Hch 20,22-27

«Mirad que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá; solamente sé que el Espíritu Santo en cada ciudad me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones. Pero yo no considero mi vida digna de estima, con tal que lleve a término mi carrera y el ministerio que he recibido del Señor Jesús: dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios. «Y ahora yo sé que ya no volveréis a ver mi rostro ninguno de vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino. Por esto os testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de la sangre de todos, pues no omití por miedo el anunciaros todo el designio de Dios.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

20:22 Dejándose llevar por el Espíritu en un viaje que debe desembocar en su cautiverio, Pablo se considera prisionero del Espíritu Santo. Otra traducción: «encadenado en espíritu», moralmente prisionero.
Hechos 20, 22

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_1:8+; Hch_21:4, Hch_21:11
Hechos 20, 23

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Ti_4:7; Flp_2:16

[2] Hch_26:16-18

NOTAS

20:24 Ver Hch_15:26; Hch_21:13; 1Ts_2:8; Flp_1:21-23. -Otra traducción: «Pero no vale la pena que yo os hable de mi vida».
Hechos 20, 24

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_1:3+

NOTAS

20:25 Ver v. Hch_20:38. Pablo contaba con salir de Jerusalén para España, Rom_15:24-28.
Hechos 20, 25

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_18:6+
Hechos 20, 26

REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Hch_20:20
Hechos 20, 27

Patrocinio