2Ts 2,4

el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_14:13; Eze_28:2

NOTAS

2:4 La apostasía será causada por un personaje que lleva tres nombres y que, hasta el v. 2Ts_2:5, se presenta como el gran enemigo de Dios. Es el Impío por excelencia, lit. «el hombre de la impiedad» (Var.: «el hombre del pecado»), «el Hijo de perdición», es decir, un ser destinado a su perdición: v. 2Ts_2:10; Jua_17:12; ver 1Ts_5:5, el Adversario de Dios, descrito aquí en términos inspirados en Dan_11:36 (donde se trata de Antíoco Epífanes). En la tradición cristiana, influida por Daniel, este Adversario recibirá el nombre de Anticristo, ver 1Jn_2:18; 1Jn_4:3; 2Jn_1:7. Aparece como un ser personal, que se manifestará al fin de los tiempos (mientras que Satán, cuyo instrumento es, actúa desde ahora en «el misterio», v. 2Ts_2:7), ejerciendo contra los creyentes un poder perseguidor y seductor. Ver Mat_24:24; Apo_13:1-8, para la gran prueba final a que pondrá fin la vuelta de Cristo.
II Tesalonicenses  2, 4

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