Am& . amp . oacute . 9,8-10

He aquí que los ojos del Señor Yahvé
están sobre el reino pecador;
voy a exterminarlo de la faz de la tierra,
aunque no exterminaré del todo
a la casa de Jacob —oráculo de Yahvé—.
Pues he aquí que yo doy orden
de zarandear a la casa de Israel
entre todas las naciones,
como se zarandea con la criba
sin que ni un grano caiga en tierra.
A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo,
ésos que dicen:
«¡No se acercará, no nos alcanzará la desgracia!»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_3:12+; Isa_4:3+

NOTAS

9:8 Aquí se afirma claramente, después de haber sido entrevista en Amó_5:15, la salvación de un «resto», ver Isa_4:3+.
Amos  9, 8

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Luc_22:31

NOTAS

9:9 (a) Este oráculo data quizá de la primera deportación de Israel (734). Ver 2Re_15:29.

9:9 (b) La criba retiene los granos (los justos) mientras que el polvo y la paja son eliminados. A menos que se trate de la criba que retiene las piedrecitas (los pecadores) y deja pasar el grano (los justos).
Amos  9, 9

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_6:1-6; Isa_28:15; Jer_5:12

NOTAS

9:10 (a) Amós afirma sin vacilación que los pecadores serán castigados y los justos salvados, y se representa esta retribución bajo la forma de una catástrofe que alcanzaría sólo a los pecadores, cosa que la historia futura desmentirá. Esta certeza del profeta y este mentís de la historia serán utilizados por el Espíritu para hacer nacer, seis siglos más tarde, la fe en una retribución después de la muerte, ver Dan_12:2-3.

9:10 (b) Seguimos al griego. Hebr.: «Tú no harás que se acerque la desgracia ni dejarás que nos alcance».
Amos  9, 10

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