“
Yo seguía mirando, y en la visión nocturna vi venir sobre las nubes del cielo alguien parecido a un ser humano, que se dirigió hacia el anciano y fue presentado ante él. ”
7:13 El arameo bar nasa', como el hebreo ben 'adam, a la letra significa «hijo de hombre» y equivale a «hombre» o «ser humano», ver Sal_8:5 [Sal_8:4]. En Ezequiel, Dios llama así al profeta. Pero la expresión tiene aquí un sentido especial, eminente, por el que se designa a un hombre que supera misteriosamente la condición humana. Sentido personal, como atestiguan los antiguos textos judíos apócrifos inspirados en nuestro pasaje: Henoc y IV Esdras, así como también la interpretación rabínica más constante, y sobre todo el uso que de él hace Jesús aplicándoselo a sí mismo, ver Mat_8:20+. Pero también sentido colectivo, basado en Dan_7:18 (y Dan_7:22) en el que el ser humano se identifica de algún modo con los santos del Altísimo: pero el sentido colectivo (igualmente mesiánico) prolonga el sentido personal, ya que el ser humano es a la vez la cabeza, el representante y el modelo del pueblo de los santos. Por eso pensabe San Efrén que la profecía se refiere en primer lugar a los judíos (los Macabeos), luego por encima de ellos, y de una manera perfecta, a Jesús.