G& . aacute . l 3,13-14

Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito el que cuelga de un madero. Y esto para que la bendición de Abrahán llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la promesa.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_21:23; Hch_5:30+

NOTAS

3:13 Para librar a los hombres de la maldición divina, que el incumplimiento atraía sobre ellos, Cristo se hizo solidario de esa maldición, ver Rom_8:3+; 2Co_5:21+; Col_2:14+. La analogía bastante lejana entre Cristo crucificado y el ajusticiado de Deu_21:23 no es más que una ilustración de la doctrina expuesta. Aceptó ser considerado como tal a los ojos de los judíos, como el Siervo de Isa 53.
Gálatas 3, 13

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Efe_1:3

[2] Rom_5:5+

NOTAS

3:14 Var.: «la bendición del Espíritu».
Gálatas 3, 14

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