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Era como el arco iris que aparece en las nubes los días de lluvia: tal era el aspecto de este resplandor a su alrededor. Parecía la gloria de Yahvé. A su vista caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba. ”
1:28 Los israelitas temían ver el rostro de Yahvé; por eso casi siempre Dios les mostraba su «gloria», es decir, las señales exteriores que rodean y revelan su persona, ver Éxo_33:18, Éxo_33:22, etc. La gloria de Yahvé es, pues, la señal de su presencia. Habitualmente tiene la apariencia de una nube luminosa, Éxo_16:10; Eze_43:1-5; aquí la nube va acompañada de una especie de silueta humana brillante y radiante.