Dan 3,23

mientras los tres hombres, Sidrac, Misac y Abdénago, caían atados dentro del horno de fuego abrasador.

Cántico de Azarías en el horno.
(24) Caminaban entre las llamas alabando a Dios y bendiciendo al Señor. (25) Entonces Azarías, de pie en medio del fuego, se puso a orar así:
(26) «Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, digno de alabanza;
que tu nombre sea glorificado por los siglos.

(27) Porque nos has tratado con justicia,
todas tus acciones son veraces,
rectos todos tus caminos,
todas tus sentencias justas.

(28) Has aplicado condenas justas
en todo cuanto has ejecutado contra nosotros,
y contra Jerusalén, la ciudad santa de nuestros padres.
Todo lo has ejecutado verdadera y justamente,
a causa de nuestros pecados.

(29) Porque hemos pecado, hemos obrado mal, alejándonos de ti,
hemos fallado en todo y no hemos escuchado tus mandamientos,
(30) ni hemos obedecido,
ni hemos cumplido lo que se nos mandaba
para nuestro bien.

(31) Y en todo cuanto nos has enviado,
en todo cuanto nos has hecho,
has actuado con justicia fiel.

(32) Nos entregaste en poder de enemigos
sin ley, malvados y apóstatas,
y en poder de un rey injusto, el más perverso de toda la tierra.

(33) Y ahora no podemos ni abrir la boca,
la vergüenza y la deshonra abruman a tus siervos y a tus fieles.

(34) ¡No nos abandones para siempre,
por el honor de tu nombre,
no rompas tu alianza,

(35) no nos niegues tu misericordia,
por Abrahán tu amigo,
por Isaac tu siervo,
por Israel tu consagrado,
(36) a quienes tú prometiste
multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo,
como la arena de la orilla del mar!

(37) Señor, somos el más insignificante de todos los pueblos
y hoy nos sentimos humillados en toda la tierra,
a causa de nuestros pecados.

(38) En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes;
ni holocaustos, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso,
ni un lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar tu misericordia.

(39) Pero acepta nuestra alma arrepentida y nuestro espíritu humillado,
como un holocausto de carneros y toros,
y millares de corderos cebados.

(40) Que éste sea hoy nuestro sacrificio ante ti
y volvamos a serte fieles,

porque los que en ti confian no quedarán avergonzados.
(41) Ahora que te seguimos de todo corazón, que te respetamos y buscamos tu rostro,
no nos avergüences.

(42) Trátanos conforme a tu bondad
y a tu gran misericordia.

(43) Sálvanos como en tus maravillosas gestas
y engrandece tu fama, Señor.

(44) Que sean humillados todos los que maltratan a tus siervos,
que se vean confundidos, privados de toda su fuerza y su dominio,
y que sea destruido su poder.

(45) Y que sepan que tú eres el Señor y el Dios único,
glorioso en toda la tierra.»

(46) Los siervos del rey que los habían arrojado al horno no cesaban de atizar el fuego con nafta, pez, estopa y sarmientos. (47) Las llamas se elevaban cuarenta y nueve codos por encima del horno (48) y, al extenderse, abrasaron a los caldeos que se encontraban junto al horno. (49) Pero el ángel del Señor bajó al horno junto a Azarías y sus compañeros, expulsó las llamas de fuego fuera del horno (50) e hizo que una brisa refrescante recorriera el interior del horno, de manera que el fuego no los tocó lo más mínimo, ni les causó ningún daño o molestia.
(51)
Cántico de los tres jóvenes.
Entonces los tres se pusieron a cantar a coro, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno de esta manera:
(52) «Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
alabado y ensalzado por los siglos.
Bendito sea tu nombre, santo y famoso,
aclamado y ensalzado por los siglos.

(53) Bendito seas en el templo de tu santa gloria,
aclamado y glorioso por los siglos.

(54) Bendito seas en tu trono real,
aclamado y ensalzado por los siglos.

(55) Bendito tú, que sondeas los abismos sentado sobre querubines,
alabado y ensalzado por los siglos.
(56) Bendito seas en el firmamento celeste,
alabado y glorificado por los siglos.

(57) Todas las obras del Señor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(58) Ángeles del Señor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(59) Cielos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(60) Todas las aguas celestes, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(61) Todas los ejércitos del Señor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(62) Sol y luna, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(63) Estrellas celestes, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(64) Lluvia y rocío, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(65) Todos los vientos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(66) Fuego y calor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(67) Frío y borchorno, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
(68) Rocíos y nevadas, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(69) Hielo y frío, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(70) Escarchas y nieves, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(71) Noches y días, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(72) Luz y oscuridad, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(73) Relámpagos y nubes, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(74) Bendiga la tierra al Señor,
que lo alabe y lo ensalce por los siglos.

(75) Montes y colinas, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(76) Plantas de la tierra, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(77) Manantiales, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(78) Mares y ríos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(79) Cetáceos y seres acuáticos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(80) Todas las aves del cielo, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(81) Todas las bestias y ganados, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(82) Seres humanos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(83) Israelitas, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(84) Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(85) Siervos del Señor, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(86) Espíritus y almas de los justos, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(87) Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

(88) Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
Porque él nos ha rescatado del abismo,
nos ha salvado del poder de la muerte,
nos ha sacado del horno de llama ardiente,
nos ha sacado de en medio del fuego.

(89) Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque su misericordia perdura por los siglos.

(90) Todos los que adoráis al Señor, bendecid al Dios de los dioses,
alabadlo y dadle gracias,
porque su misericordia perdura por los siglos.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Dan_9:3-19+; Esd_9:6-15

[2] 1Cr_29:10-20; Dan_4:34 [Dan_4:37]

[3] Tob_3:2-6; Neh_9:33; Apo_16:7; Apo_19:2

[4] Dan_9:5-8

[5] Bar_1:17 s; Isa_59:12-13; Neh_1:7

[6] Deu_28:15; Deu_28:63 s; Lev_26:14; Lev_26:38

[7] Éxo_32:11 s+

[8] Isa_41:8; 2Cr_20:7; Stg_2:23

[9] Gén_15:5; Gén_22:17

[10] Deu_28:62; Jer_42:2

[11] Ose_3:4; Lam_2:9

[12] Miq_6:7-8; Ose_6:6; Sal_51:19 [Sal_51:17]

[13] Sal_25:3

[14] Sal_35:26; Sal_40:15 [Sal_40:14]

[15] Sal_83:19 [Sal_83:18]

[16] Tob_5:4+

[17] Dan_3:26

[18] Isa_6:1; Sal_150:1

[19] Éxo_25:18+; 2Sa_6:2

[20] Sal_103:22; Sal_145:10

[21] Sal_148:2; Sal_103:20

[22] Sal_148:4

[23] Sal_103:21

[24] Sal_148:3

[25] Sal_148:8

[26] Sal_148:9

[27] Sal_148:10

[28] Sal_135:19

[29] Sal_134:1

[30] Sof_2:3+

[31] Sal_106:1; Sal_136:1-2

NOTAS

3:35 O: «amado». Es el título más hermoso de Abrahán, el que ha conservado en las tradiciones árabe y musulmana.

3:55 Es una de las fórmulas de invocar a Yahvé en el arca de la Alianza, ver 1Sa_4:4. Sobre los querubines del templo de Jerusalén, ver Éxo_25:18+; 1Re_6:22-28; 2Cr_3:10-13.

3:67 Los vv. Dan_3:67-68 [Dan_3:23] sólo se encuentran en los LXX y en un solo manuscrito de Teod.
Daniel  3, 23

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