Lc12,35-40


Vigilancia
cfr. Mt 25,1-13

Tengan la ropa puesta y las lámparas encendidas. Sean como aquellos que esperan que el amo vuelva de una boda, para abrirle en cuanto llegue y llame. Dichosos los sirvientes a quienes el amo, al llegar, los encuentre despiertos: les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentarse a la mesa y les irá sirviendo. Y si llega a media noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Entiendan bien esto, si el dueño de casa supiera a qué hora iba a llegar el ladrón, no le dejaría abrir un boquete en su casa. Ustedes también estén preparados, porque cuando menos lo piensen llegará el Hijo del Hombre.

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