& . amp . amp . amp . amp . amp . amp . amp . amp . Eacute . xo 23,10-19

Efrón estaba sentado entre los hijos de Het. Respondió, pues, Efrón el hitita a Abrahán, teniendo como testigos a los hijos de Het y a todos los que entraban por la puerta de la ciudad: «No, señor, escúchame: te doy la finca y te doy también la cueva que hay en ella. Te la doy en presencia de los hijos de mi pueblo; sepulta a tu difunta.»
Abrahán hizo una reverencia a los paisanos y se dirigió a Efrón, en presencia de los paisanos, diciendo: «A ver si nos entendemos. Te doy el precio de la finca; acéptamelo y enterraré allí a mi difunta.» Respondió Efrón a Abrahán: «Señor mío, escúchame: Cuatrocientos siclos de plata por un terreno, ¿qué nos suponen a ti y a mí? Sepulta a tu difunta.» Abrahán accedió y pesó a Efrón la plata que éste había pedido, teniendo como testigos a los hijos de Het: cuatrocientos siclos de plata corriente de mercader.
Así fue como la finca de Efrón que está en Macpelá, frente a Mambré, la finca y la cueva que hay en ella y todos los árboles que rodean la finca por todos sus lindes, todo ello vino a ser propiedad de Abrahán, teniendo como testigos a los hijos de Het y a todos los que entraban por la puerta de la ciudad. Después Abrahán sepultó a su mujer Sara en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mambré (es Hebrón), en Canaán.

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