1Co 11,30-32

Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos achacosos, y mueren no pocos. Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados. Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

11:30 Probablemente Pablo interpreta una epidemia que reinó entre los habitantes de Corinto como un castigo divino por la falta de caridad que hacía imposible la Eucaristía (v. 20).
I Corintios 11, 30

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_8:5+

NOTAS

11:32 Las pruebas enviadas por el Señor son juicios que preludian el último juicio. Pero su finalidad es la conversión que evitará la condenación final (v. 32). Se habrían evitado estos castigos si los culpables -con ocasión de la comunión con el cuerpo de Cristo (v. 31)- se hubieran examinado a sí mismos y se hubieran corregido.
I Corintios 11, 32

Patrocinio