II Timoteo  1 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 18 versitos |
1 Pablo, por voluntad de Dios apóstol de Cristo Jesús según la promesa de vida en Cristo Jesús,
2 a Timoteo, mi amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor.
3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis mayores, con pura conciencia, y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día,
4 deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas, para llenarme de gozo,
5 avivando el recuerdo de tu sincera fe, que fue también la de tu abuela, Loide, y la de tu madre, Eunice, y que no dudo es la tuya.
6 Por esto te amonesto que hagas revivir la gracia de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
7 Que no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de templanza.
8 No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; antes soporta con fortaleza los trabajos por la causa del Evangelio, fiado en el poder de Dios,"
9 que nos salvó y nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino de su propósito y de la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos,
10 y manifestada al presente por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que aniquiló la muerte y sacó a luz la vida y la incorrupción por medio del Evangelio,
11 del cual yo he sido hecho heraldo, apóstol y doctor.
12 Por esta causa sufro, perov no me avergüenzo, porque sé a quién me he confiado, y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
13 Retén la forma de los sanos discursos que de mí oíste, inspirados en la fe y en la caridad en Cristo Jesús.
14 Guarda el buen depósito por la virtud del Espíritu Santo, que mora en nosotros.
15 Ya sabes cómo me han vuelto la espalda todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes.
16 Haga el Señor misericordia a la familia de Onesiforo, porque muchas veces me ha aliviado y no se avergonzó de mis cadenas,
17 antes, estando en Roma, me buscó solícito hasta hallarme.
18 El Señor le dé hallar misericordia en aquel día cerca del Señor. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú bien lo sabes.

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Introducción a II Timoteo 

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Epístola 2 a Timoteo.

Introducción.

Ocasión de la carta.
Hay algunos datos claros que nos sirven de orientación. Primeramente, el hecho de que Pablo se halle preso, y preso en Roma (cf. 1:8, 16-17; 2:9; 4:16); además, se encuentra desamparado de todos y sin esperanzas de liberación (cf. 1:15; 4:10.16-18). Añadamos que, según comunica a Timoteo, a Trófimo lo había dejado enfermo en Mileto (cf. 4:20). Pues bien, la situación que reflejan estos datos no es ciertamente la de la cautividad romana conocida por los Hechos y epístolas de la cautividad, cuando sabemos que se encontraban con Pablo gran número de fieles colaboradores y él mostraba esperanza de próxima liberación (cf. Act 28:30-31; Flp 1:12.25: 2:23-24; Col_4:7-14 ; Flm_1:22 :24). Además, a Trófimo no había podido dejarle enfermo en Mileto, pues nos consta que éste había acompañado a Pablo hasta Jerusalén (cf. Act 21:29), y allí el Apóstol fue hecho ya prisionero, desde donde fue conducido a Cesárea y luego a Roma.
De todo esto se deduce que, después del viaje a Oriente, en que escribió la primera carta a Timoteo y la de Tito, Pablo fue de nuevo hecho prisionero. Estando cautivo en Roma, desamparado de los suyos y sin esperanzas de liberación, escribe esta carta a Timoteo, mandándole que se dé prisa a ir a él junto con Marcos (cf. 4:9-11), y que le lleve algunas cosas que había dejado en Tróade (cf. 4:13). Sucedía esto hacia el año 67, muy poco antes de su muerte. Quería tener junto a sí, a la hora de la partida de este mundo, a su fiel y querido Timoteo.

Estructura o plan general.
Esta carta es como el testamento espiritual de Pablo. El Apóstol aprovecha la ocasión de la carta para hacer a Timoteo sus últimas recomendaciones, exhortándole a permanecer firme en la doctrina recibida y trayéndole a la memoria cuanto de palabra o por escrito le había venido inculcando sobre los deberes de un buen pastor de la grey de Cristo.
Damos el esquema de la carta:

Introducción:
Saludo (1:1-2) y acción de gracias (1:3-5).
Cuerpo de la carta: Instrucciones varias a Timoteo (1:6-4:8).
1) Exhortación a que sea valiente en el ejercicio de su ministerio (i, 6-2:13).
2) Conducta que debe observar con los falsos doctores (2:14-4:8).
Epílogo:
Noticias personales (4:9-18) y saludos (4:19-22).

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

II Timoteo  1,1-18

Saludo epistolar, 1:1-2.
1 Pablo, por voluntad de Dios apóstol de Cristo Jesús según la promesa de vida en Cristo Jesús, 2 a Timoteo, mi amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor.

Este saludo, salvo ligeras variantes, coincide con el de la carta anterior a Timoteo.
La variante más característica es el añadido según la promesa (??? ' ?????????? ) de vida en Cristo Jesús. Esa vida no es otra que la vida divina, la que llamamos vida de gracia para la época de la tierra y vida de gloria para la época del cielo (cf. Rom_5:1-5). San Pablo fue elegido apóstol según la promesa de vida, es decir, en orden a anunciar a los seres humanos la promesa divina de comunicarles esa vida (cf. Rom_6:4-5; Gal_2:20; 1Ti_1:16; 1Ti_6:12.19; Tit_1:2).

Acción de gracias a Dios por la fe de Timoteo,Tit_1:3-5.
3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis mayores, con pura conciencia, y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día, 4 deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas, para llenarme de gozo, 5 avivando el recuerdo de tu sincera fe, que fue también la de tu abuela, Loide, y la de tu madre, Eunice, y que no dudo es la tuya.

Esta acción de gracias que, como es normal en las cartas paulinas, sigue al saludo, aquí tiene un matiz totalmente especial de intimidad. Son toda una serie de recuerdos, alegres y tristes, que se agolpan en la mente de Pablo, y que constituyen para él motivo de acción de gracias a Dios, pues le recuerdan la sincera fe de su fiel discípulo.
Notemos primeramente la alusión o recuerdo de sus mayores (?·3)· Jamás Pablo ocultó o renegó de su origen hebreo (cf. Hec_24:14; Rom_9:3; 2Co_11:22), a pesar de la guerra a muerte que le tenían declarada los judíos (cf. Hec_17:13; Hec_20:3; Hec_21:28). El verbo servir (????????? ) tiene cierta resonancia litúrgica, como en Rom_15:16 y Flp_2:17. De origen hebreo era también la madre y la abuela de Timoteo, cuyos nombres Pablo le recuerda con cariño (v.5; cf. Hec_16:1). No es claro a qué momento de la vida de Timoteo aluda San Pablo cuando dice que se acuerda de sus lágrimas (v4). Parece que es alusión a una circunstancia concreta y bien precisa, quizás la del momento del arresto de Pablo, si Timoteo estaba presente (cf. 4:13), o quizás simplemente la despedida cuando le dejó al frente de la iglesia de Efeso (cf. 1Ti_1:3). Le dice que está deseoso de verle (v.4), y luego le dirá concretamente que venga a encontrarse con él (1Ti_4:9·21).

Motivos que deben animar a Timoteo,1Ti_1:6-18.
6 Por esto te amonesto que hagas revivir la gracia de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. 7 Que no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de templanza. 8 No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; antes soporta con fortaleza los trabajos por la causa del Evangelio, fiado en el poder de Dios, 9 que nos salvó y nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino de su propósito y de la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos, 10 y manifestada al presente por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que aniquiló la muerte y sacó a luz la vida y la incorrupción por medio del Evangelio, 11 del cual yo he sido hecho heraldo, apóstol y doctor. 12 Por esta causa sufro, perov no me avergüenzo, porque sé a quién me he confiado, y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. 13 Retén la forma de los sanos discursos que de mí oíste, inspirados en la fe y en la caridad en Cristo Jesús.14 Guarda el buen depósito por la virtud del Espíritu Santo, que mora en nosotros. 15 Ya sabes cómo me han vuelto la espalda todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes. 16 Haga el Señor misericordia a la familia de Onesiforo, porque muchas veces me ha aliviado y no se avergonzó de mis cadenas, 17 antes, estando en Roma, me buscó solícito hasta hallarme. 18 El Señor le dé hallar misericordia en aquel día cerca del Señor. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú bien lo sabes.

Uno de los mayores peligros para el apóstol cristiano es la tentación de desaliento cuando se encuentra con la incomprensión y las persecuciones. Pablo trata de precaver a Timoteo contra ese peligro.
Le recuerda primeramente la gracia de Dios (?? ??????? ??? ???? ) que hay en él por la imposición de sus manos y que debe esforzarse por reavivar (v.6). Esto, en sustancia, es repetición de lo que ya le había dicho en la primera carta (cf. 1Ti_4:14), con la diferencia de que allí le hablaba de imposición de manos del colegio de presbíteros, mientras que aquí le habla de imposición de mis manos. Evidentemente, Pablo se está refiriendo al rito de la ordenación de Timoteo, como entonces explicamos. El verbo hacer revivir (??????????? ), evocando la imagen de un fuego que languidece y hay que reanimar, es sumamente expresiva; pues el Espíritu Santo, autor de los carismas, es semejante a un fuego (cf. Hec_2:3; 1Te_5:19). Lo que se añade en el v.7 parece ser una alusión a los principales efectos de la gracia de la ordenación: fortaleza, caridad, prudencia, tres virtudes que necesita de modo especial el ministro del Evangelio. Adornado de esas virtudes, a buen seguro que Timoteo no se avergonzará del Evangelio ni de sus relaciones con un prisionero, como Pablo (v.8; cf. Rom_1:16; 1Co_1:23).
Otro motivo que debe animar a Timoteo a ser esforzado en el ejercicio de su ministerio es el pensamiento de la elección divina (v.8). Esto da pie a Pablo para hacer (v.9-10) una síntesis apretada de la obra de la salud o mensaje evangélico, apuntando conceptos conocidos ya por otras cartas: vocación a la fe (cf. Efe_4:1), no en virtud de nuestras obras (cf. Rom_3:20; Tit_3:5), sino según propósito divino (cf. Rom_8:28; Ef i, n), manifestado ahora (cf. Rom_16:26), con abolición del dominio de la muerte (cf. Rom_6:23; 1Co_15:54). Notemos la expresión por la aparición (??? ??? ?????????? ) de nuestro Salvador (v.10), con referencia a la venida de Cristo mortal en la encarnación (cf. Tit_2:11; Tit_3:4), no a la de Cristo glorioso en la parusia, sentido que esta expresión suele tener ordinariamente en San Pablo (cf. 1Ti_6:14; 2Ti_4:1.8; Tit_2:13). Hay autores que, dado su estilo hierático e incluso rítmico, creen que en estos v.9-10 Pablo utiliza fórmulas preexistentes de la catequesis cristiana. Es difícil llegar a nada concreto.
Finalmente, San Pablo apunta otro motivo a Timoteo: su propio ejemplo (v.11-18). Después de aludir a su elección para apóstol y heraldo del Evangelio (v.11; cf. 1Ti_2:7), hace memoria de las penalidades que tal misión ha llevado consigo, sin que por eso haya desfallecido, pues sabe a quién se ha confiado, y está seguro de que guardará su depósito (??? ???? 3???? ) para el gran día de la retribución final en la parusia (v.12; cf. 4:8; 1Ti_6:14; Tit_2:13). No es del todo claro qué entienda aquí San Pablo por la palabra depósito. Lo más obvio, atendido el contexto, parece ser referirlo al depósito de buenas obras y méritos que Pablo ha ido acumulando durante su vida y cuya recompensa espera (cf. 4:7-8); sin embargo, algunos autores prefieren retener el mismo sentido que en 1Ti_6:20 y aquí mismo en el v.14, es decir, el depósito del evangelio confiado a Pablo, del que diría que permanecerá intacto y victorioso hasta el final. Estas palabras, encargando a Timoteo que guarde como precioso depósito el mensaje evangélico que oyó de Pablo, están indicando que Pablo lo ha previsto como sucesor suyo de alguna manera.
No tenemos más datos sobre esos cristianos de la provincia de Asia, entre los cuales Figelo y Hermógenes, que dice San Pablo que le han abandonado (v.15). Tampoco sabemos nada más sobre Onesiforo, del que teje tan magnífico elogio (v.16-18; cf. 4:19). En cuanto al término Señor, que aparece dos veces en el v.18, probablemente el primero se refiere al Padre, principio primero de la obra de la salud (cf. Efe_1:3; Col_1:13), y el segundo se refiere a Cristo, cabe el cual los cristianos esperan su recompensa (cf. 2Co_5:10; 1Te_4:17).