1Pe 3,19

En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados,

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

3:19 Probable alusión al descenso de Cristo al Hades, ver Mat_16:18+, entre su muerte y su resurrección, Mat_12:40; Hch_2:24; Hch_2:31; Rom_10:7; Efe_4:9; Heb_13:20, a donde fue «en espíritu», ver Luc_23:46, o mejor según el Espiritu, Rom_1:4+, estando muerta su «carne» en la cruz, Rom_8:3. Los «espíritus encarcelados» a los que «predicó», (o «anunció») la salvación son, según algunos, los demonios encadenados de que habla el libro de Henoc (algunos, corrigiendo el texto, atribuyen incluso esta predicación a Henoc, y no a Cristo): de hecho fueron entonces sometidos a su dominio de Kyrios, v 22; ver Efe_1:21; Flp_2:8-10, en espera de su sometimiento definitivo, 1Co_15:24. Otros ven en ellos a los espíritus de los difuntos que, castigados con el diluvio, son con todo llamados por la «paciencia de Dios» a la vida, ver 1Pe_4:6. Mat_27:52 contiene una alusión análoga a la liberación por Cristo, entre su muerte y su resurrección, de los «santos», es decir, de los justos que le esperaban, ver Heb_11:39; Heb_12:23, para entrar en pos de él en la «Ciudad santa» escatológica. Este descenso de Cristo a los infiernos es uno de los artículos del Símbolo de los Apóstoles.
I Pedro 3, 19

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