1Pe 3,1-7


En el matrimonio.
Igualmente, vosotras, mujeres, sed sumisas a vuestros maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa. Que vuestro adorno no esté en el exterior, en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un espíritu dulce y sereno: esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin tener ningún temor. De igual manera vosotros, maridos, en la vida común sed comprensivos con la mujer que es un ser más frágil, tributándoles honor como coherederas que son también de la gracia de Vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Efe_5:22-24; Col_3:18

[2] 1Co_7:12-16; 1Pe_1:25
I Pedro 3, 1

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_3:16 s; 1Ti_2:9-15
I Pedro 3, 3

NOTAS

3:4 Lit.: «el hombre oculto del corazón».
I Pedro 3, 4

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_18:12

[2] Gál_4:28
I Pedro 3, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Efe_5:25-33; Col_3:19

NOTAS

3:7 «coherederas que son»; Var.: «coherederos que sois». -«de la gracia de Vida»; Var.: «de la diversa gracia de vida», ver 1Pe_4:10. -Los dos esposos han recibido el mismo don de la gracia, que exige de ambos respeto y entrega en el amor, ver Efe_5:33; Col_3:19 y hace posible y eficaz la oración en común.
I Pedro 3, 7

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