2Ma 12,38-46


El sacrificio por los muertos.
Judas, después de reorganizar el ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolán. Al llegar el día séptimo, se purificaron según la costumbre y celebraron allí el sábado. Al día siguiente, fueron en busca de Judas (cuando se hacía ya necesario) para recoger los cadáveres de los que habían caído y depositarlos con sus parientes en los sepulcros de sus padres. Entonces encontraron bajo las túnicas de cada uno de los muertos objetos consagrados a los ídolos de Yamnia, que la Ley prohíbe a los judíos. Fue entonces evidente para todos por qué motivo habían sucumbido aquellos hombres. Bendijeron, pues, todos las obras del Señor, juez justo, que manifiesta las cosas ocultas, y pasaron a la súplica, rogando que quedara completamente borrado el pecado cometido. El valeroso Judas recomendó a la multitud que se mantuvieran limpios de pecado, a la vista de lo sucedido por el pecado de los que habían sucumbido. Después de haber reunido entre sus hombres cerca de dos mil dracmas, las mandó a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy hermosa y noblemente, pensando en la resurrección. Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; mas, si consideraba que una magnífica recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un pensamiento santo y piadoso. Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

12:38 (a) Aun aligerado de sus glosas, ver 2Ma_12:45+, este texto expresa la convicción de que la oración y el sacrificio expiatorio son eficaces para la remisión de los pecados de los difuntos. Es la primera aseveración de esta creencia. Con todo, un sacrificio como el que mandó ofrecer Judas pudo no tener más finalidad que la purificación de la comunidad, manchada toda ella por el crimen de algunos, ver Jos 7, y es posible que sea el autor el que, cuarenta años más tarde, haya atribuido a su héroe sus propias convicciones. En cualquier caso, éstas marcan una nueva e importante etapa en la teología judía.

12:38 (b) Es Adulán, ciudad célebre de la Tierra Baja, Jos_12:15, ver 1Sa_22:1; 2Cr_11:17, etc.
II Macabeos 12, 38

NOTAS

12:39 «fueron en busca de Judas» griego luc., Vet. Lat., sir.; «los hombres de Judas... fueron» griego, Vulg.
II Macabeos 12, 39

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_7:25

NOTAS

12:40 Es decir, amuletos u objetos ofrecidos a las divinidades paganas, que debieron haber quemado, ver Deu_7:25 s.
II Macabeos 12, 40

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Ma_7:9+
II Macabeos 12, 44

NOTAS

12:45 El texto actual, tal como nos ha sido transmitido por el griego y la mayor parte de las versiones, representa una armonización del texto primitivo con las dos glosas que lo han recargado (una, saducea, ver Mat_22:23; la otra, farisea). Este texto se nos ha conservado en el ms principal de la Vet. Lat.: «porque esperaba que los que habían caído resucitarían (es superfluo y vano orar por los muertos), considerando que para los que se han dormido con piedad está reservada una estupenda recompensa (santo y saludable pensamiento)».
II Macabeos 12, 45

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