Cnt 6,1


Los hijos de Dios y las hijas de los hombres.
Cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas,

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

6 No todo está claro para nosotros en este breve episodio de tradición yahvista, pero el autor utiliza sin duda elementos de una tradición popular de carácter mitológico. La dificultad procede en primer lugar de la identidad de los «hijos de Dios» (ver Deu_32:8+), y luego de la relación que puede existir entre su unión con las hijas de los hombres y los nefilîm de Gén_6:4. Podría pensarse que estos últimos (se recuerda aquí Eze_32:17-32, donde se habla precisamente de los que han «caído», que es lo que significa nefilîm , y que han sido puestos o yacen, a pesar de su poderío, entre las víctimas de la espada, lo mismo que en el mito clásico de los Titanes) son el resultado de la unión de los «hijos de Dios» con las hijas de los hombres, pero el texto dice solamente que los nefilîm habitaban en (o Titanes) semíticos, pero en otros lugares se les llama «hijos de Anac» o anaquitas (ver Núm_13:28, Núm_13:33; Deu_1:28+).
Genesis 6, 1

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