Flp 2,6-11

El cual, siendo de condición divina,
no codició el ser igual a Dios sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de esclavo.
Asumiendo semejanza humana
y apareciendo en su porte como hombre, se rebajó a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte
y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó
y le otorgó el Nombre,
que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese
que Cristo Jesús es el SEÑOR
para gloria de Dios Padre.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sab_2:23 s

NOTAS

2:6 (a) Lit.: «teniendo forma de Dios». La forma designa los atributos esenciales que manifiestan al exterior la naturaleza. Cristo, siendo Dios, como era, tenía derecho a todas las prerrogativas divinas. La forma de Dios puede también entenderse como alusión a la condición de imagen de Dios propia de Adán. En efecto, siendo la forma un sinónimo intercambiable con imagen en los LXX, la forma de Dios que posee Cristo se puede identificar también con la de imagen de Dios que se aplica a Adán, Gén_1:27; 1Co_11:7, y a Cristo, 2Co_4:4.

2:6 (b) Lit.: «no consideró como presa el ser igual a Dios», es decir: como algo que no se debe soltar, o mejor, como algo de lo que hay que apoderarse. No se trata de la igualdad de naturaleza, exigida por la condición divina , y de la que Cristo no podía despojarse, sino de una igualdad de trato, o de dignidad manifestada y reconocida, que Jesús hubiera podido exigir, aun en su existencia terrena. Todo lo contrario de la actitud de Adán, Gén_3:5, Gén_3:22. A esta igualdad con Dios pertenece la impecabilidad de Cristo, 2Co_5:21; Jua_8:46; 1Jn_3:5; Heb_4:15; 1Pe_2:22. Por esa carencia de pecado, Cristo no tenía que morir, ya que la muerte es un castigo por el pecado, Gén_3:3; Isa_54:16; Sab_1:12-14; Sab_2:23-34 (la misma idea en algunos apócrifos, como 1 Henoc 69:9-11; 4 Esdras 3:7; 2 Baruc 23:4). Por la misma razón le competía el derecho de vivir eternamente, lo cual es una característica divina, Gén_3:4-5. En esta línea la traducción más coherente sería: «No hizo uso de su derecho de ser tratado como Dios».
Filipenses 2, 6

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_53:12

[2] 2Co_8:9

[3] Gál_4:4

NOTAS

2:7 (a) Lit.: «Se vació a sí mismo». El término kénosis procede de una raíz que significa vaciar . La fórmula está tomada de Isa_53:12. El pronombre reflexivo, que aparece en el v. Flp_2:7 (y ver Gál_2:20), subraya la decisión del mismo Cristo, que optó por la muerte. El vaciamiento de que habla aquí san Pablo, alude más al modo que al hecho mismo de la Encarnación. Aquello de que Cristo se despojó libremente, haciéndose hombre, no fue la naturaleza divina, sino la gloria que de hecho le pertenecía y poseía en su preexistencia, ver Jua_17:5, y que normalmente hubiera debido redundar en su humanidad (ver la Transfiguración, Mat_17:1-8 p). Prefirió privarse de ella para recibirla, sólo del Padre, ver Jua_8:50, Jua_8:54, como premio de su sacrificio, vv. Flp_2:9-11.

2:7 (b) Esclavo en oposición a Señor , v. Flp_2:11; ver Gál_4:1; Col_3:22. Cristo hecho hombre adoptó un camino de sumisión y humilde obediencia, v. Flp_2:8. Este modo de existencia, a la luz de la alusión a Isa_53:12, sólo puede ser el del humillado Siervo paciente de Yahvé, que murió por los demás, Isa_53:3, Isa_53:5, Isa_53:7. Nótese el contraste con Señor , v. Flp_2:11.

2:7 (c) No hay intención de atenuar la humanidad de Jesús, Gál_4:4; Rom_1:3; Rom_9:5; Heb_2:17. No obstante, si no hubiera sido diferente, no habría podido salvarnos. Él, que estaba «vivo», 2Co_4:10-11, resucitó a los que estaban «muertos», Rom_6:4; Col_2:13. Él no tenía necesidad de ser reconciliado con Dios, 2Co_8:9, mientras todos los demás la tenían, 2Co_5:18-19.

2:7 (d) Aunque diferente en su modo de existencia, Cristo compartió la naturaleza humana común a todos.
Filipenses 2, 7

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_5:19

NOTAS

2:8 (a) Al envío del Hijo por el Padre para salvar a la humanidad, Rom_8:3, Rom_8:29-30; 2Co_5:21, corresponde, de parte de Cristo, la obediencia, Rom_5:19; 1Co_15:27-28; Heb_5:8.

2:8 (b) Mientras que la tradición primitiva sólo insistía en el efecto salvífico de la muerte de Cristo, Rom_1:3-4; Rom_4:25; Rom_8:34; Rom_10:8-9; 1Co_15:3; Gál_1:3-4; 1Ts_1:10, Pablo subraya lógicamente que el valor ejemplar de esta muerte está en el cruel castigo de la crucifixión, 1Co_1:23; 1Co_2:2; 1Co_2:8; 2Co_13:4; Gál_3:1; Gál_5:11; Gál_6:12; Gál_6:14; Flp_3:18; Col_1:20.
Filipenses 2, 8

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_52:13

[2] Rom_14:9

NOTAS

2:9 (a) Lit.: «sobre-exaltó». El verbo griego hypsoô , que significa normalmente elevar, se traduce a menudo por exaltar . Aquí lleva además el prefijo hyper (del que se forma el mismo verbo), que redobla su significado, por el hecho de que, si es cierto que todos los justos serán exaltados, Isa_52:13; Sab_3:1-8, Cristo es superior a todos ellos.

2:9 (b) El nombre es el de «Señor», como explica el v. Flp_2:11. Se trata aquí de un término funcional que no se refiere precisamente a la naturaleza de Cristo; es un título que Cristo lo consigue por su pasión y resurrección, Rom_14:9. A pesar de su uso cotidiano, y de su frecuente aplicación a Cristo a lo largo de todo el NT, aquí se toma como un título «que está sobre todo nombre»; la razón es que el NT lo reserva para Dios.
Filipenses 2, 9

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_45:23

NOTAS

2:10 (a) La humanidad entera reconoce la nueva dignidad de Jesús, como estaba anunciado que las naciones reconocerían a Yahvé, Isa_45:23; Rom_14:11. El nombre propio de «Jesús» -sin más añadiduras- se usa aquí deliberadamente (ver v. Flp_2:11), para evocar la figura humillada y paciente de los vv. Flp_2:6-8.

2:10 (b) Estas frases, que alteran la cuidada estructura del himno, fueron probablemente añadidas por Pablo con el fin de poner de relieve tanto el ilimitado alcance de la autoridad de Cristo, Col_1:16, como la dependencia respecto de su Padre, 1Co_15:27-28.
Filipenses 2, 10

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_10:9

[2] 1Co_12:3

NOTAS

2:11 Es la profesión de fe esencial del cristianismo, Rom_10:9; 1Co_12:3; Col_2:6.
Filipenses 2, 11

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