2Re 12,11-16

Cuando veían que había mucho dinero en el cofre, el secretario real y el sumo sacerdote subían, lo depositaban en bolsas y contaban el dinero acumulado en el templo de Yahvé. Entregaban el dinero, una vez pesado, en manos de los capataces que estaban al cargo del templo de Yahvé; éstos lo destinaban al pago de los carpinteros y constructores que trabajaban en el templo de Yahvé, de los albañiles y canteros, y a la compra de madera y de piedra de cantería para las reparaciones en el templo de Yahvé y para todo otro gasto preciso para restaurar el edificio. Sin embargo, con el dinero ofrecido al templo de Yahvé no se hacían fuentes de plata, cuchillos, acetres, trompetas, ni objetos de oro o plata; éstos eran entregados a los capataces para la reparación del templo de Yahvé. No se pedían cuentas a los hombres a cuyas manos se confiaba el dinero para el pago de los trabajadores, pues actuaban con honestidad.

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