& . amp . amp . amp . amp . amp . amp . Eacute . xo 28,15-30

Yo estoy contigo; te guardaré por donde vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.» Despertó Jacob de su sueño y se dijo: «¡Así pues, está Yahvé en este lugar y yo no lo sabía!» Y, asustado, pensó: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» Jacob se levantó de madrugada y, tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella. Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz.
Jacob hizo un voto, diciendo: «Si Dios me asiste y me guarda en este camino que recorro, y me da pan que comer y ropa con que vestirme, y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahvé será mi Dios; y esta piedra que he erigido como estela será Casa de Dios; y de todo lo que me dieres, te pagaré el diezmo.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_19:12+
Genesis 28, 16

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_23:24+

[2] Gén_35:6; Gén_48:3; Jue_1:23

NOTAS

28:18 La piedra materializa el lugar de la presencia divina. Se convierte en un bêt-'El, una «casa de Dios», lo cual explica el nombre de Betel, y recibe una unción de aceite, que era un acto de culto. Pero tales prácticas, que también se daban en la religión cananea y en todo el medio semítico, fueron más tarde condenadas por la Ley y los Profetas, ver Éxo_23:24. Aquí mismo, a la idea de una morada divina sobre la tierra se yuxtapone una noción más espiritual: Betel es la «puerta del cielo», donde Dios habita, ver 1Re_8:27.
Genesis 28, 18

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_4:4
Genesis 28, 22

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