2Cr 20,6-12

dijo: «Yahvé, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo, y no dominas tú en todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano el poder y la fortaleza, sin que nadie pueda resistirte? ¿No has sido tú, oh Dios nuestro, el que expulsaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la posteridad de tu amigo Abrahán para siempre? Ellos la han habitado, y han edificado un santuario a tu Nombre, diciendo: “Si viene sobre nosotros algún mal, espada, castigo, peste o hambre, nos presentaremos delante de este templo, y delante de ti, porque tu Nombre reside en este templo; clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás.”
«Pero mira ahora cómo los amonitas y moabitas y los del monte Seír, a donde no dejaste entrar a Israel cuando salía de la tierra de Egipto, de modo que Israel se apartó de ellos sin destruirlos, ahora nos pagan viniendo a echarnos de la heredad que tú nos has legado. Oh Dios nuestro, ¿no harás tú justicia con ellos? Pues nosotros no tenemos fuerza contra esta gran multitud que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos se vuelven hacia ti.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_4:35+

NOTAS

20:6 Este llamamiento comienza repitiendo los temas de la oración de Salomón, 2Cr_6:1 s.
II Crónicas  20, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_41:8
II Crónicas  20, 7

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_2:4 s; Deu_2:9 s; Deu_2:18 s
II Crónicas  20, 10

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