2Cr 12,2-8

Y sucedió que el año quinto del rey Roboán subió Sosac, rey de Egipto, contra Jerusalén, —pues no era fiel a Yahvé— con 1.200 carros y 60.000 caballos; no se podía contar la gente que venía con él de Egipto: libios, suquíes y etíopes. Tomó las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén. El profeta Semaías vino a Roboán y a los jefes de Judá que se habían reunido en Jerusalén para hacer frente a Sosac, y les dijo: «Así dice Yahvé: Vosotros me habéis abandonado, y por esto también yo os abandono en manos de Sosac.» Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: «¡Justo es Yahvé!» Cuando Yahvé vio que se habían humillado, la palabra de Yahvé se dirigió a Semaías, diciendo: «Ya que se han humillado, no los destruiré, sino que dentro de poco les daré la salvación y no se derramará mi cólera sobre Jerusalén por mano de Sosac. Pero serán sus siervos, para que sepan lo que es mi servidumbre y la servidumbre de los reinos de las naciones.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Cr_11:2
II Crónicas  12, 4

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