2Co 8,8-11

No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de vuestra caridad. Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de enriqueceros con su pobreza. Os doy un consejo sobre el particular que va con vosotros: ya que desde el año pasado habéis sido los primeros no sólo en hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa, ahora llevadla también a cabo, de forma que a vuestra prontitud en la iniciativa corresponda la realización conforme a vuestras posibilidades.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_5:3+; Mat_8:20; Flp_2:6-7

NOTAS

8:9 (a) O también: «la gracia».

8:9 (b) Cristo se hizo «pobre» aceptando el radical empobrecimiento de una muerte degradante en la que fue despojado de todo. Aunque no tenía pecado, aceptó el castigo aplicado a los pecadores, 2Co_5:21. Su «riqueza» es su posesión del favor de Dios, su comunión con el Padre. El mismo contraste entre la vida de Jesús tal como fue y como podría haber sido aparece en Flp_2:6-7. - Nótese la motivación de los comportamientos cristianos por el ejemplo de Cristo, característica de la moral paulina: Rom_14:8; Efe_5:1; Efe_5:25; Flp_2:5, etc. ; ver 2Ts_3:7+.
II Corintios 8, 9

Patrocinio