Hag 2,11-14

Así dice Yahvé Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Diles: «Si lleva alguien carne sagrada en el halda de su vestido, y toca con su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará ésta santificada?» Respondieron los sacerdotes: «No» Continuó Ageo: «Si alguien, que se ha hecho impuro con el contacto de un cadáver, toca alguna de esas cosas, ¿quedará impura?» Respondieron los sacerdotes: «Sí» Entonces Ageo siguió diciendo: «Así es este pueblo, así esta nación por lo que a mí respecta, oráculo de Yahvé; todas sus tareas y lo que ofrecen aquí no es más que impureza»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_22:4-7

NOTAS

2:13 La «impureza» parece ser más contagiosa que la santidad; el punto de vista es ritual.
Hageo  2, 13

NOTAS

2:14 (a) Es decir, las cosechas, ver Deu_24:10; Deu_28:12; Deu_30:9.

2:14 (b) El culto continuaba en el emplazamiento del Templo, donde se había restablecido el altar de los holocaustos desde el 538. Ageo deduce la lección de la decisión dada en Hag_2:13. El pueblo es impuro, e impuras sus ofrendas sacrificiales. Esta amonestación, cuya dureza contrasta con Hag_2:1-9, se dirige quizás a los samaritanos, ver Esd_4:1-5. -El griego añade: «a causa de sus beneficios prematuros, sufrirán por sus trabajos, y vosotros odiáis en las puertas de los que censuran».
Hageo  2, 14

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