II Timoteo  2 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 26 versitos |
1 Tú, pues, hijo mío, ten buen cuidado, confiado en la gracia de Cristo Jesús;"
2 y lo que de mí oíste ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles, capaces de enseñar a otros.
2 En una casa grande no hay sólo vasos de oro y plata, sino también de madera y de barro; y los unos para usos de honra, los otros para usos viles."
3 Soporta las fatigas, como buen soldado de Cristo Jesús.
4 Ningún soldado, al emprender una campaña, se embaraza con los negocios de la vida, para complacer al que le alistó.
5 Y quienquiera que compite en el estadio, no es coronado, si no compite legítimamente.
6 El labrador que se fatiga, debe ser el primero en participar de los frutos.
7 Entiende bien lo que quiero decir, porque el Señor te dará la inteligencia de todo.
8 Acuérdate de que Jesucristo, del linaje de David, resucitó de entre los muertos, según mi evangelio,
9 por el cual sufro hasta las cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada."
10 Todo lo soporto por amor de los elegidos, para que éstos alcancen la salud en Cristo Jesús y la gloría eterna.
11 Verdadero es el dicho: “Si padecemos con El, también con El viviremos;"
12 si sufrimos con El, con El remaremos; si le negamos, también El nos negará;"
13 si le fuéremos infieles, El permanecerá fiel, que no puede negarse a sí mismo.”
14 Esto has de enseñar, protestando ante Dios no ocuparte en disputas vanas, que para nada sirven, si no es para perdición de los oyentes.
15 Mira bien cómo presentarte ante Dios, probado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que distribuye sabiamente la palabra de la verdad.
16 Evita las profanas y vanas parlerías, que fácilmente llevan a la impiedad,
17 y su palabra cunde como gangrena. De ellos son Himeneo y Fileto,
18 que, extraviándose de la verdad, dicen que la resurrección se ha realizado ya, pervirtiendo con esto la fe de algunos.
19 Pero el sólido fundamento de Dios se mantiene firme con este sello: “El Señor conoce a los que son suyos” y “Apártese de la iniquidad quien tome en sus labios el nombre del Señor.”
21 Quien se mantenga puro de estos errores, será vaso de honor, santificado, idóneo para uso del Señor, dispuesto para toda obra buena.
22 Huye las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con todos los que invocan al Señor con puro corazón.
23 Evita también las cuestiones necias y tontas, pues siempre engendran altercados,
24 y al siervo del Señor no le conviene altercar, sino mostrarse manso con todos, pronto para enseñar, sufrido,
25 y con mansedumbre corregir a los adversarios, por si Dios les concede el arrepentimiento, y reconocer la verdad
26 y librarse del lazo del diablo, a cuya voluntad están sujetos.

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Introducción a II Timoteo 

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Epístola 2 a Timoteo.

Introducción.

Ocasión de la carta.
Hay algunos datos claros que nos sirven de orientación. Primeramente, el hecho de que Pablo se halle preso, y preso en Roma (cf. 1:8, 16-17; 2:9; 4:16); además, se encuentra desamparado de todos y sin esperanzas de liberación (cf. 1:15; 4:10.16-18). Añadamos que, según comunica a Timoteo, a Trófimo lo había dejado enfermo en Mileto (cf. 4:20). Pues bien, la situación que reflejan estos datos no es ciertamente la de la cautividad romana conocida por los Hechos y epístolas de la cautividad, cuando sabemos que se encontraban con Pablo gran número de fieles colaboradores y él mostraba esperanza de próxima liberación (cf. Act 28:30-31; Flp 1:12.25: 2:23-24; Col_4:7-14 ; Flm_1:22 :24). Además, a Trófimo no había podido dejarle enfermo en Mileto, pues nos consta que éste había acompañado a Pablo hasta Jerusalén (cf. Act 21:29), y allí el Apóstol fue hecho ya prisionero, desde donde fue conducido a Cesárea y luego a Roma.
De todo esto se deduce que, después del viaje a Oriente, en que escribió la primera carta a Timoteo y la de Tito, Pablo fue de nuevo hecho prisionero. Estando cautivo en Roma, desamparado de los suyos y sin esperanzas de liberación, escribe esta carta a Timoteo, mandándole que se dé prisa a ir a él junto con Marcos (cf. 4:9-11), y que le lleve algunas cosas que había dejado en Tróade (cf. 4:13). Sucedía esto hacia el año 67, muy poco antes de su muerte. Quería tener junto a sí, a la hora de la partida de este mundo, a su fiel y querido Timoteo.

Estructura o plan general.
Esta carta es como el testamento espiritual de Pablo. El Apóstol aprovecha la ocasión de la carta para hacer a Timoteo sus últimas recomendaciones, exhortándole a permanecer firme en la doctrina recibida y trayéndole a la memoria cuanto de palabra o por escrito le había venido inculcando sobre los deberes de un buen pastor de la grey de Cristo.
Damos el esquema de la carta:

Introducción:
Saludo (1:1-2) y acción de gracias (1:3-5).
Cuerpo de la carta: Instrucciones varias a Timoteo (1:6-4:8).
1) Exhortación a que sea valiente en el ejercicio de su ministerio (i, 6-2:13).
2) Conducta que debe observar con los falsos doctores (2:14-4:8).
Epílogo:
Noticias personales (4:9-18) y saludos (4:19-22).

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

II Timoteo  2,1-26

Total entrega al ministerio, 2:1-13.
1 Tú, pues, hijo mío, ten buen cuidado, confiado en la gracia de Cristo Jesús; 2 y lo que de mí oíste ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles, capaces de enseñar a otros. 3 Soporta las fatigas, como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Ningún soldado, al emprender una campaña, se embaraza con los negocios de la vida, para complacer al que le alistó. 5 Y quienquiera que compite en el estadio, no es coronado, si no compite legítimamente. 6 El labrador que se fatiga, debe ser el primero en participar de los frutos. 7 Entiende bien lo que quiero decir, porque el Señor te dará la inteligencia de todo. 8 Acuérdate de que Jesucristo, del linaje de David, resucitó de entre los muertos, según mi evangelio, 9 por el cual sufro hasta las cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.10 Todo lo soporto por amor de los elegidos, para que éstos alcancen la salud en Cristo Jesús y la gloría eterna. 11 Verdadero es el dicho: Si padecemos con El, también con El viviremos; 12 si sufrimos con El, con El remaremos; si le negamos, también El nos negará; 13 si le fuéremos infieles, El permanecerá fiel, que no puede negarse a sí mismo.

Pablo sigue insistiendo sobre Timoteo para que se entregue de lleno y con toda fidelidad al desempeño de su ministerio. Su fuerza le vendrá de la gracia divina, que a él y a todos se comunica mediante la unión a Cristo (v.1; cf. 2Co_3:5-6; Efe_6:10; Flp_4:13).
Apoyado en esa gracia divina, debe Timoteo preocuparse (v.2) por transmitir a otros lo que de Pablo ha oído ante muchos testigos (? ??????? ???3 ???? ??? ?????? ???????? ). Evidentemente, Pablo está refiriéndose al depósito, de que habló antes (cf. 1:14; 1Ti_6:20), conjunto de verdades que constituyen el mensaje evangélico. No es clara la expresión ante muchos testigos. Quizá Pablo se refiera a que el mensaje evangélico no es algo transmitido en secreto y entre particulares, sino algo que se hace a la luz pública (cf. Jua_18:20). Bastantes autores, sin embargo, apoyados en el significado que tiene corrientemente la preposición ??? , ven ahí una alusión al testimonio de los demás apóstoles y otras personas que vieron personalmente a Cristo (cf. 1Co_15:5-7). Pero, en este contexto, ¿cómo armonizar ese sentido con la expresión lo que de mí oíste? Más bien parece que hemos de dar a ??? el sentido de acompañamiento o ambiente circundante, como en 1Co_16:3 y 2Co_2:4.
Pablo insiste en que ese depósito sea confiado a hombres fieles (v.2). Dentro de su vaguedad, sin especificar nombres ni funciones, es éste un texto sumamente importante en orden a fundamentar bíblicamente la doctrina de la sucesión apostólica.
A continuación San Pablo, valiéndose de tres expresivas imágenes (soldado-atleta-agricultor), exhorta a Timoteo a entregarse totalmente a su ministerio (v.2-6; cf. 1Co_9:6-7.24-27). No quiere que otras preocupaciones le distraigan del apostolado. No es buen soldado, ni buen atleta, ni buen agricultor quien se dedica a otros menesteres fuera de su oficio. Así también el apóstol cristiano. Es posible, como suponen algunos autores, que haya ahí una alusión al trabajo manual con que Timoteo, a imitación de Pablo (cf. 1Co_9:6; 1Te_2:9), procuraba ganarse el sustento. Sin embargo, eso era una excepción; y Pablo sabía que, como norma, no era conveniente, pues distraería demasiado al apóstol de sus cuidados pastorales. Pero, sea de eso lo que fuere, lo que ciertamente trata de inculcar Pablo es que el apóstol debe renunciar a todo lo que pudiera ser un obstáculo a su misión.
En los v.8-13, a fin de animar más y más a Timoteo, Pablo le recuerda el ejemplo de Cristo, que, si antes hubo de padecer, luego resucitó glorioso, y es tipo y modelo de nuestra futura resurrección. Idea fecunda, que Pablo recuerda muchas veces (cf. Rom_6:5; Rom_8:17; 2Co_4:10). Para la expresión mi evangelio (v.8), véase lo dicho al comentar Gal_1:11. Las últimas frases (v. 11-13), introducidas con la fórmula ya conocida (cf. 1Ti_1:15): verdadero es el dicho, están probablemente tomadas de algún himno cristiano primitivo (cf. 1Ti_3:16), y, en el fondo, no hacen sino repetir lo dicho en Rom_6:1-22.
La insistencia sobre la filiación davídica de Jesús (v.8), de que en muchos otros textos bíblicos (cf. Rom_1:3; Hec_2:25-33; Mat_12:23; Jua_7:42), es debida probablemente al deseo de combatir cierto docetismo que ya apuntaba.

Lucha contra el peligro de los falsos doctores,Jua_2:14-26.
14 Esto has de enseñar, protestando ante Dios no ocuparte en disputas vanas, que para nada sirven, si no es para perdición de los oyentes. 15 Mira bien cómo presentarte ante Dios, probado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que distribuye sabiamente la palabra de la verdad. 16 Evita las profanas y vanas parlerías, que fácilmente llevan a la impiedad, 17 y su palabra cunde como gangrena. De ellos son Himeneo y Fileto, 18 que, extraviándose de la verdad, dicen que la resurrección se ha realizado ya, pervirtiendo con esto la fe de algunos.19 Pero el sólido fundamento de Dios se mantiene firme con este sello: El Señor conoce a los que son suyos y Apártese de la iniquidad quien tome en sus labios el nombre del Señor. 2° En una casa grande no hay sólo vasos de oro y plata, sino también de madera y de barro; y los unos para usos de honra, los otros para usos viles. 21 Quien se mantenga puro de estos errores, será vaso de honor, santificado, idóneo para uso del Señor, dispuesto para toda obra buena. 22 Huye las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con todos los que invocan al Señor con puro corazón. 23 Evita también las cuestiones necias y tontas, pues siempre engendran altercados, 24 y al siervo del Señor no le conviene altercar, sino mostrarse manso con todos, pronto para enseñar, sufrido, 25 y con mansedumbre corregir a los adversarios, por si Dios les concede el arrepentimiento, y reconocer la verdad 26 y librarse del lazo del diablo, a cuya voluntad están sujetos.

Timoteo se encuentra frente a una situación muy delicada: la que provocaban las predicaciones de los falsos doctores. A ese peligro aludió ya San Pablo varias veces en su anterior carta a Timoteo (cf. 1Ti_1:4; 1Ti_4:7; 1Ti_6:4). Ahora insiste de nuevo en el mismo tema, exhortando a Timoteo a que se esfuerce por evitar las disputas vanas, a las que esos falsos doctores eran tan aficionados, acompañando su predicación de la verdadera doctrina con el ejemplo de una vida intachable.
Le pide que sea firme en enseñar la doctrina recibida y que cuide de presentarse ante Dios como obrero probado, que no tiene de qué avergonzarse ni en cuanto al trabajo ni en cuanto al modo de llevarlo a cabo (v.15). Nada de profanas y vanas parlerías, mezclando lo sagrado y lo profano, que es camino para la impiedad (? . 16), como le ha sucedido a Himeneo y a Fileto, que se han extraviado de la verdad y arrastrado consigo también a otros (v. 17-18; cf. 1Ti_1:20). San Pablo cita una verdad concreta, la de la resurrección, que esos falsos predicadores negaban, diciendo que ya se ha realizado (v.18). Sabemos que el dogma de la resurrección era particularmente difícil de aceptar al espíritu griego (cf. Hec_17:32; 1Co_15:12). Probablemente los dos cristianos citados aquí por San Pablo suponían una resurrección puramente espiritual, la resurrección mística operada en el bautismo (cf. Rom_6:4; Efe_2:6; Col_3:1), al modo como lo harán luego ciertos autores gnósticos del siglo II.
No obstante esas desviaciones, la Iglesia permanecerá firme, manteniendo incólume su doctrina (v. 19-21). Pablo contempla primeramente a la Iglesia (v.1q; cf 1Ti_3:15) como un edificio que lleva, sobre su sólido fundamento, una doble inscripción-sello: El Señor conoce a los que son suyos (Num_16:5) y Apártese de la iniquidad quien tome en sus labios el nombre del Señor (cf. Num_16:26; Isa_52:11; Sal_6:9). La imagen está tomada de la costumbre antigua de ins-culpir en los edificios, particularmente en los templos, alguna inscripción indicando su destino y su carácter. Las dos inscripciones -sellos que lleva el edificio de la Iglesia indican que ésta no desviará jamás de la recta doctrina (primera inscripción) y que es santa por naturaleza (segunda inscripción). Verdad y santidad, dos notas de la Iglesia que nadie le podrá quitar, aunque algunos de sus miembros, por debilidad o por malicia, se aparten de la verdad y de la santidad. Pablo está apuntando de modo especial a la comunidad de Efeso, pero contempla a esa comunidad dentro de la Iglesia universal, realizada y hecha presente allí en Efeso. Los v.20-21 continúan la metáfora de la Iglesia-edificio, aunque cambiando un poco la perspectiva, comparando a los fieles con las diversas vasijas usadas en una casa (cf. Rom_9:21). La aplicación es clara: en la Iglesia hay cristianos buenos y hay cristianos malos, en mayor o menor grado. Nadie, pues, se escandalice de la presencia en ella de falsos doctores y de pecadores.
Pablo torna a hablar directamente a Timoteo, exhortándole a huir las pasiones juveniles (??????????? ?????????? ) y a evitar las cuestiones necias y tontas, que engendran altercados, al mismo tiempo que le recomienda practicar las virtudes cristianas (v.22-26). Esas pasiones juveniles, en este contexto, parecen ser cierta ligereza y vanidad, un poco por afán de novedades, más corrientes en los jóvenes que en las personas maduras. A la juventud de Timoteo ya aludió Pablo en 1Ti_4:12.
Son de notar las expresiones los que invocan al Señor (v.22), para designar a los cristianos en general (cf. Rom_10:9; 1Co_12:3; Hec_9:14-21; Hec_11:20-24), y siervo del Señor (v.24), para designar a un responsable de la comunidad (cf. Tit_1:1; Rom_1:1; Col_4:12), más bien que a los cristianos en general (cf. 1Co_7:22; Efe_6:6). Lo que sobre todo resalta en esta perícopa es la insistencia de Pablo, con unas u otras palabras, a que no hagamos un apostolado agresivo como tratando de triunfar sobre quien nos contradice, sino que tratemos de llevarle a Dios y que se adhiera libremente a la verdad.