Eze 1,26-28

Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había como una piedra de zafiro en forma de trono, y sobre esta forma de trono, por encima, en lo más alto, una figura de apariencia humana.
Vi luego como el destello de un relámpago, como un fuego que la envolvía alrededor, desde lo que parecía ser sus caderas para arriba; y desde lo que parecía ser sus caderas para abajo, vi como un fuego resplandeciente alrededor. Era como el arco iris que aparece en las nubes los días de lluvia: tal era el aspecto de este resplandor a su alrededor. Parecía la gloria de Yahvé. A su vista caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Apo_4:2-3
Ezequiel  1, 26

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Eze_8:2
Ezequiel  1, 27

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_9:13-15

[2] Eze_8:4; Éxo_24:16+; Apo_1:17; Dan_8:17

NOTAS

1:28 Los israelitas temían ver el rostro de Yahvé; por eso casi siempre Dios les mostraba su «gloria», es decir, las señales exteriores que rodean y revelan su persona, ver Éxo_33:18, Éxo_33:22, etc. La gloria de Yahvé es, pues, la señal de su presencia. Habitualmente tiene la apariencia de una nube luminosa, Éxo_16:10; Eze_43:1-5; aquí la nube va acompañada de una especie de silueta humana brillante y radiante.
Ezequiel  1, 28

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