Ecl 12,9-14


Epílogo.
Cohélet, a más de ser un sabio, enseñó doctrina al pueblo. Ponderó e investigó, compuso muchos proverbios. Cohélet trabajó sin descanso inventando frases felices, y escribiendo con acierto sentencias verídicas.
Las palabras de los sabios son como aguijadas, o como estacas hincadas, puestas por un pastor para controlar el rebaño.
Para acabar, hijo mío, ten cuidado: escribir muchos libros es cosa de nunca acabar, y estudiar demasiado daña la salud.
Basta de palabras. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal. Porque toda obra será juzgada por Dios, también todo lo oculto, a ver si es bueno o malo.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

12:9 Este apéndice no es de la misma mano que el resto del libro. Puede ser obra de un discípulo de Cohélet, que hace su elogio, siguiendo en el mismo tono (ver Ecl_12:12-14).
Eclesiastés 12, 9

NOTAS

12:11 La aguijada para incitar a las bestias a que caminen y las estacas para tenerlas amarradas suele emplearlas el pastor oportunamente y no por capricho, sino en bien del rebaño. La imagen del pastor podría ser una metáfora que, según algunos, alude a Moisés, y según otros a Salomón o a Dios. Pero el texto quizá esté corrompido (restituimos «por», caído quizá por haplografía).
Eclesiastés 12, 11

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Ecl_5:6 [Ecl_5:7]; Sir_1:13
Eclesiastés 12, 13

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