Hch 8,22-24

Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te perdona ese pensamiento de tu corazón; porque veo que tú estás con la amargura de la hiel y encadenado por la maldad.» Simón respondió: «Rogad vosotros al Señor por mí, para que no venga sobre mí ninguna de esas cosas que habéis dicho.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_4:18; Pro_5:22

NOTAS

8:23 De esta anécdota procede el término «simonía» para designar el comercio con las cosas santas.
Hechos 8, 23

NOTAS

8:24 Adic. occ.: «y no dejaba de llorar copiosamente».
Hechos 8, 24

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