1Re 2,5-9

«Tú sabes bien lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel: a Abner, hijo de Ner, y a Amasá, hijo de Yéter: los asesinó, derramando en tiempo de paz sangre de guerra; ha manchado de sangre inocente la faja de mi cintura y la sandalia de mis pies. Haz lo que tu prudencia te dicte, pero no permitas que sus canas desciendan en paz al Seol. En cambio, a los hijos de Barcilay de Galaad los tratarás con magnanimidad. Los contarás entre los que comen a tu mesa, porque también ellos se portaron como parientes míos cuando yo huía de tu hermano Absalón. Ahí tienes a Semeí, hijo de Guerá, el benjaminita de Bajurín, que me lanzó atroces maldiciones el día en que yo iba a Majanáin; pero bajó a mi encuentro al Jordán y entonces le juré por Yahvé: “No te mataré a espada”. Pero tú no lo dejes impune; eres hombre avisado y sabrás qué hacer con él para que sus canas bajen en sangre al Seol.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Sa_3:27; 2Sa_20:10

NOTAS

2:5 Texto según las versiones; hebr. «manchando con sangre de guerra la faja de su cintura y las sandalias de sus pies». -Los crímenes de Joab han manchado el honor militar de David, a quien se pudo acusar de ser su instigador, 2Sa_16:7. Pesa, pues, sobre el rey y sus descendientes una venganza de sangre, que sólo puede extinguirse hiriendo al verdadero culpable.
I Reyes 2, 5

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_16:33+
I Reyes 2, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Sa_17:27 s; 2Sa_19:32 s [2Sa_19:31]
I Reyes 2, 7

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Sa_16:5 s

[2] 2Sa_19:19 s [2Sa_19:18]

NOTAS

2:8 La maldición de Semeí pesará sobre los descendientes de David, porque la maldición (como la bendición) es eficaz. Para anularla, hay que volverla contra su autor (1Re_2:44-45). A David se lo ha impedido su juramento, pero éste no obliga a Salomón.
I Reyes 2, 8

NOTAS

2:9 «Pero tú» Vulg.; «ahora» hebr.
I Reyes 2, 9

Patrocinio