahvé para hacer habitar en él su nombre, cuando Yahvé te bendiga 25lo venderás; y, tomando el dinero en tus manos, irás con él al lugar que Yahvé, tu Dios, elija. 26Allí comprarás con dinero lo que desees: bueyes, ovejas, vino u otro licor fermentado, lo que quieras; y comerás allí, delante de Yahvé, y te regocijarás tú y tu casa. 27No dejarás de lado al levita que mora en tu ciudad, porque él no tiene parte ni heredad contigo. 28Al fin de cada tercer año separarás todos los diezmos de los productos de aquel año y los depositarás en tu ciudad; 29allá vendrá el levita que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que Yahvé, tu Dios, te bendiga en todas las obras de tus manos.

En Lev_27:30s y Num_18:20s aparece esta ley del diezmo, la cual asignaba para sustentación de los levitas y sacerdotes la décima parte de los frutos del campo. Muy otra es la idea que aquí se nos da del diezmo. No se puede hablar de la décima parte, sino de una parte de las primicias del trigo, vino y aceite, así como de los primogénitos de las ovejas y vacas que han de ser consumidos en el santuario. Este acto era como un reconocimiento de que aquellos bienes eran debidos a Yahvé, y por ellos se le daba las gracias. Como en todos los actos de esta índole, debe ser invitado al festín el levita que mora en la ciudad del oferente, por no tener heredad propia en Israel. El diezmo no tiene aquí el carácter de tributo al sacerdocio, sino de ofrenda a Yahvé y de limosna al levita, al que se le equipara al necesitado, como el huérfano, la viuda y el extranjero. Esto prueba que la ley de los diezmos del código sacerdotal es el término de un proceso en la legislación. El diezmo empieza por ser una ofrenda libremente estimada y acaba por convertirse en tributo tasado por la ley12.
Se establece un diezmo especial cada tres años en beneficio de los levitas, extranjeros, viudas y huérfanos (v.28-29). El diezmo anterior tenía lugar todos los años, y tenía el carácter de un festín para los oferentes en el santuario. Debemos tener en cuenta que la palabra diezmo se ha de tomar en sentido amplio, no como la décima parte estricta de los frutos13.
En esta ley relativa al diezmo se echa de ver el progreso legislativo en Israel. Era el diezmo la unidad de medida usual en la antigüedad para determinar la tributación voluntaria o impuesta por la autoridad. Guando Samuel trata de disuadir al pueblo, que pedía un rey como las otras naciones, les decía que el rey diezmaría sus eras y sus viñas en beneficio de sus eunucos y servidores14. En la historia de los Macabeos se dice que los reyes sirios condonan a Jerusalén el diezmo que debía pagar como tributo15. Es discutible si la palabra diezmo tiene siempre un valor aritmético estricto o simplemente como expresión de un tributo. En el dominio religioso, el diezmo aparece en los albores de la historia de Israel. Abraham, al volver victorioso de su campaña contra los reyes orientales, ofreció el diezmo de todo el botín al Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Altísimo16. Son los opima expolia de los autores romanos, lo mejor del botín, que en la guerra de los madianitas se tasó en 1:500 de la parte recibida por los combatientes y en 1:50 de la que recibieron los que se quedaron en retaguardia17. Jacob ofreció también el diezmo de lo que le otorgara Yahvé18. Al volver, no sabemos que cumpliera este voto, sino que ofreció sacrificios a Dios, que le había ayudado19.
En el código de la alianza no aparece la palabra diezmo. Lo que la Vg traduce por decimas et primicias, los LXX traducen por primicias de la era y del lagar20. El Deuteronomio nos habla varias veces de los diezmos. Primeramente se ordena que se lleven al santuario único, elegido por Yahvé, los holocaustos, sacrificios pacíficos, diezmos y oblaciones21. Sin embargo, los LXX nos ofrecen otros textos en que no se habla de diezmos, sino de primicias. Pero en 14:22s ciertamente se habla de los diezmos, que comerán delante de Yahvé en el lugar por El escogido. Este diezmo es el de la tierra, es decir, del trigo, del mosto y del aceite, más los primogénitos de los ganados. Pero no es un tributo ofrecido a los sacerdotes, sino una ofrenda de los fieles a Dios para comerlo en su presencia y en reconocimiento de los beneficios recibidos. En caso de que el oferente more lejos del santuario, puede vender los frutos y ganados, y con el producto comprar lo necesario para el banquete-ofrenda en el santuario. Estos banquetes son verdaderos ágapes, a los que deben ser invitados los necesitados o pobres de solemnidad, como los levitas, el huérfano, la viuda y el extranjero. Sin duda que aquí diezmo tiene el sentido general de primicias, pues no podemos pensar que en un banquete se gastaran los diezmos tomados en sentido estricto. En el c.26 se ordena que se pongan en un cesto las primicias de todos los frutos del suelo y presentarlos al sacerdote, dejándolos ante Yahvé. Esta es la ofrenda ordinaria en beneficio del sacerdote. Así, pues, el diezmo tributo aparece por primera vez en Lev_27:30s, donde se declara cosa santa, como consagrada a Yahvé, el diezmo de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles. Las décimas del ganado mayor y menor, de todo cuanto pasa bajo el cayado, son de Yahvé. Pero en Num_18:21s, donde se promulga la ley del diezmo, después de declarar los deberes de los levitas, escogidos por Yahvé, en vez de los primogénitos de Israel, para servir a Dios en su santuario, se añade: Yo doy como heredad a los hijos de Leví todos los diezmos de Israel por el servicio que prestan... Por ley perpetua entre vuestros descendientes, no tendrán heredad en medio de los hijos de Israel, pues yo les doy por heredad los diezmos que los hijos de Israel han de entregar a Yahvé. En teoría, la heredad no era pequeña, pues siendo doce las tribus obligadas a pagarlo, los levitas venían a recibir doce décimas partes. Pero del total de ello debían entregar a los sacerdotes el diezmo. Así se determina en el pacto estipulado por Nehemías22. La ley no se cumplió, y el servicio del templo quedó abandonado23. Tobías, sin embargo, aparece cumpliendo puntualmente la ley24. Pero esto eran excepciones honrosas, ya que la masa del pueblo se olvidaba de esta ley, como lo declara el profeta Malaquías25.
Podemos, pues, señalar varias etapas en la legislación sobre los diezmos: a) primeramente era una ofrenda voluntaria de los bienes recibidos; b) en el Deuteronomio esta práctica se acentúa, haciendo hincapié en el espíritu de misericordia hacia los levitas, instituyendo un diezmo trienal en beneficio de éstos y de los necesitados; c) finalmente, el diezmo se convierte en un tributo teóricamente obligatorio, que se paga a Dios en beneficio de sus ministros; legislación le-vítica que parece reflejar la práctica postexílica.

1 Cf. 1Re_18:28; Ose_7:14; véase M. J. Lagrange.o.c., p.277-279. 2 Isa_3:24; Lev_19:27; Jer_9:25; Jer_9:25.23; Jer_49:32. 3 Exo_4:22. 4 Exo_19:6. 5 Véase la lista en Lev 11. 6 Lev_11:10; Gen_1:20. 7 Cf. Lev_17:15. 8 Lev_17:15 9 Exo_23:19; Exo_34:26; Deu_14:21. 10 Cf. RB (1937) 550. 11 Los autores no concuerdan al determinar la prioridad de la legislación levítica y la deuteronómica sobre esta división de animales puros e impuros. Parece que ambos documentos dependen de una fuente común, que ha sido retocada según dos distintas tradiciones. 12 Cf. Neh_10:375; Tob_1:6s. 13 Deu_26:12-15. 14 1Sa_8:15. 15 1Ma_10:31; 1Ma_10:35. 16 Gen_14:20. 17 Num_31:25s. 18 Gen_28:20s. 19 Gén 35:1s. 20 Exo_22:29. 21 Deu_12:6. 22 Neh_10:373; Neh_12:44. 23 Neh_13:12; 2Cr_31:5s. 24 Tob_1:5s. 25 Mal_3:8s.