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Introducción
El año treinta, el día cinco del cuarto mes, encontrándome yo entre los deportados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas. El día cinco del mes —era el año quinto de la deportación del rey Jeconías—, la palabra de Yahvé se dirigió al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar, y allí vino sobre él la mano de Yahvé.
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