& . Eacute . xo 20,4-5

Abimélec, que no se había acercado a ella, dijo: «Señor, ¿es que asesinas a la gente aunque sea honrada? ¿No me dijo él a mí: “Es mi hermana”, y ella misma dijo: “Es mi hermano”? Con corazón íntegro y con manos limpias he procedido.»

Patrocinio