G& . amp . amp . amp . amp . amp . amp . eacute . n 41,37-44


José, primer ministro.
Pareció bien el discurso al faraón y a todos sus servidores, y dijo el faraón a sus servidores: «¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?» Y dijo el faraón a José: «Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti.» Dijo el faraón a José: «Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto.» Y el faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José, le hizo vestir ropas de lino fino y le puso el collar de oro al cuello; luego le hizo montar en su segunda carroza, e iban gritando delante de él: «¡Abrek!» Así lo puso al frente de todo el país de Egipto.
Dijo el faraón a José: «Yo, el faraón: sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Dan_13:45
Genesis 41, 38

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_7:10
Genesis 41, 39

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_105:21 s
Genesis 41, 40

NOTAS

41:43 El autor se imagina esta investidura por lo que ha oído decir de la corte de Egipto. José se convierte en visir de Egipto; sin otro superior fuera del faraón, gobierna su casa, que es la sede de la administración, y usa el sello real. Los heraldos que preceden a su carro de honor gritan «Abrek», que podría explicarse por el egipcio 'ib-r-k, «¡Eh, tu corazón!», o sea, «¡cuidado!», pero que actualmente se interpreta como «visir».
Genesis 41, 43

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